¿Quién asumiría la presidencia del Congreso si Alejandro Soto renuncia al cargo?

“No me aferro, si hay justificación válida, doy un paso al costado”, dijo el actual presidente del Congreso de la República, Alejandro Soto Reyes, a menos de una semana de haber asumido el cargo que ostenta. Estas declaraciones encendieron las alarmas en las redes sociales debido a una hipótesis que comenzó a viralizarse.

De acuerdo a un gran número de usuarios, la conformación de los integrantes de la Mesa Directiva responde a intereses de terceros, por lo que la salida de Soto estaría planificada desde antes de que asumiera el cargo en busca de que el vicepresidente del Parlamento lo suceda, en este caso, Nano Guerra García, de Fuerza Popular.

“Fuerza Popular siempre ha seleccionado integrantes con legajo penal para luego atarlos, ahora ha puesto a Soto como Presidente del Congreso para empujarlo a renunciar antes de vacar a Dina Boluarte y dejarle el puesto a Nano mientras definen quien sucede a Dina, W. Cerrón se quemó”, escribió un internauta en la ahora red social “X”.

Sin embargo, estas conjeturas solo quedarían en teorías conspirativas ya que el Reglamento del Congreso de la República estipula claramente quién debería asumir el cargo de titular del Legislativo.

De acuerdo al artículo 12 del Reglamento del Congreso de la República, si Soto Reyes renuncia a su cargo en la Mesa Directiva, se deberá convocar a una nueva elección interna dentro del Palacio Legislativo para elegir a un nuevo presidente y completar la lista, tal como ocurrió cuando la parlamentaria de Alianza para el Progreso, Lady Camones, fue censurada y en su reemplazo ingresó su homólogo de Avanza País, José Williams.

“En caso de vacancia de cualquiera de los cargos de la Mesa Directiva, el Presidente o quien lo reemplace convocará a elecciones dentro de los cinco días posteriores de oficializarse la vacancia. En esta hipótesis, de ser necesario puede citar a sesión especial”, reza el mencionado artículo.

De esta manera también se procedió cuando el ahora prófugo Wilmar Elera renunció a la tercera vicepresidencia del Parlamento y el legislador de Renovación Popular, Alejandro Muñante lo reemplazó en el cargo. Su elección se hizo a través de una votación, en la cual Muñante obtuvo 55 votos.

Alejandro Soto se puso a disposición de la Comisión de Ética ante los cuestionamientos en su contra por presuntos procesos penales abiertos y haber contratado en su despacho congresal a su cuñada.

“Estoy a disposición de la Comisión de Ética porque, como he ratificado, no tengo antecedentes penales ni judiciales. Ese andamiaje de haberme atribuido 55 denuncias, que luego se cayeron a nueve, que luego se caen a tres, demuestra que no hay una investigación seria”, declaró a la prensa desde el Palacio Legislativo.

“Pueda que en el registro aparezca mi nombre como denunciante tanto como denunciado. Eso no significa que esté involucrado en un delito. Con total certeza estoy diciendo que no tengo ninguna investigación. (¿No cree que se repita la historia de Lady Camones de una presidencia fugaz?) Una cosa que quede claro: yo no me aferro al cargo. Si hay una justificación válida, yo doy un paso al costado”, continuó Soto.

En esa línea, Soto Reyes manifestó que existen intereses de terceros que buscarían desestabilizar su permanencia en el cargo. “Es harto conocido que hay gente que no le interesa que un provinciano sea presidente del Congreso, queda claro que hay intereses. Ni siquiera tengo una semana en el cargo y me están buscando hechos que no son trascendentales para el país”, sentenció.