El 2022 registró el mayor número de niñas menores de 14 años forzadas a ser madres: reportan 1624 nacimientos

La mayoría de estas maternidades son producto de violaciones sexuales. Lo alarmante es que la cifra creció 14% en 2022, según reporta el UNFPA Perú.

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Creció la cifra de nacidos vivos de madres niñas y adolescentes durante 2022. (UNFPA)
Creció la cifra de nacidos vivos de madres niñas y adolescentes durante 2022. (UNFPA)

Los derechos de las niñas y las adolescentes se hallan constantemente vulnerados en el Perú. El incremento de la maternidad de las niñas de 10 a 14 años va de la mano con un aumento de los reportes de violencia sexual, pues el registro de nacimientos vivos en niñas de 10 a 14 años aumentó de 1,158 a 1,430 entre el 2020 y 2021, y luego a 1,625 nacimientos vivos en el 2022, según cifras disponibles del Ministerio de Salud a la fecha.

En el caso de los reportes de atenciones de violencia sexual en los Centros de Emergencia Mujer (CEM) se incrementaron de 4,421 en 2020 a 7,738 en 2021.

Y en realidad, existe un subregistro alarmante que debería movilizar a las autoridades nacionales y a la sociedad en general.

“Si consideramos que de los 3000 a 3500 embarazos anuales de madres adolescentes de 15 años registrados en los años 2019 al 2021, al menos tres cuartos de esos habrían ocurrido antes cuando ellas tenían 14 años. Con ello, los embarazos en niñas de 10 a 14 años estarían en torno a los 11,000 entre el 2019 y el 2021″, advierte el Fondo de Población de las Naciones Unidas Perú.
Uniones tempranas truncan los proyectos de vida de niñas y adolescentes. (Aldair Mejía/EFE)
Uniones tempranas truncan los proyectos de vida de niñas y adolescentes. (Aldair Mejía/EFE)

Extrema violencia contra las niñas

Las relaciones sexuales con niñas menores de 14 años o menos es un delito señalado en el Artículo 173 del Código Penal Peruano. La valoración y estereotipos de género asignados socialmente a las mujeres desde temprana edad y a lo largo de sus vidas no contribuye a la igualdad sustantiva y les subsume a ellas a roles reproductivos y círculos de violencia que propician su pobreza e inhibe el desarrollo de los países.

Esta elevada tasa de embarazos infantiles y adolescentes trae a la luz otra realidad dolorosa para las menores del país: las uniones o matrimonios tempranos forzados, ya que tras ser víctimas de abusos sexuales por parte de hombres adultos, muchas familias optan por “entregar” a las niñas a sus agresores, con la falsa esperanza de que estos “cuiden” de ellas.

Niñas y adolescentes son las principales víctimas de la violencia sexual en el Perú. (Referencial)
Niñas y adolescentes son las principales víctimas de la violencia sexual en el Perú. (Referencial)

Y esto sucede porque en el Perú los matrimonios entre adultos y menores de edad desde los 14 años son legales, permitidos y normalizados, pese a que esconden casos de violencia sexual para la mayoría de niñas y adolescentes.

“Generalmente (quienes embarazan a las menores) son hombres adultos, entonces como es un delito (violación) muchos optan por aceptarla la unión o el matrimonio para esquivar la situación del delito. Una víctima de esa edad implica 30 años o 40 años de cárcel, según establece el Código Penal. Entonces, lo que sucede es que ese hombre pasa de ser un violador a ser un esposo porque el marco legal lo permite o pasa de ser un violador hacer un acompañante a través de una unión temprana”, explica al respecto Hugo González, representante en Perú del UNFPA.

El especialista también explica que son pocas las veces que las niñas son consultadas acerca de esta decisión que cambia sus vidas para siempre y las traslada a un círculo de violencia y pobreza del que difícilmente escaparán.

“En la región San Martín aún se vive esta ola de querer casar a las niñas cuando llegan a la etapa de menstruación. En las etnias las pintan como señal de que pueden ser reclamadas por un varón y normalmente son reclamadas por adultos muy mayores que ellas. Las casan a temprana edad, sin su consentimiento, porque los padres toman decisiones sin pensar en qué es lo que la niña quiere para su futuro, o si quiere estudiar o trabajar”, cuenta la lideresa indígena del pueblo kiwcha, Ibis García Apagueño, sobre la dolorosa realidad de los matrimonios infantiles en el país.

“No les consultan justificando en el tema cultural. Las niñas sufren un impacto psicológico y hay una frustración en el tema de educación porque dejan de estudiar o porque la persona que es su esposo se dedica a llenarles de hijos y a esclavizarle como ama de casa. Muchos de estos matrimonios terminan con feminicidio”, añade.

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