El Perú estuvo a punto de tener su primera presidenta en noviembre del 2020, pero el quiebre de acuerdos entre las bancadas del Congreso abrieron paso a la llegada de Francisco Sagasti a la presidencia de la República. Una vacancia, una ola de protestas, dos jóvenes asesinados y una renuncia obligaron al Parlamento a buscar un nuevo titular de la Mesa Directiva que inmediatamente vestiría la banda presidencial.
Ocho meses y diez días fueron suficientes para el representante del Partido Morado, quien en conversación con Infobae Perú repasa los agitados días de su presidencia y comenta la actual crisis política y social. Al igual que en su más reciente libro “Gobernar en tiempos de crisis”, Sagasti recuerda al profesor Juan de la Puente que lo señaló como el único presidente que ha sido elegido por sus enemigos.
— ¿Cómo se lleva usted ahora con esos enemigos?
No he tenido contacto con ellos después de haber salido del Congreso. Yo no tengo enemigos políticos personalmente, ellos me consideran así quizás. Pensar en la política como una guerra que uno tiene que ganar creo que es equivocado. Yo creo que son adversarios.
— En todo caso, ¿quiénes son sus adversarios hoy?
No lo sé, estoy tratando de enterarme. Lo que veo en las redes es todo un zafarrancho de descalificaciones y ataques sin sentido, pero uno ya se acostumbra a eso. Como cualquier político que está buscando el futuro de nuestro país de una manera razonable, con prosperidad para todos y reducción de las desigualdades, no se trata de tener enemigos, podré tener adversarios.
— ¿Con qué adversarios usted nunca pactaría?
Son tres características. La primera es que sean hipócritas, mentirosos y corruptos irredentes.
— Al igual que el Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, ¿alguna vez lo veremos a usted recomendando la presidencia de Keiko Fujimori?
No estoy pensando en recomendar a una presidenta u otro candidato. Lo que sí pongo son las características de lo que debería ser un buen presidente. Dicho sea de paso, es algo que propuse en una entrevista de 1994 sobre cuáles deberían ser las características del presidente de la República. Básicamente una persona capaz de concertar, capaz de escuchar a todos, capaz de tener una visión del país y ponerla en práctica.
— Es un poco triste que desde 1994 no se haya oído su pedido de escoger un presidente con esas características
Sí creo que se ha oído en múltiples oportunidades.
— ¿En qué casos sí elegimos un buen presidente?
Esa es una pregunta bien difícil. Creo que elegimos presidentes que hubieran podido hacerlo bien si es que hubieran tenido una perspectiva diferente. Prefiero no mencionar ningún nombre para…
— Para que no lo ataquen más
Me van a atacar por no mencionar un nombre, pero los peores serán aquellos vinculados a alguien. Prefiero dejar que cada expresidente como yo u otro sea evaluado por sus propios logros, los problemas que logró resolver y su desempeño.
— Hablando de críticas y expresidentes, una de las que más se le comentó a usted fueron los cambios dentro de la Policía Nacional del Perú. Teniendo en cuenta las acciones de la PNP de los últimos meses y las presuntas violaciones de derechos humanos ¿qué cambios hacen falta en la institución?
No sé si cambios. Lo que hicimos en ese momento era lo que consideramos, sobre la base de la recomendación del ministro del Interior, lo más razonable. Creo que la prueba está en los hechos. La Policía se portó de una manera muy razonable y hasta admirable en algunos casos durante el gobierno de transición y emergencia. Por ejemplo, fueron las elecciones más polarizadas y disputadas las que tuvimos en el 2021 en la primera vuelta con tantos candidatos y en la segunda peor. Sin embargo, no hubo un solo incidente de violencia durante todo el proceso. Eso es mérito de la PNP y las Fuerzas Armadas.
— ¿En el caso del Paro Agrario?
En ese caso también. El gobierno tenía presiones de entrar a sangre y fuego. En la prensa misma había titulares diciendo que había que meter al ejército en Ica y no lo hicimos. La única persona que desgraciadamente perdió la vida fue un enfermo en una ambulancia que no llegó a pasar. En Ica no hubo ningún fallecido por acción de la PNP. En el caso de Virú, en el norte, desgraciadamente hubo tres porque los efectivos en esas circunstancias desobedecieron las órdenes explícitas que están establecidos en el protocolo para el uso de la fuerza letal en el control de protestas y manifestaciones.
— Esa es una duda que sus críticos le comentan y quizás no hemos oído una respuesta de parte suya. Al señor Merino se le pidió la renuncia por la muerte de dos jóvenes, pero cuando hubo dos muertes en el norte por parte de la PNP usted no renunció. Tampoco ha sucedido tras la presunta violación de derechos humanos en el caso de la presidente Dina Boluarte. ¿Por qué la diferencia?
Por la actitud que se tenía en ese momento. Recordemos que en el caso de las protestas antes de que yo llegara a la presidencia, el presidente y el premier públicamente apoyaron a la Policía. Es decir, ahí no hubo ningún intento de dar un marco que diera las instrucciones para que la PNP procediera de acuerdo a los protocolos establecidos.
— Siguiendo esa lógica, ¿la presidenta Dina Boluarte debería renunciar?
Eso lo dejo a criterio, en mi calidad de expresidente no creo que sea apropiado que yo recomiende a alguien que no me lo ha pedido. Solo doy recomendaciones y sugerencias a quien me lo pide.
— Recordemos que en el caso del presidente Castillo usted sí recomendó el adelanto de elecciones para que salga la clase política que nos gobierna.
Y lo sigo recomendando. Una salida constitucional es un adelanto de elecciones. Ahora, ¿cuál es el procedimiento?
— La renuncia también es una salida constitucional
Ese procedimiento son cosas en las cuales habría que entrar en mayor profundidad. Permítame regresar a su pregunta central, la diferencia que sucedió con el expresidente Merino y conmigo. En ningún momento se le dijo o apoyó a la Policía por haber hecho lo que hizo a la hora de reprimir las manifestaciones. Es algo que los miembros del presidente Merino sí hicieron. Nadie se ha tomado el trabajo de leer en profundidad el atestado que hizo la fiscal de la Nación, Zoraida Ávalos, sobre este tema. Describe en detalle las acciones del gobierno y su relación con la PNP y demuestra cómo hubo, sino un apoyo directo, un apoyo tácito del gobierno. Eso fue exactamente lo contrario en el caso del gobierno de transición y emergencia que yo encabecé.
— Manuel Merino, ¿presidente, dictador o usurpador?
Perdón, ahí creo que debemos referirnos a la Constitución. El señor Merino fue elegido presidente del Congreso y como tal, cuando hubo una vacancia del presidente de la República, le tocaba a él asumir el cargo. De ahí no hay ninguna duda.
— ¿A pesar de haber sido entendido por la población como un golpe de Estado?
Mire, creo que no es la población la que entiende, hay unos grupos interesados. Lo que tenemos que entender con toda claridad es lo que dice la Constitución y el procedimiento por el cual el señor Merino asumió la presidencia de la República estaba enmarcado dentro de la Constitución.
— ¿Los jóvenes que salieron a marchar denunciando un golpe de Estado eran parte de un grupo interesado?
Perdón, no le entiendo bien la pregunta. No tiene mucho sentido.
— Usted acaba de comentar que aquellos que denunciaron un golpe de Estado no era la población, sino grupos interesados. ¿Este grupo de jóvenes que salieron a marchar respondían a esa facción interesada?
La definición de golpe es una cosa, la protesta de los jóvenes no era tanto por el golpe, sino por la forma en que se reprimió. Las protestas eran por la represión indiscriminada y el hecho de que habían visto al señor Merino llegar a través de un proceso, que si bien era legal y constitucional, adolecía de una serie de problemas que eran perfectamente visibles. Se hizo a la carrera, fue una destitución que se hizo en un lapso cortísimo sin haber fundamentado de una manera adecuada. Si fue un golpe o no, yo prefiero no calificarlo de una manera u otra. Lo que sí fue un hecho irregular en el sentido que la vacancia del señor Vizcarra fue hecho apresuradamente sin los balances y contrapesos que son absolutamente necesarios. El golpe tiene que interpretarse desde el punto de vista legal y jurídico de violación de la Constitución. Fue un acto arbitrario, apresurado, sin las salvaguardas mínimas que deberían ofrecerse.
— Usted siempre menciona que no hace promesas que no puede cumplir y una de las primeras al llegar a la presidencia fue buscar justicia para Inti y Bryan. ¿En qué estado está ese cumplimiento de la promesa?
Lo que hicimos nosotros es todo lo que se puede hacer durante el periodo corto de ocho meses y diez días, todo lo que se puede hacer desde el Ejecutivo. Es decir, poner a disposición de la Fiscalía, pedir una investigación célere y poner a disposición de los órganos internos disciplinarios de la PNP a las personas que desobedecieron órdenes. Más que eso no se puede hacer. Las normas jurídicas y legales ponen esas limitaciones a la hora de juzgar actos indebidos por parte de los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional del Perú.
— Hablando de protestas quería mencionar la Tercera Toma de Lima. Llamó la atención su actividad en Twitter dándole Me gusta a una publicación de Carla García en la que menciona que no hay ganadores en la Toma.
Eso no lo he hecho yo. Hay un problema con mi cuenta de Twitter que lo están sintiendo varias personas. No doy tweet ni like a nadie, nunca lo he hecho.
— ¿Quién fue la persona que hizo esto?
Hay un pequeño problema que ya he tenido en más de una oportunidad que tiene que ver con ingresos no autorizados a mi cuenta de Twitter. En un momento mandaron likes a una cantidad de personas. Gracias por alertarme, no estaba al tanto de esto. El expresidente Sagasti no le da like a nadie.
— Llama la atención porque había un like haciendo referencia a un presunto fraude en las elecciones del 2021.
Eso está hablando usted del pasado. ¿Es reciente lo que dice?
— Así es. Ha sido en los últimos tres días.
No es la primera vez que esto sucede. Ya tuvimos que suspender la cuenta. Yo creo que esto tiene que ver con lo que está pasando con Twitter y en general ahora con todos los problemas en que la moderación ha desaparecido. No sé qué es lo que sucede, pero esto me va a obligar, si sucede una vez más, a descontinuar mi cuenta.
— En todo caso, ¿qué motivó su ausencia en la marcha? Dado que su partido sí estuvo presente.
Creo que el Partido Morado estuvo presente y muy claramente visible. El problema es que uno como exjefe de Estado tiene que ver y analizar con cierto detalle en qué actividades participa o no. En mi caso, ¿qué añade o puede quitar mi presencia en las marchas? Es muy raro ver a un exjefe de Estado. ¿Usted ha visto alguna vez a un expresidente de la República en una marcha?
— ¿El señor Humala?
Que yo recuerde no lo he visto en ninguna marcha
— Quizás me equivoque (Aclaración: el expresidente Ollanta Humala sí participó de las marchas contra la vacancia de Martín Vizcarra en noviembre del 2020)
Yo creo que uno puede expresarse de otras formas y lo he hecho con toda claridad. Mi presencia en la marcha hubiera, posiblemente, generado más problemas y dificultades sin añadir mucho. Basta con que haya declarado y me haya declarado partidario de dos de las aspiraciones de la marcha (adelanto de elecciones e investigación por las presuntas violaciones de derechos humanos tras el 7 de diciembre del 2022). Sobre el adelanto, como dije en marzo y abril del año pasado, me sigue pareciendo la solución más razonable al entrampamiento político en el que nos encontramos. El segundo es una investigación de más de medio centenar de fallecidos que según la propia Fiscalía y Defensoría del Pueblo hay algunos manifestantes que recibieron disparos por la espalda. No veo forma alguna que, siguiendo estrictamente el protocolo de la PNP y el uso de la fuerza de las FF.AA., se pueda justificar el fallecimiento de una persona por efecto de las fuerzas del orden por un disparo por la espalda. No veo que alguien esté poniendo en riesgo mi vida si está apartándose o corriendo u arrodillado tratando de ayudar a otra persona herida.
— La condición de expresidente lo limita a varias cosas?
Definitivamente.
— ¿Qué extraña poder decir?
Le puedo decir que un expresidente, para bien o para mal, tiene cierta trayectoria. No es lo mismo que un expresidente trabaje para un grupo privado o para una institución del Estado. No es que esté prohibido, pero tampoco es un tipo de actividad que se vería bien. Trabajar con una agrupación privada se presta a todo tipo de especulaciones. Volver a trabajar en una institución del Estado realmente limita el rango que tiene uno y la estatura que ha tenido, así que lo que queda son las opciones académicas, la investigación, etc. En cierta medida limita. Recuerdo conversaciones con el expresidente Fernando Belaúnde a quien admiro mucho y que al final de su vida tuve el privilegio de reunirme con él varias veces. El presidente decía que hay ciertas cosas que un expresidente encuentra un poco difícil hacer.
— Regresar a la vida política es una puerta para recuperar esa libertad o está descartada?
Estoy en la vida política. Hay diferentes maneras de participar en la vida política.
— La vida política activa claramente.
Estoy en la vida política activa, conversando con gente, planteando ideas, dando entrevistas como esta, dando mis puntos de vista. Eso es hacer política también.
— Señor Sagasti, hagamos un pequeño Ping Pong. Yo le lanzo una palabra o frase y usted me responde brevemente con lo primero que viene a su cabeza.
Adelante
— Presidencia de la República
Una chamba (trabajo) complicada
— Covid-19
Un desafío enorme
— Pilar Mazzetti
Un desencanto
— Pedro Castillo
Pedro Castillo más que desencanto, déjeme pensar una palabra. Yo creo que fue un fraude.
— Keiko Fujimori
Candidata eterna
— Dina Boluarte
Limitaciones
— Manuel Merino
Más limitaciones
— Inti y Bryan
Una tragedia
— Policía Nacional del Perú
Policía Nacional del Perú, un grupo extraordinario que necesita orientación política
— Congreso de la República
Podría hacer muchísimo mejor
— Adelanto de elecciones
Necesidad
— Asamblea Constituyente
Posibilidad
— Partido Morado
Partido Morado, posibilidad y esperanza
— Jorge Basadre
Maestro
— El Perú
Una promesa y una posibilidad hablando de Basadre
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