Víctor Rossel, el recordado goleador que hoy vende casas y es técnico de niños con habilidades especiales

Segunda parte de la entrevista con el exdelantero de Sport Boys. En esta ocasión, habló de la profesión que le cambió la vida después de su retiro, Paolo Guerrero y más.

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Víctor Rossel, exgoleador peruano, se
Víctor Rossel, exgoleador peruano, se dedica al rubo inmobiliario y entrena niños con habilidades especiales.

El fútbol, así como la ciencia, está en constante avance. Esto ha causado que los jugadores estén mejor preparados para extender sus carreras y llevarlas a los 40 años aproximadamente. Sin embargo, algunos deciden ponerles punto final antes de tiempo por diversos motivos. Justamente, Víctor Rossel calza con esta creencia y, ahora, dedica su tiempo a vender casas y a la enseñanza de niños con habilidades especiales.

El exgoleador de Sport Boys tuvo una trayectoria de más de 15 años en el fútbol profesional, pero ahora eso quedó en el pasado y se encuentra alejado de las canchas con otras actividades que le cambiaron la vida.

Rossel Del Mar le contó a Infobae Perú en la primera parte de la entrevista sobre los contratos que rechazó como jugador, la supervivencia a un choque automovilístico y otros sucesos que marcaron su carrera deportiva. Ahora habló su hinchaje por el cuadro ‘rosado’, su retiro, Paolo Guerrero y más.

- Siempre te identificaste con Sport Boys. ¿Cómo así?

Sí, porque tengo 47 goles con Sport Boys. He pasado campañas en Segunda División, Primera, con diferentes técnicos y siempre me he identificado con el club, la gente, el Callao. Hace poco fui al estadio y era bonito porque la gente se acuerda de mi todavía. Me hice hincha jugando. La gente del Callao es diferente, vive el fútbol de otra manera. Me hallo con ese tipo de gente y le tengo un cariño eterno. Creo que es muto. Cuando voy la gente me saluda y eso para mí es más que suficiente para decir que algo bueno hice en este equipo.

Víctor Rossel fue uno de
Víctor Rossel fue uno de los goleadores más queridos de Sport Boys. (Difusión)

- ¿Y qué tal te parece el equipo con Fernando Gamboa?

Muy bien. He quedado sorprendido porque ese partido con Alianza fue el mejor que hizo Sport Boys en lo que va del año. Alianza no hizo nada. No voy a hablar de la alineación o si se equivocó. Lo que vi fue impecable, todos. Y eso es del técnico, desde que lo ves declarar, su presencia, yo creo que eso también importa muchísimo. Desde que te mira a los ojos, manda algunas cosas sin faltar el respeto al rival. Con ‘el primer campeón peruano’ ya te está diciendo algo. Sé que sus entrenamientos son muy buenos porque es la misma escuela de Bielsa. Tengo buena referencia de él. Yo lo veo para, si no se queda en Boys, en otro equipo tranquilamente. Aparte no es cualquier persona, ha jugado en muchos equipos, sabe, conoce y está preparado. Tiene un preparador físico A1, se nota en la cancha. Te das cuenta cuando hay trabajo y que vengan más profesionales así, suman en el fútbol peruano, aplaudo. Sin desmerecer lo que ha hecho ‘Chicho’ Salas todo este tiempo con Alianza, porque veo que todo el mundo lo mata. Que ya va a salir, seguramente, porque hay un montón de intereses así, pero tiene su mérito también.

Con gol de Jesús Barco, los 'rosados' se quedaron con el triunfo por la fecha 4 del Torneo Clausura. (Video: GOLPERU).

- Víctor, ¿te retiraste oficialmente del fútbol?

Ahorita sí ya… Me retiraron, la vida me retiró del fútbol. Me retiró el miedo a qué iba a hacer más adelante. No lo hago porque digo ‘hasta acá llegué por una misión’. Sino por miedo a lo que vaya a pasar más adelante. Porque yo miraba cuando tenía 32, 33 años a los chicos de 38, 39, y yo no quería estar en la misma situación que ellos. Sin desmerecer a algunos que están muy bien ahora. Me moría de miedo, entonces me llevó a dejar el fútbol sin hacer despedidas. Creo que hice una carta en las redes sociales y agradecí a las personas que estuvieron conmigo y lo dejé, pero con mucha pena. Tu quieres llamar y no te contestan. ¿Qué haces? Tienes que reaccionar. Y los amigos, ninguno estaba; y las mujeres que eran las más lindas, ninguna estaba. Entonces te das cuenta de que te quedaste solo. ¿Y quién estaba ahí? Mamá y papá, y ahí también, porque acá te dicen ‘acá está tu plato de comida, tu camita, ya eres un hombre, verás qué haces’. ¿Qué haces? Si no has estudiado, si no tienes la economía como para poder solventarte como siempre lo hacías, con deudas. Que iba a estar en ese vaivén de jugar Segunda, Copa Perú, y sin desmerecer a los que lo hacen. Yo dije que esto se acabó. Y encontré este negocio con depresión y con miedo porque obviamente, ¿qué iba a hacer acá? Si yo no sabía hacer ni una cola en ningún banco. No sabía nada. Encontré en este negocio un estilo me permite llevar una vida tranquila, no acomodada, porque te mentiría. El que sabe de las ventas sabe que esto es relativo, sube y baja, a veces puedes vender y otras no vendes nada. A la par conseguí otros negocios producto del fútbol que me permitieron llevar una vida tranquila y darle valor a lo que yo hago ahora, que es entrenar a personas con habilidades diferentes, entrenar a señores. Todo lo que es fútbol básico, y el tema inmobiliario. Le doy valor ahora, mi tiempo es oro. Siento que le doy ese valor agregado que de repente no tenía y me ha permitido, a los 37 años, con altas y bajas porque todavía me sigo equivocando, menos que antes, zafar de la depresión y de la tristeza tan grande que fue dejar el fútbol. Yo creo que para los futbolistas es frustrante.

Víctor Rossel disputó su último
Víctor Rossel disputó su último año como futbolista profesional en Deportivo Coopsol el 2021. (Deportivo Coopsol)

- ¿Tú ya lo venías pensando?

Sí, a los 31 dije ‘ya, sí, no, en qué momento’. Todavía sonaba el teléfono, me llamaba Ayacucho FC, me llamaban de otro lado, zafaba del problema. Pero cuando la cosa se puso más picante, nunca he sido de pedir favores tampoco. Me la comía porque yo creo que así como uno tiene las pelotas para hacer problemas, también tiene que tenerlas para afrontarlos. Y lo hice solo. Cómo es la vida, se aparecen personas que yo creo que son ángeles, personas mayores que te hacen ver la vida de otra manera y que estoy eternamente agradecido porque ahora, como te digo, llevo una vida tranquila, alejada de problemas, alejada de cualquier tentación que yo vaya a tener. Me sigo equivocando en otras cosas como todo ser humano, pero yo del fútbol aprendí muchísimas cosas. ¿Qué es lo que me ha dejado? Los contactos, las experiencias. Me ha dejado vida, pero no más. Yo creo que ahorita estoy viviendo años felices, cosa que antes no me daba cuenta.

- Hablabas del retiro y que es un poco difícil que el fútbol te deje. En este caso, tú lo dejaste. Ahora, Paolo Guerrero viene afrontando una situación media complicada también porque es un jugador que todavía se mantiene. Lo ha demostrado en Racing, pero cuando le preguntaron sobre el retiro lo ve muy lejano, ¿qué te parece?

Escucharlo da muchas cosas, sentimientos encontrados. ¿Qué le puede decir a Paolo Guerrero? Para mí es el nueve… Yo soy Paolo ‘lover’. No he visto en mi vida, en mis años jugando fútbol, un centro delantero como él. Dime uno que se compare, ninguno. Puede hacer lo que le da la gana. Aparte tiene la vida ya, creo yo, asegurada. Paolo no busca plata, quiere jugar al fútbol porque ya se está dando cuenta que ya se acabó. Yo lo comento con algunos amigos de tu entorno y mi posición es clara: el fútbol para Paolo ya se acabó. A mí me encantaría que se vaya bien. Hay ciclos que uno tiene que afrontar. Pero él todavía está pensando como uno de 20 y quiere seguir jugando. Tú te das cuenta en el campo. Si bien físicamente está aparentemente bien, pero no es un jugador que te dura 90 minutos. No es el Paolo Guerrero que la paraba de pecho y aguantaba a dos o tres. Ya no es. Las velocidades son diferentes, salen chicos de 20, 25 y la fuerza es distinta por más que digan lo contrario. Ahora que ha llegado a este equipo (LDU) yo creo que le va a ir mejor que en el equipo anterior (Racing) porque va a ir a uno de altura. Cuando un delantero va a un equipo de altura de esa edad, los movimientos son diferentes. Se puede cansar de hacer goles si es que juegan para él, espero no equivocarme. Pero ya hizo todo lo que tenía que hacer, se acabó, ya son 40 años ¿A dónde más va a jugar? A mí me da pena.

Paolo Guerrero fue presentado como
Paolo Guerrero fue presentado como nuevo jugador de LDU de Quito a sus 39 años. (LDU)

¿Qué le vas a decir a él? ¿Cómo le vas a decirle a Paolo? Porque tú lo entrevistas y dice ‘no, yo quiero seguir jugando’. A ver dile a Paolo. ‘¿No crees tú que ya acabó?’ Yo creo que te contestaría mal porque hacerle entender a un futbolista, decirle que se acabó, es bien complicado, no lo va a entender. Te aseguro que le preguntas a cualquiera, ‘pero ¿por qué? Si yo estoy bien, no estoy loco’. Hay que hacerle entender a las personas que juegan fútbol profesional que el futbolista tiene fecha de caducidad, tiene un fin. Es la carrera más bonita, pero tiene fin. Yo le decía a Julio (Menéndez) la vez pasada ‘tú eres periodista deportivo’. Tú, Joaquín, eres periodista deportivo. Tú vas a dejar de serlo cuando tú quieras. Porque te pueden llamar o no de un trabajo, pero tú podes hacer otra cosa si lo quieres. Periodista deportivo vas a ser de acá hasta que te mueras. El futbolista, no. El futbolista va a ser exfutbolista, tú nunca vas a ser experiodista deportivo a menos que tú lo decidas. Entonces hacerle entender que el futbolista tiene fecha de caducidad, que tiene que aprovechar sus años, que tiene que saber invertir, ahorrar, pensar, cuidarse. Una campaña es una campaña, donde tiene que sacarle el jugo, donde tiene que hacer plata, donde tiene que irse al extranjero. El futbolista de acá tiene que irse al extranjero y allá que haga su vida. Como lo hizo Claudio Pizarro, que es el jugador más exitoso. Ni viene al Perú, ahí te dice todo. Si te quedas acá el entorno te envuelve. Carrillo igual y todos los que están afuera.

Claudio Pizarro jugó más de
Claudio Pizarro jugó más de 20 años en Europa entre Alemania e Inglaterra. (FCBayern)

Los que se quedan acá son pocos los que están salvados, los que de repente mantienen un régimen ya no jugando fútbol. Sin ir muy lejos, dime a los exfutbolistas de la Copa Leyendas. Dime uno que tú digas…, que yo no veo y me da mucha pena. Es el ambiente del fútbol tan pobre que siempre existe. Antes debió haber psicólogos y ahora hay también los coach, que te transmiten otra cosa, que te hacen ver la vida de otra manera, que el futbolista también puede hacer otras cosas. Cuando dejé el futbol me decían ‘Víctor, ¿qué vas a hacer?’ Voy a vender propiedades ‘¿Cómo? Pero si tú no sabes hacer eso’. Entonces, ¿por qué no? El futbolista también tiene un cerebro igual que todos, tiene derecho a reivindicarse de otra manera. Y fue lo que yo hice, me integré a la sociedad real, al tomar el micro, el taxi, a darle el valor de 100 soles. Yo puedo asegurar que 100 soles son 10 soles. El futbolista peruano, te lo puedo asegurar, que mil dólares se los gasta en su papá, en darle porque le falta, a la chica, a la trampa y al amigo para tomar. Son pocos los que dicen ‘mil dólares, aguanta’. Hay pocos porque ahora veo que hay más profesionalismo, pero a ver dile tú a una persona común, de la calle que viva el día a día, dale mil dólares y le dura dos o tres meses. Y con eso vive una familia. El futbolista peruano vive cegado y yo era así, no vivía con la realidad. Y reaccioné rápido porque ahora le doy la importancia a mi trabajo, a mi tiempo y al dinero, así de simple.

- ¿Cómo así decidiste emprender en el tema inmobiliario? Me comentaste que también eres entrenador para chicos con habilidades diferentes.

A ver, Remax es grande, hay sedes en todos lados, son más o menos 147 oficinas, como franquicias y yo pertenezco a Remax Pro. El dueño de esta oficina se llama Glicerio Camino, que es mi gran amigo. Cuando yo llegué acá tampoco creí en mí. Así como ‘Neneka’ me llevó al fútbol, en este negocio me contacté con Iván Gastulo, una persona mayor que tiene años trabajando como agente inmobiliario. Él me propuso entrar acá con varias cosas de por medio. Y me hizo una entrevista, pero cuando entré a la oficina me quería ir. La típica, llegué como pelotero, con short, polo, gorra. En mi primera entrevista me puse a llorar porque estaba en depresión. Le di tanta pena a Iván, que él también se puso a llorar porque su mamá había fallecido. Hubo cruces y nos dimos un abrazo. Él sabía de mi historia más o menos porque todavía sonaba, y me dijo que nunca había capacitado a nadie, que no tenía todavía la aceptación para integrar esta profesión. Pero confió en mí y me capacitó. Me dejó tareas y sabía que tenía que hacerlas, pero por dentro decía ‘¿qué estoy haciendo?’. Que el metro cuadrado de acá… ¡Dios mío! Esto es chino. Ajá, sí, sí, claro, mi mente estaba en otro lado. Mi mente pensaba que tenía que pagar y no había nada. Tengo que pedirle a papá aún con lo poco que tenía ahorrado, y tengo que vender el carro para sobrevivir… Comencé, me la comí en el sentido de que cada vez que me acuerdo no quisiera volver a esta situación nunca en mi vida. No se la deseo ni a mi peor enemigo. Pasé noches llorando. Y con Iván estuve de la mano. Producto de tanto esfuerzo y porque me metí de lleno, vendí una propiedad valorizada en más de un millón y medio de dólares. Me vendí un terreno en Miraflores con parámetros para diez pisos a una de las constructoras más fuertes habidas y por haber como es Edifica. Los dueños, Remax en general, ya sabían que había un futbolista porque yo seguía en Boys. Mis últimos años fueron el 2020, el 2021 y llegué al equipo de Marcelo Vivas, que no jugué mucho. Al inicio dudaron, hasta que pasó el tiempo y el futbolista se vendió un terreno en más de un millón y medio de dólares con comisión al 4%. Te juro que en ese momento se me cayeron las lágrimas, no por el dinero, porque obviamente me paré, sino porque pagué lo que tenía que pagar, zafé de todo, salí de la casa de mi papás de nuevo. Mi vida cambió, pero era más por demostrarle a mi familia y a mi entorno que yo sí podía. Todos me dieron la espalda. Le decían a mi papá ‘¿y qué está haciendo Víctor Alfonzo? Cuéntame, Víctor Hugo. Mi mamá se llama Isabel. ‘Ay, pucha, pobrecito, hay que apoyarlo, hay que darle un like a su página’. Mi prima me decía que tenía un departamento y me lo iba a dar, pero lo tenía un agente inmobiliario de otra empresa, ‘igual te lo voy a dar’. Le vendí a mi prima, a mi hermano mellizo, a mi otra tía, asesoré a mi papá. Si antes era todo trofeos y pelotas en mi casa, ahora son propiedades, etc. Y le hice entender a mi entorno y al de acá también (en Remax), que soy un ser humano igual que todos, que me reivindiqué y que podía.

Víctor Rossel trabaja como agente
Víctor Rossel trabaja como agente inmobiliario para Remax Pro. (Víctor Rossel)

A raíz de esa venta me hice muchísimas ventas que me han permitido poder mantenerme en un negocio que es duro, que no es fácil. Yo era un futbolista profesional conocido, que me había ido al abismo y que tenía que reivindicarme con este negocio y demostrarles, al margen de lo económico, que todos estaban equivocados. Y me sirvió para estar dentro de los primeros hasta ahora.

- Lo sentiste como un reto…

Sí, creo que fue un reto personal, pero me sirvió porque me quité la venda. Dije, ¡Dios mío! Yo estaba realmente equivocado. Recibir una comisión, que es fuerte, es tu esfuerzo. O sea, con esto tú tienes que dosificar y decir esto para acá, acá, acá. No es ‘ah ya listo, soy futbolista y a fin de mes cobro’. Espérate, es tus lágrimas, tu sudor, tu esfuerzo. Se puede, pero fue durísimo.

- ¿Y en tu faceta ahora como entrenador de chicos con habilidades diferentes?

Si bien el fútbol me dejó contactos, estos me han servido porque me ven bien. Saqué uno que otro certificado. Yo no quería entrenar a equipos, sino a personas. No la típica, sino a enseñarles conceptos básicos de lo que es el fútbol. Hay mucha gente que ahora quiere jugar, yo veo un montón de campeonatos que hacen de ligas, padres de familia, exalumnos, pero hay varios que no tienen ese fundamento. Entonces cogí ese sector para enseñarles los fundamentos básicos del fútbol a mujeres y hombres. Y me ha servido para coger una rama que es bien emotiva, que son los niños con habilidades diferentes, que son pocos. Hay que tener una paciencia enorme.

El exgoleador peruano dedica parte su tiempo a la enseñanza del balompié a infantes. (Video: rossel_goles85)

Todo eso es producto de lo que me dejó el fútbol profesional de tantos años. Entonces yo estoy ligado por el fútbol de esa manera. A la par trabajo con Julio Menéndez en un programa deportivo y me mantiene ligado al fútbol. Más no quiero, no deseo, hasta ahí nomas llego, me siento bien haciendo eso. Lo veo como un trabajo también.

- ¿No planeas involucrarte en nada más que sea el fútbol? Como entrenador, dirigente…

No, me han dicho, pero no. Quiero mantenerme como estoy porque encima dispongo de mis tiempos. Yo creo que cuando haces muchas cosas al final, lo escuché en un podcast, terminas haciendo nada. Entonces me voy a meter de lleno a lo que es esto, más de lleno de lo que estoy porque estoy estudiando hasta fotografía inmobiliaria. Este es un negocio que tienes que capacitarte todos los días. Si crees que lo sabes todo, perdiste, porque la competencia dura.

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