Durante la misa y Te Deum por el 202 aniversario de la independencia del Perú, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, hizo un llamado a las máximas autoridades de la nación, la presidenta Dina Boluarte y Alejandro Soto, a “colocarse en la situación de ellos que más sufren” y reconocer los “desaciertos y los graves males” que han cometido.
“Parece que no se dieran cuenta que nuestro pueblo existe, sufre y demanda cambios urgentes. Parangonando nuestra situación con el texto de Isaías, el pueblo que caminaba en las tinieblas, el Perú de hoy, todavía no ve la luz en esta situación concreta e histórica. Más bien, es un pueblo vejado y abatido como oveja sin pastor que siente el peso de la oscuridad y la confusión. En efecto, muy pocas veces hemos llegado a 28 de julio en una situación igual de incertidumbre, tensión y división política como la que hoy vivimos”, dijo Castillo Mattasoglio.
“Por eso, desde mi misión corresponde hacer, con todo respeto, una invocación a las máximas autoridades del país a colocarse en la situación de ellos que más sufren, afrontando cara a cara nuestros desaciertos y los graves males en que hemos incurrido, incluidas las muertes que esperan aún justicia y reparación”, agregó.
En ese sentido, el representante de la Iglesia precisó que la institución no puede formular “estrategias o tácticas que corresponden al campo estrictamente político y económico”; sin embargo, afirma que no puede “quedarse muda ante el relajamiento humano y ético de la patria”.
“No puede dejar de llamar a todos a la unidad para un programa mínimo común y efectivo que prevé afrontar, con el concurso de todos los sectores sociales y políticos, la urgente necesidad de afrontar la situación dramática que se avecina fortaleciendo y anchando la participación y la democracia en vez de restringirla”, apuntó Castillo Mattasoglio.
Arzobispo de Lima reacciona a las encuestas
En otro punto de su mensaje, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo, se refirió a las encuestas y sostiene que estos estudios revelan “grave separación y distanciamiento” entre la clase política y la ciudadanía.
“Desde hace un año, cuando se fueron desvaneciendo muchas esperanzas por aquella estrecha ambición que no supo interpretar el sentir popular, la totalidad de las encuestas nos muestran de modo contundente que el desvanecimiento ha continuado y detectan la más grave separación y distanciamiento entre las capas dirigenciales, sobre todo las políticas, y la vida del pueblo sencillo y sus graves sufrimientos y demandas”, dijo.
Finalmente, aseveró que “ningún interés particular de persona, familia o grupo puede hacerse de nuestro patrimonio como su monopolio”.
“Y si todo es de todos, valoremos también los descontentos y los rechazos populares que condenan nuestros malos actos como dirigentes del país y nos exigen rectificaciones claras, oportunas y justas. Superemos la indiferencia y rehabilitemos la mejor política por el bien común de la nación”, sentenció Castillo Mattasoglio.