Mujer de 70 años decide vivir en departamento a medio acabar para no perder su inversión

La constructora Piedra Alta acabó con los sueños de Vilma Valladares el 2017, año en el que debían entregarle el predio terminado.

Mujer de 70 años decide vivir en departamento a medio acabar para no perder su inversión. Cuarto Poder

Entre los años 2016 y 2017, la empresa Inversiones Piedra Alta puso a la venta dos proyectos inmobiliarios, los cuales todavía no han sido terminados. Sin embargo, 2 mujeres decidieron ocupar los departamentos, debido a que no quieren perder la cuantiosa cantidad de dinero que invirtieron.

Vilma Valladares es una de las mujeres que vive en estos predios a medio acabar. En diálogo con Cuarto Poder, dijo que el representante de Inversiones Piedra Alta, Juan Carlos Noceda, no cumplió con su promesa. El compromiso del empresario era que tenía que entregarle su departamento en abril de 2017. Las esperanzas de vivir en un lugar con comodidades se desvanecieron cuando en ese año se enteró que el predio soñado todavía no era una realidad. Dos años después, el edificio era aún un cascarón.

A pesar de que el inmueble no estaba acabado, la mujer de 70 años tomó una crucial decisión: vivir en el predio que le costó miles de soles. Es así que en mayo de 2021, se instaló en el departamento de 100 metros cuadrados, el cual tenía huecos en las paredes, un baño sin acabados y un ascensor inoperativo.

La mujer de 70 años teme perder su departamento. (Captura Cuarto Poder)

Si esto no fuera poco, Vilma no tiene título de propiedad ni partida inscrita a su nombre en registros públicos. A pesar de ello, la señora hizo algunos arreglos a su vivienda. Por ejemplo, mejoró las paredes y el piso; asimismo, compró una terma e instaló unas rejas de protección.

“Para mi seguridad, puse esas rejas. Debido a que el piso era rústico, instalé uno de madera. Las paredes las pinté con anticipación. Esa terma yo la compré”, dijo la adulta mayor al medio local.

La otrora integrante de la Policía Nacional del Perú dio a conocer que invirtió 30 mil soles en los acabados de su predio. Este monto y los casi 250 mil soles que le dio a Juan Carlos Noceda e Inversiones Piedra Alta los podría perder debido a que en junio del 2020, el edificio fue hipotecado a favor del Scotiabank por un valor de 2 millones 259 mil 600 dólares.

Adulta mayor muestra el ascensor inoperativo. (Captura Cuarto Poder)

Es preciso indicar que la constructora acabó con los sueños de Vilma el 2017, año en el representante de Inversiones Piedra Alta debía entregarle su vivienda. Si la empresa hubiera cumplido con su promesa, la mujer y sus padres hubieran vivido en el inmueble ubicado en la calle Collasuyo de la urbanización Maranga, en el distrito limeño de San Miguel. En 2019, sus progenitores fallecieron; un año después, se enteró que Inversiones Piedra Alta había hipotecado el terreno.

Empresa estafa a otra mujer con miles de dólares

A través de un informe de Cuarto Poder, se conoció que Paola Berroa es otra de las compradoras que creyó en la constructora Piedra Alta. Ella adquirió un departamento en el tercer piso donde viviría junto a sus hijos, pero hasta el momento no logra obtener ninguna respuesta por parte de los representantes de la inmobiliaria o de las autoridades.

Precisamente, mientras el representante de Inversiones Piedra Alta visitaba países europeos, Paola visitaba muy emocionada los amplios departamentos que la inmobiliaria ofrecía a sus clientes en Maranga, ubicado en el distrito de San Miguel.
Actualmente, Piedra Alta no tiene ningún derecho patrimonial sobre las tierras en las que debía de edificarse el departamento que Paola Berroa pagó. (Captura Cuarto Poder)

Además, confesó que firmó contrato con Piedra Alta en agosto del 2018, documento donde la inmobiliaria aseguraba ante notario público ser la legítima propietaria del referido inmueble. Pero la sonrisa poco a poco se le borraría del rostro, al conocer que el terreno, en ese entonces, no estaba a nombre de la empresa de Juan Carlos Noceda. Y lo que es peor, que actualmente Piedra Alta no tiene ningún derecho patrimonial sobre las tierras en las que debía de edificarse el departamento que ella pagó.

También contó que el plazo de entrega de su departamento vencía en febrero del 2020, pero para esa fecha ni las grúas ni los obreros aparecían en el terreno.