Un grupo de estudiantes de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) tomó este viernes las puertas tres y cinco de la casa de estudios para protestar por la suspensión de clases presenciales ante la tercera ‘Toma de Lima’, una protesta antigubernamental convocada para el 19 de julio por grupos sociales, sindicales y políticos que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte y el cierre del Parlamento.
Las clases virtuales fueron designadas por la alta dirección y el vicerrectorado académico debido a “razones de seguridad” y “prevención de contingencias”; sin embargo, los alumnos la rechazaron la medida y solicitaron dialogar con la contadora Jerí Ramón, rectora desde 2021.
A esta demanda se suma un pedido para que los fondos de los conciertos realizados en el Estadio San Marcos sean administrados nuevamente por la Oficina General de Bienestar Universitario (que se encarga del comedor y la residencia), y ya no por la rectoría, a la que acusan de presunta malversación de fondos.
Según el alumnado, las pruebas de sonido son cada vez más continuas en horas de clase e interfieren con el desarrollo de las actividades académicas. También han denunciado una reducción de las raciones alimenticias que perciben.
Al grupo de manifestantes se unieron moradores de la Unidad Vecinal N.º 3, aledaña a la institución, quienes desaprobaron la contaminación acústica originada por estos eventos.
“Estamos solicitando que las autoridades se sienten a resolver problemas que vienen desde mucho antes. Problemas del bienestar universitario y en torno a la transparencia del uso del presupuesto de nuestra universidad y en lo que concierne al comedor, la residencia, el transporte, la salud y el deporte“, dijo a RPP Marcos Tello, presidente de la Federación Universitaria.
“Además, el uso que se le está dando al estadio no beneficia a los alumnos. En ningún momento hemos podido ver con la rectora de qué manera se puede hacer uso correcto del estadio. Hace pocos días, unos deportistas han sido impedidos de utilizar el campus por el concierto que se realizará mañana”, abundó.
El dirigente estudiantil mencionó que requirió una cita con Jerí Ramón este viernes a las 16:00 horas, aunque no obtuvo respuesta. “Esto nos hace creer que la rectora está en la incapacidad de resolver los problemas que tenemos como estudiantes. Ha hecho creer que nuestra lucha es un asunto [relacionado] con las protestas en Lima, y no. Tiene que ver con demandas que vienen de hace tiempo”, remarcó.
Por su parte, César Santamaría, representante de la Unidad Vecinal N.º 3, señaló que respalda la protesta ante el “hartazgo” y “excesivo ruido” originado por los eventos artísticos. “Cuando hay un concierto son cinco, seis días de tortura. Estamos hartos. Todos tenemos derecho a descansar, tenemos hijos, hay personas de la tercera edad”, dijo en compañía de moradores de la zona adyacente.
A inicios de año, el campus de San Marcos había servido de alojamiento a cientos de manifestantes que llegaron de varias regiones del sur del país y fueron desalojados por la Policía Nacional en un operativo que tumbó las puertas del centro de estudios.
La Universidad Nacional Federico Villarreal anunció, de igual modo, que las clases y exámenes parciales programados para la próxima semana en sus múltiples sedes de Lima se realizarán en forma virtual.
De momento, la ministra de Educación, Magnet Márquez, descartó que se evalúe la suspensión de las clases por las protestas anunciadas, pues, dijo, “no hay nada” que los haga pensar que la seguridad de los estudiantes pueda estar en riesgo.