Uno de los mayores desastres ambientales ocurridos en la misma capital del Perú continúa causando estragos en la vida de los pescadores de Ancón y Ventanilla. A más de año y medio del derrame de unos 12 mil barriles de petróleo ocasionado por la empresa española Repsol se reportan zonas contaminadas y lo más alarmante del caso es que la multinacional apenas ha pagado el 10% de las sanciones que estipularon las autoridades nacionales.
Hace unas semanas la ministra de Ambiente, Albina Ruiz, manifestó a Bloomberg la petrolera Repsol apenas ha pagado 2.8 millones de soles, es decir solo el 3% de los 97 millones que tenía que abonar como sanción al Estado tras ser hallada responsable del derrame en el mar peruano. Repsol en respuesta dijo que en en realidad había pagado 9.8 millones de soles, pero esto representa solo el 10%.
Ahora, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) reportó que tomó muestras de agua, arena de playa y sedimento en formaciones marino-costeras de Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Chancay, Aucallama y Huacho. Estas acciones se realizaron con apoyo de la población local y la ciudadanía organizada.
Después de ello, la institución adscrita al Ministerio del Ambiente (Minam) informó que aún existen 19 zonas que presentan restos de hidrocarburos debido al derrame de petróleo ocurrido el 15 de enero del 2022 frente al mar de Ventanilla, en una de las estaciones de la refinería La Pampilla, operada por Repsol.
Este se convirtió en uno de los mayores desastres ambientales ocurridos en el Perú y pese a su poder económico, la empresa inicialmente no respondió adecuadamente, pues envió personal insuficiente a controlar el derrame y sin equipamientos necesarios. Incluso se intentó ocultar la magnitud del evento y se achacaron las responsabilidades al mal tiempo o al capitán del buque; sin embargo después investigaciones reportaron que Repsol no realizó el mantenimiento adecuado a las tuberías de carga de petróleo, las cuales lucían oxidadas.
Según el análisis de especialistas de OEFA, realizado entre mayo y junio de este año, en el grupo de las zonas aún impactadas se encuentran Punta Mulatas y Playa de Ancón, en el distrito del mismo nombre. En este caso, los valores de concentración de hidrocarburos registrados sobrepasan los Estándares de Calidad Ambiental (ECA) para el agua. Esto significa que aún es un riesgo para los ecosistemas marinos y costeros.
Por otra parte, los análisis de mar adentro (zona submareal) arrojaron presencia de hidrocarburos en el sedimento marino en el Terminal Multiboyas de Ventanilla y en la Zona Reservada de Ancón.
Además de estas zonas, se encontró hidrocarburo impregnado en superficies de la estructura de los muelles (sur y norte) de la Fuerza Aérea del Perú (FAP), ubicados en Playa de Ancón. El mismo hallazgo se registró también en rocas de la Playa Pocitos y Playa Carros Grandes, ambas en Ancón; igualmente en Playa San Juan y Playa Cala Serpentín 1, de Aucallama; y en Punta Lachay, en Huacho.
Asimismo, se ha encontrado presencia de hidrocarburos en áreas cercanas a la orilla (Intermareal), pero los valores de riesgo son menores.
En Santa Rosa: Playa Santa Rosa Grande (arena)
En Ancón: Playa Miramar (sedimento marino)
En Aucallama: Playa San Juan, Playa Chacra y Mar, Playa Pasamayo y Playa del Óvalo (arena de playa)
En Chancay: Playa Crisantemos, Playa Peralvillo, Playa Cascajo y Puerto de Chancay (arena de playa)
En Huacho: Playa Grande (arena de playa)