Sector construcción marca semestre en rojo: habría caído 9,8%, ¿cuáles son las razones?

El sector construcción volverá a experimentar una nueva caída en junio (8,4%), según estimó la Cámara Peruana de Construcción (Capeco). De consumarse esta proyección, al cierre del primer semestre del 2023, la producción sectorial sufriría una disminución de 9,8% de enero a junio comparado al mismo periodo del 2022.

La razón de esta disminución en el crecimiento del sector se habría dado como consecuencia de una nueva contracción del consumo de cemento (-12.7%) y obras públicas, pese a una leve recuperación de 3,9% marcada en junio. De esta manera, el consumo del cemento estaría en un terreno negativo en 11 de los últimos 12 meses y, de manera consecutiva, desde setiembre 2022 hasta junio 2023.

Recordemos que el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) señaló que en mayo último, el sector construcción se contrajo 11%, una tasa mayor a la estimada.

De acuerdo con Guido Valdivia, director ejecutivo de Capeco, tanto el consumo de cemento como el avance de la obra pública—dos indicadores que explican casi el 98% del PBI de la construcción—, tuvieron un resultado fuertemente negativo.

En el caso del cemento, el índice alcanzado en mayo (-11,9%) fue prácticamente el mismo que el estimado por Capeco (-12,0%). Estos resultados adversos arrastraron a la economía en general, “situación que el país no había padecido en los últimos 20 años, exceptuando a la pandemia del Covid-19″, dijo.

Los resultados de la inversión y el empleo, vinculados al sector construcción, alcanzados hasta la fecha, parecen confirmar esta perspectiva negativa sobre el sector. Así, la inversión minera se contrajo 19,7% entre enero y mayo, acumulando 10 meses en escenario negativo y encaminándose a una retracción similar al cierre del 2023, estimada en 18,9% por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP).

Por otro lado, comentó que el índice de precios de los materiales de construcción volvió a bajar en junio, alcanzando un nivel similar al de mayo (-0,54%), indicador que acumula cuatro meses sucesivos en caída.

En dicho periodo descendió el precio del acero por cuarto mes consecutivo (11%) respecto a igual periodo del 2022, mientras que el de los ladrillos de arcilla bajó 9,3%. Desde la otra orilla, los precios del cemento, loseta y el costo de mano de obra crecieron 12,6%, 3,7% y 0,4%, respectivamente.

En comparación con el mes de mayo, la loseta y la mano de obra no aumentaron sus precios, mientras que los otros tres materiales los disminuyeron: el acero en 4,1%, los ladrillos en 0,9% y el cemento en 0,2%.

Valdivia refirió que en 2021, el sector construcción tuvo un rebote muy fuerte, sin embargo este estaba condicionado por la informalidad. “Esto ha perdido peso por la inflación”, indicó.

Entre los factores que confluyeron a la baja del sector construcción, según Capeco, es la retracción de la inversión privada, las lluvias severas durante primer bimestre 2023 producto de los fenómenos climáticos, los desajustes producidos en mercado inmobiliario y obra pública por alza de precios de materiales de construcción, así como la pérdida de la capacidad adquisitiva y el incremento de niveles de pobreza.

También se refieren a los casos de corrupción en la contratación de obras públicas y en los programas de vivienda social en el gobierno anterior. Además, del conflicto entre varias municipalidades y el Ministerio de Vivienda sobre el desarrollo de proyectos de inmuebles.

Aunque se percibe un ambiente de relativa tranquilidad, desde Capeco sostienen que el Gobierno de Dina Boluarte no puede considerar este escenario como un respaldo a su gestión.

Por el contrario, consideran que su discurso del 28 de julio por Fiestas Patrias, debería apuntar a una propuesta de un pacto nacional con el objetivo de emprender las reformas políticas necesarias e impulsar un programa de reactivación económica de la inversión y empleo.

En el caso del sector construcción, la Federación de Trabajadores de Construcción Civil (FTCCP) y Capeco han consensuado un pacto de medidas urgentes que plantean los siguientes objetivos estratégicos:

• Descentralización del proceso de planificación territorial.
• Impulso a la planificación urbano-territorial para la producción de vivienda, especialmente social.
• La articulación de inversiones en infraestructura y servicios públicos, especialmente de agua y desagüe.
• La coordinación de competencias entre los diferentes niveles de gobierno.
• Fomento de la formalización laboral y el fortalecimiento de la representación sindical.
• Creación de espacios institucionalizados para un diálogo público-privado transparente.

“El mensaje de Fiestas Patrias podría ser un punto de inflexión que haga que la confianza de la ciudadanía no se siga deteriorando”, opinó Guido Valdivia.