Melissa Klug se encuentra viviendo una linda etapa de su vida porque está en la duce espera de su sexto hijo, la cual ha concebido con su novio Jesús Barco, quien es menor que ella por 13 años.
Desde que inició su idilio con el jugador de Sport Boys, muchos de sus seguidores comenzaron a criticarlos por la diferencia de edad, pero ella hizo caso omiso a esas opiniones y se mostró muy segura de su relación en los diferentes programas de TV.
Ante la prensa, Melissa Klug se dejaba ver muy enamorada, además señalaba que tenía planes de matrimonio con Barco. Al año de relación, la expareja de Jefferson Farfán mostró orgullosa su anillo de compromiso y dejaron claro que los planes de matrimonio eran oficiales. Sin embargo, la pandemia llegó y no pudieron concretar su boda.
Muchos creyeron que ya no se casarían, pero Melissa y Jesús tenían otro planes, querían tener un hijo, por ese motivo, iniciaron algunos tratamientos médicos para que la popular ‘Blanca de Chucuito’ de 39 años pueda concebir sin contratiempos un bebé. Congeló sus óvulos e inclusive se hizo colocar un rejuvchip para aumentar la cantidad de sus hormonas.
Gracias a todo esto quedó embarazada y luego de tres meses lo anunció, a pesar de que Magaly Medina lo había adelantado en su programa de espectáculos. La parejita realizó una publicación muy tierna en su cuenta de Instagram junto a Jesús Barco, anunciando la llegada del sexto bebé para la empresaria y el primero para futbolista.
Sin embargo, los comentarios de los usuarios comenzaron a llegar, quienes criticaron su reciente embarazo con un cuarto hombre en su vida, inclusive se preguntaron si Jesús Barco y Melissa Klug vivirán en la casa que compró Jefferson Farfán para sus dos hijos con la influencer.
Melissa Klug responde a sus detractores: “Si me tienes envidia no me sigas”
Ante ello, Melissa Klug respondió fuertemente en el programa de Youtube ‘Café con la Chevez’ del diario Trome. Ahí señaló que todas esas personas que hacen esos comentarios malintencionados no saben su historia real, lo que sucede en el trasfondo de su entorno familiar.
“Yo ya estoy bañada en aceite. Como si supieran, es bien fácil escribir y criticar a la persona sin antes haberte puesto en sus zapatos, saber tu historia al menos. Es mucho lo que hablan y pueden deslizar en redes, pero no das la cara. Yo sé que todas esas personas que escriben cosas, nunca me lo dirían en la cara porque no tienen la valentía”, dijo en un inicio para el espacio digital.
Por otro lado, la madre de Samahara Lobatón explicó que ella misma es la que elimina esos comentarios en sus plataformas digitales.
“Yo he estado trabajando con una persona que veía mis redes, ahora yo misma reviso mis cosas, ella se encargaba de eliminar y bloquear, pero ahora, desde que yo manejo mis redes, simplemente hago lo mismo, elimino y bloqueo, son personas que no me suman nada... son mis redes y yo puedo hacer lo que quiera”, advirtió.
Además, señaló que esas opiniones vienen de personas que le tienen envidia y ante ello, la artista nacional les aconsejó que si tanto le molesta como es su forma de vivir, que la dejen de seguir y no la vean.
“Si alguien no está contento y está enfadada con ella misma o con mi vida y le causa dolor o estrés o envidia, simplemente no me siga o no vean mis cosas. Está bien que yo sea pública, pero si veo una persona pública y no me gusta su contenido, no la sigo”, contestó.
Melissa Klug aclaró que trabajaba cuando estuvo con Jefferson Farfán
Y ante tantos comentarios, Melissa Klug señaló al espacio digital que ella es una mujer muy trabajadora y que desde muy jovencita se dedicó a ser modelo para videos de publicidad y ser anfitriona en restaurantes de Lima.
“Yo trabajé muchísimos años haciendo reclames y estando en publicidad, desde muy chibola, desde muy joven. Cuando tuve a mi hija, a mi primera hija, me metí de anfitriona, de azafata, de todo lo que podía hacer. Si tenía que emprender y vender cosas, me iba al extranjero y traía mercadería, me recurseaba en todo”, confesó al Trome.
Por otro lado, señaló que aunque pocos crean, ella mantenía a sus hijas mayores cuando tenía una relación con Jefferson Farfán.
“Y estando con el papá de mis hijos, él teniendo una posición económica muy buena, yo hice una tienda en Estados Unidos con una amiga y traía bastante mercadería, él me compraba para su familia también. Él no era el papá de mis hijas y yo tenía que pagar colegios, tenía que darle su ropa, pagar su salud, podíamos tener la casa y la comida, pero los gastos de mis hijas yo tenía que cubrirlos. En ese tiempo Marquina sí cumplía, pero Abel no, tuvimos juicios, pero ya se arreglaron”, puntualizó.
Finalmente que su sexta pequeña será la última hija que tendrá y ya que no piensa tener más niños para la preocupación de sus detractores. “Ya cerré la fábrica definitivamente, para todas las que estaban preocupadas, están sufriendo bastante personas, ya es la última”, culminó.