Los que me conocen seguro dirán que hablo por mi caso particular. En la familia de mi padre el mayor de mis tíos era completamente canoso a los 40 años y bueno yo seguí más o menos la misma línea. Hace varios años se acuñó la frase en inglés “silver economy (economía plateada)” para referirse a estos consumidores, los adultos mayores, a los que antes prácticamente nadie les daba bola en las campañas de marketing. Aunque aún no soy técnicamente parte del grupo etario, estoy cada vez más cerca; y para los de mi generación, les aviso que el cambio de categoría ocurre a los 60 años.
Lo cierto es que si uno mira 45 años atrás la esperanza de vida de un peruano era sustancialmente menor a la actual. Hoy los peruanos nacen con una esperanza de vida de 77 años, pero en el año 1980 era sólo de 60 años. Es decir, el peruano promedio no aspiraba nunca a ser parte de la economía plateada. Pero el dato que realmente nos interesa no es precisamente ese sino cual es la esperanza de vida de los que si llegaron a cumplir 60 años. Es decir, cuántos años los peruanos de la edad plateada permanecerán en la categoría. En 1950 esa cifra era 13 años en promedio. Es decir, el peruano que llegaba a ser adulto mayor vivía en promedio hasta los 73 años. Hoy esa cifra es 22 años. Es decir, si llego a los 60 años, en promedio debería vivir hasta los 82 años. Estos son datos para 2020 de la CEPAL.
Esta información es importante porque eso significa que si llego a los 60 años voy a seguir siendo consumidor por los siguientes 22 años, ya no sólo 13 años. Más vale que las empresas me tomen en consideración porque seré o no cliente de ellos por mucho tiempo. Y en la medida que los países se siguen envejeciendo habrá más y más gente en esa categoría. Los mayores de 60 años representaban sólo el 7% en 1950 y hoy son casi el doble. Pero lo más importante es que en sólo 25 años más serán la cuarta parte de la población.
La pregunta que varias empresas se están haciendo hace buen tiempo es cómo aprender a vender bienes o servicios a esa población que será cada vez más importante en nuestro país (y en el resto del mundo también).
Ya no sólo se trata de las empresas farmacéuticas o las de cuidado personal sino también las de entretenimiento, inclusive las de educación, pues muchas personas recién en esa etapa de la vida tienen el tiempo o el dinero para sacarse el clavo y aprender eso que quisieron saber hacer desde que eran jóvenes.
Las compañías de seguro también tienen un reto complejo con esta población porque antes era mucho más fácil financiar la vejez, porque la vejez duraba relativamente poco. No es lo mismo ahorrar durante 40 años para disfrutar durante los siguientes 10 a que ahora sean 30 o 40 años de vejez. Esto implica que se necesitará ofrecer mayores opciones de productos que trasladen riqueza creada en nuestra juventud hacia nuestra vejez. Pero también implicará repensar mucho más los esfuerzos por campañas preventivas porque quisiéramos que las personas lleguen más sanas a su vejez.
En otros países tenemos zonas residenciales especialmente dedicados a personas en este rango de edad, una manera muy interesante de mitigar uno de los problemas más graves asociados a la economía plateada que es la sensación de soledad o abandono que pueden sufrir. Vemos a varios municipios muy activos construyendo centros para el adulto mayor como una alternativa muy económica para concentrar ese apoyo en actividades para esas personas. ¿Sabe usted cuáles son los distritos con mayor población de canosos?