Desde sus orígenes, el ser humano ha buscado nuevas formas de mejorar su calidad vida; desde la invención de elementos rudimentarios que ayudaban en la caza y recolección en las primeras civilizaciones, de las cuales hay amplia evidencia histórica, hasta elementos orientados a rituales, estética, entre otros.
Dentro de estos avances aparece el trabajo con las fibras, y eventualmente el tejido como una de las tantas técnicas que se fueron desarrollando a lo largo de los años. El antiguo Perú no estuvo exento de esa realidad, ya que las sociedades precolombinas conocían muy bien el arte del tejido y era sumamente valioso dentro de sus vidas.
Hermosas piezas elaboradas con fibras de camélidos y algodón dan cuenta de la relevancia de este arte que servía para elaborar vestimentas, pero también para difundir ideas y llevar mensajes, dar obsequios, distinguir clases sociales y tenía en su haber una gran cantidad de información.
Naturalmente, el tiempo no pasa en vano y bien lo saben aquellos que hoy se mueven dentro de la la industria del tejido en diferentes escalas; las técnicas han variado, se han reinventado y diversificado, pero el tejido en sí mismo no ha dejado de tener parte de la esencia con la que fue concebido y, dentro de ella, su dimensión como una forma de expresión ha tenido un crecimiento exponencial y se ha convertido también en sinónimo de bienestar tanto en el área física y mental.
La pandemia: Un punto de inflexión
Para hablar de cómo el tejido actualmente constituye una actividad que aporta positivamente en el bienestar de las personas, es necesario hablar de uno de los tiempos modernos más difíciles que hemos afrontado: la pandemia por la COVID-19.
Infobae Perú conversó con Karlyn Rolas Talavera, directora y fundadora del festival Lima Teje, quien explicó que efectivamente existe un antes y un después respecto de la pandemia y su relación con una explosión en la práctica del tejido. Durante esta época se pudo ver un mayor entusiasmo sobre esta actividad, que hace mucho tiempo parecía reservada únicamente para las madres y abuelas del hogar.
Desafortunadamente, la emergencia trajo consigo no solo un mar de creatividad, sino que dejó a su paso una serie de problemas y profundas heridas emocionales en miles de personas que sufrieron pérdidas irreparables.
Entidades como la Organización Mundial de la Salud (OMS) o Unicef han alertado acerca de los problemas de salud mental que padece una buena parte de la población en Latinoamérica.
Por otro lado, un informe del Ministerio de Salud (Minsa) reveló que las atenciones por salud mental se incrementaron de 400 mil a más de un millón durante la emergencia, siendo los cuadros de ansiedad, depresión, síndrome de maltrato y trastorno de emoción y comportamiento solo algunas de las principales patologías que aquejan a la ciudadanía. Una situación que resulta, por lo menos, preocupante.
En este contexto, actividades como el tejido se presentan como una opción que podría ser beneficiosa y aportar de forma significativa en la mejora del estado anímico y el bienestar personal.
Los beneficios del tejido a mano
Karlyn explicó algunos de los beneficios principales que aporta el tejido en el área de salud y bienestar mental y físico de las personas que disfrutan de este arte, pero también para quienes desean introducirse en este fascinante mundo.
- El arte del tejido genera endorfinas: También conocidas como las “hormonas de la felicidad”, se encargan de producir sensación de tranquilidad y bienestar.
“Creo firmemente que el tejido es una actividad adictiva porque genera endorfinas. Una vez que culminas un proyecto, la sensación no es la misma que cuando pintas. Al pintar, dejas tu huella en el lienzo, te expresas y puedes lucirlo en tu casa, pero no puedes llevarlo a todas partes. En cambio, con el tejido, puedes llevarlo contigo y decir con orgullo: ‘Lo hice yo, invertí tanto tiempo, utilicé tales materiales, me llevó un año, dos meses, una semana, lo que fuera’. Hay un sentimiento de cariño y dedicación implementado en esa labor”, aseguró Karlyn.
- Una actividad que ayuda a meditar: Para la directora del Festival Lima Teje, el tejido permite disfrutar de un momento de paz personal. Sin duda, espacios que son necesarios dentro del ritmo habitual que la mayoría de personas llevan en sus actividades diarias.
- Fomenta la concentración: Al tejer es necesario mantener el enfoque en el trabajo que se está realizando, por ello, es una buena manera de concentrarse.
- Una forma de expresión: Karlyn resaltó en entrevista la gran importancia y el positivismo que hay detrás de esta actividad para la ayuda personal y mental, ya que les permite a las personas expresar emociones que muchas veces están reprimidas.
“Influye mucho tu estado anímico al realizar arte en telar. Por ejemplo, la elección de colores dice mucho sobre tu situación y es una forma de expresarte. Como dicen los psicólogos, es necesario sacarlo para poder liberarte. Entonces, el tejido se convierte en una manera de canalizar esas emociones guardadas o incontrolables y expresarlas en algo tangible, que puedas ver y llevar con orgullo. Creo que es una herramienta muy efectiva para soltar cargas emocionales, como la ansiedad y el estrés, y dejarlos ir. En el tejido, la obra habla por sí misma”, argumentó la directora y fundadora del festival Lima Teje.
- Crea nuevos lazos y amistades: Hoy en día hay una gran comunidad de tejedoras y tejedores en diversos lugares del Perú, de este modo, muchas personas que se inician en la labor logran insertarse en pequeñas comunidades y conectar la una con la otra.
“Crea justamente otro grupo de amistades que también se hace cada vez más fuerte porque es parte de la actividad que ahora emprendes”, sostuvo.
- Te hace más consciente de tu cuerpo: Aunque parece una actividad en la que solo intervienen las manos, la realidad dista mucho de ello, ya que todo el cuerpo está involucrado desde la elección de una buena postura que permita realizar un tejido de forma adecuada, hasta la realización de ejercicios y estiramientos para mantener en buen estado la musculatura que interviene al realizar esta labor y evitar dolencias por malas prácticas.
Oportunidad de emprendimiento
Otro factor sumamente importante al hablar de tejido es sin duda la oportunidad de crecimiento que ha representado para muchas personas que han encontrado en esta actividad una puerta abierta para iniciar emprendimientos y mejorar o sacar a flote la economía de sus hogares.
En tal sentido, Karlyn destacó que es necesario “quitar esa falsa creencia de que no se puede vivir del tejido”, ya que este representa hoy en día una profesión que tiene el mismo valor que cualquier otra y requiere un tiempo de formación y crecimiento.
“Existe este pensamiento negativo de que no vale la pena hacerlo si no te pagan. Creo que muchas personas pueden tener esta idea, por lo que es importante darle el lugar adecuado para que la gente se sienta segura y empoderada al realizar esta actividad sin miedo alguno. Es necesario que la gente reconozca que es una actividad que merece ser valorada en su totalidad y que puede generar una remuneración significativa, tanto a nivel local como internacional”, declaró
Una actividad sostenible
No es un secreto que son tiempos difíciles a nivel mundial debido al poco cuidado que ha tenido el ser humano de la naturaleza. Así lo reflejan los cambios bruscos en el clima, producto del calentamiento global o la aparición de diversos fenómenos naturales poco usuales. La contaminación también se presenta como un problema real que ha movilizado a miles de personas a optar por estilos de vida que aporten en el cuidado del medio ambiente.
Así, Karlyn Rolas sostuvo que estamos en una época de un consumo más consciente, resaltando que en Perú contamos con las mejores fibras del mundo, que además son sostenibles.
“Si vas a dedicar tiempo a hacer tejidos, es importante que lo hagas de manera consciente y sostenible. Al trabajar con fibras acrílicas, estas permanecen en el medio ambiente durante más tiempo. Sin embargo, si trabajas con fibras naturales, ya sean de origen animal o vegetal, estás contribuyendo a un consumo más consciente y sostenible en el mundo. Ambas opciones tienen sus ventajas y ninguna es mala en sí misma. Al elegir entre ellas, cada persona puede tomar en cuenta su presupuesto y preferencias. En ambos casos, se han desarrollado productos de alta calidad y excelentes opciones”, dijo.
Asimismo, aseguró que elegir tejer prendas en lugar de adquirirlas contribuye con el cuidado del planeta.
“Ahora la gente reflexiona más antes de comprar ciertas prendas. Puedes ver una prenda en una tienda y pensar: ‘Mejor me la tejo yo mismo/a con una fibra más hermosa, duradera y tal vez al mismo precio’. Así, podemos tener en nuestro guardarropa piezas hechas por nosotros mismos, las cuales durarán más tiempo y tendrán un valor sentimental al decir: ‘Yo mismo/a lo hice’. De ahí surge también la idea de la sostenibilidad en nuestro consumo”, mencionó.
Festival Lima Teje
El mundo del tejido tiene un sinfín de oportunidades para ofrecer y es, indudablemente, una actividad que ha logrado popularidad, por ello, se realiza por tercera vez en Lima el Festival Lima Teje, que además de reunir emprendimientos de este sector y ofrecer talleres, masterclass y diversas actividades gratuitas; permitirá a quienes inicien en este mundo conocer un poco más al respecto y encontrar todo lo que necesitan para empezar.
Karlyn Rolas detalló también que este festival busca brindar un espacio donde dar a conocer diferentes aspectos del tejido y que fuera más allá del concepto de únicamente vender producto. Rápidamente la idea se materializó y logró alcanzar a miles de personas en redes, quienes abarrotaron la primera edición del festival Lima Teje y han hecho posible que este evento ahora tenga mayor alcance y notoriedad.
“El festival nace con el objetivo de ser una experiencia para nosotros, para los que participan como staff, incluso para los talleristas y las personas que asisten. Que sea una experiencia diferente, por eso siempre recalco que no es una feria, es un festival que tiene muchas actividades y querernos que deje una marca en la gente para que siempre lo tengan en cuenta”, precisó.
Con esta visión, el festival Lima Teje se ha realizado este fin de semana, desde las 10:00 a. m. en el hotel Hilton de Miraflores, con entradas que tienen un valor de S/ 20 y una gran cantidad de actividades para los amantes del tejido.
Finalmente, Karlyn Rolas aseguró, antes de culminar la entrevista, que para empezar a tejer “lo único que se necesita son ganas de aprender y paciencia”.
“Simplemente les diría atrévanse a hacerlo, es tener ganas de hacerlo, atreverse y paciencia no más. Lo que les llama la atención pues probarlo ¿Qué puede ser lo peor?, que no les guste, probar otra cosa, siempre he dicho que el tejido tiene algo mágico, entonces cuando te engancha ya es muy difícil que te suelte”, puntualizó.