Luego de contaminar una reserva natural, provocar la muerte de cientos de animales y afectar la vida y susbsistencia de pescadores de Ventanilla y Ancón, la petrolera Repsol apenas ha pagado 2.8 millones de soles, es decir solo el 3% de los 97 millones que tenía que abonar como sanción al Estado tras ser hallada responsable del derrame de 10 mil barriles de petróleo en el mar peruano.
Un año y medio después, la ministra de Ambiente, Albina Ruiz, advirtió sobre esta falta, mientras la población local de Ventanilla, en el Callao, aún padece por las manchas oleosas del hidrocarburo que aún son visibles.
Así lo recogió recientemente el medio Bloomberg, puesto que hace dos días no hizo referencia al ecocidio, durante el mensaje que la presidenta Dina Boluarte emitió junto a sus ministros.
La ministra señaló que Repsol aún debe pagar al menos otros 19 millones de soles porque dichas sanciones ya fueron confirmadas, mientras que la empresa dijo que habían apelado porque no consideraban a las multas como aplicables. “Si el órgano superior las confirma, Repsol obedecerá lo que digan las autoridades del país”, dijo la compañía en su comunicado.
Aunque la titular del Minam señala que la empresa solo ha pagado el 3% de las multas impuestas, Repsol en una manifestó que en en realidad había pagado 9.8 millones de soles, pero esto representa solo el 10%. Es decir, también reconocen no haber pagado la totalidad de las sanciones pese al tiempo transcurrido.
Las jugadas de Repsol
El derrame de crudo ocurrió el 15 de enero del 2022 en una instalación submarina de la refinería La Pampilla, propiedad de Repsol. Según la compañía, el accidente que provocó la caída de miles de barriles de petróleo al mar fue causado por obra del buque Mare Doricum, que en su maniobra destrozó las mangueras y el sistema de carga, según el máximo representante de Repsol en Perú, Jaime Fernández-Cuesta.
Antes habían dicho que la “violencia” del oleaje causó el desastre, pero después se aclaró que aquel día el mar estaba calmo.
Después de los argumentos cuestionables de la petrolera, imágenes obtenidas por el Ministerio Público dieron cuenta de un deterioro de las tuberías, que se hallaban en un estado de oxidación.
El ingeniero senior en corrosión en Alaska, Bill Mott, sostuvo que la tubería “adelgazó” desde el exterior. “Parece estar fuertemente corroída, queda claro que se había deteriorado”, agregó.
Expertos internacionales consultados por el medio Ojo Público concluyeron que el deterioro de las tuberías por el óxido se trata de un problema por “falta de mantenimiento” periódica por parte de Repsol.
Aún así, la compañía aún se niega a responder por sus faltas y la grave afectación ambiental que produjo al Perú.