A una semana de conocerse la grave denuncia por plagio, la presidenta de la República, Dina Boluarte, ha preferido mantenerse en silencio y evitar cualquier contacto con la prensa para no responder sobre una acusación que se ha vuelto común entre políticos y autoridades: presentar trabajos de investigación que han hecho otros como si fueran suyos para obtener algún grado académicos o puesto de jefatura en el Estado.
El pasado 9 de julio, un informe del programa Punto Final reveló que el libro El reconocimiento de los Derechos Humanos y el Derecho Internacional Humanitario, donde la mandataria aparece como coautora, tiene un 55% de contenido que provendría de fuente no citada.
Además, existen varios fragmentos y páginas enteras idénticas a publicaciones anteriores de autores extranjeros, sin embargo, ni sus nombres ni sus referencias aparecen por ningún lado, pudiéndose constituir plagio, un delito penado con una sentencia máxima de hasta 8 años de prisión, según menciona la abogada Romy Chang. La condena implicaría prisión efectiva en caso de superar los 4 años.
Además, el texto fue consignado por la propia Boluarte en su currículum vitae para postular a una plaza como asesora de alta dirección en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) y tener así más oportunidades de ser elegida. Sin embargo, en presentaciones posteriores, el libro no volvió a aparecer en su CV para postular a otros cargos, lo que implicaría que, la hoy presidenta, consideraba que era mejor ya no mostrar el texto como suyo.
Idoneidad de Turnitin
Para entender mejor cómo se constituye el plagio en los trabajos académicos, consultamos a Andrés Melgar, jefe de la Oficina de Investigación de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), quien explicó que, a pesar de que libro fue publicado en 2004, el programa Turnitin sí se puede aplicar para identificar textos que se encuentran escritos en otros documentos.
“Turnitin es un software que ayuda a encontrar similaridad textual. Es una herramienta que reemplaza lo que uno antes se hacía de manera manual. Ahora se hace de manera automática”, explicó y añadió que el uso de esta herramienta es hoy usual en las universidades peruanas.
Melgar indicó que es importante que las universidades y otras casas de estudio enseñen a sus alumnos “el uso de buenas prácticas de citación y referencias en los trabajos académicos”. Sin embargo, precisó que una cosa son los estilos de citación y descuidos y otro la ausencia de citación que es lo que el informe de Punto Final señala en el libro de Boluarte.
Por otro lado, explicó que luego de que Turnitin identifica la similitud de textos, para que se configure un plagio, es necesario que esto también sea verificado por Indecopi, la Fiscalía u otra autoridad, ya que el software se configura para encontrar cierto grado de similitud. Además, debe revisarse también la similaridad de ideas ya que el parafraseo de una idea no citada también es considerado como plagio académico.
En el mundo universitario, el plagio no solo es sancionado según los estatutos de cada casa de estudios, además de ser un delito penal, el académico que comete plagio “desaparece del mundo de la investigación” y ya no puede ser considerado un buen profesor, incluso se le puede llegar a quitar el grado académico.
Repositorio abierto
El especialista de la PUCP indicó que existe un proyecto denominado Alicia, un Repositorio Nacional Digital de Ciencia, Tecnología e Innovación que permitiría el “acceso abierto al patrimonio intelectual resultado de la producción en materia de ciencia, tecnología e innovación realizada en entidades del sector público”.
Este repositorio permitiría un acceso transparente a todos los trabajos académicos de las autoridades que hoy vienen siendo cuestionados por presuntos plagios o porque no son públicos, como la tesis de la Fiscal de la Nación, Patricia Benavides.
Finalmente, resaltó la importancia de que se tome en cuenta para cargos importantes, los trabajos académicos de los aspirantes ya que eso es evidencia de su especialización en un tema. Y en caso de que se encuentren plagios estos deben ser sancionados.
Caso es investigado por la Fiscalía
El miércoles, tras una reunión de Consejo de Ministros, el jefe de Gabinete, Alberto Otárola, confirmó que la presidenta Boluarte enfrenta una investigación fiscal por la denuncia de plagio de su libro.
“No se trata de un libro de la autoría de la doctora Boluarte, sino un texto en el que participan siete profesionales. [...] Ya se inició una investigación fiscal, y estamos dispuestos a colaborar con estas investigaciones, no tenemos ningún problema”, argumentó y agregó que Boluarte “se va a allanar a todas las investigaciones”, aunque no precisó cuándo se pronunciará sobre el caso. “En su momento dirá lo que tenga que decir”, señaló.