En esta última edición de ‘Al Fondo Hay Sitio’, Francesca regresa a su casa luego de haber estado hospitalizada. La familia Maldini se muestra bastante preocupada por los últimos sucesos que los han puesto en peligro, especialmente por la aparición de Claudia Llanos.
Al llegar a su hogar, lo primero que hace la empresaria es pedirle a su esposo Diego que la acompañe a su cuarto a descansar, pues necesitaba despejar un poco su mente, especialmente después de todo lo que pasó con la interceptación de la ‘Mirada de Tiburón’ en el ascensor de su corporación.
Una vez se encuentran en su habitación, Francesca le dice a Diego que le de un abrazo, pues lo necesitaba mucho en esos momentos. Al abrazarlo, se da cuenta que el chef tenía un arma en su cintura, por lo que le reclama, recordándole que en algún momento le pidió que se deshaga de la pistola.
En ese momento, Diego la interrumpe y le dice que debido a los últimos sucesos debe de tener el arma siempre cerca, pese a que hay seguridad a las afueras de la casa. Además, precisa que Claudia Llanos ya en anteriores oportunidades ha burlado la seguridad, indicando que ahora él quería proteger a su familia.
Debido a las circunstancias, la familia Maldini-Montalbán no puede salir de su casa, el cual se encuentra totalmente resguardado. Sin embargo, Macarena decide ir a la galería para recibir una pintura, lo que causa gran preocupación dentro de la casa.
Por el encierro, los integrantes de esta familia se encuentran estresados, por lo que empiezan a discutir fuertemente, sin darse cuenta que estaban haciendo un alboroto. Finalmente, Macarena detiene la pelea y les propone a todos hacer un juego para distraerse.
Mientras ellos se divierten en la mansión Maldini, Koky y Jimmy se encuentran a cargo del restaurante. Ellos tienen que abrir este establecimiento y atender a los comensales. Asimismo, Charito se encuentra preocupado por su hijo, pues piensa que en cualquier momento Claudia Llanos puede atentar contra el restaurante al ser un negocio de Francesca.
En un momento de la jornada laboral, Koky decide irse a almorzar, mientras que Jimmy debía recibir a los clientes. Lo que nunca imaginó el menor de los Gonzales es que recibiría una visita inesperada, que sorprendió al mismo Koky, pues pensaba que la misma Claudia Llanos estaba en el establecimiento.
Al ver a una mujer de negro parada de espaldas, Koky corre y empuja con todas sus fuerzas a esta mujer, para luego darse cuenta que en realidad se trataba de Kimberly, la expareja de Jimmy, quien había ido al restaurante para verlo y decirle que ahora estaba trabajando como modelo.
Tras pedirle disculpas por este hecho, Jimmy vuelve a rechazar a Kimberly y le pide que se retire del lugar, provocando que ella salga corriendo y llorando, indicando que lo iba a acusar con su mamá.