El fenómeno de El Niño ha sido objeto de numerosos estudios y debates en los últimos años debido a su influencia significativa en los patrones climáticos a nivel global. Si bien es cierto que este fenómeno ha existido durante siglos, su frecuencia e intensidad parecen estar aumentando en la actualidad, lo que plantea una serie de preocupaciones en términos de su impacto en el medioambiente, ya que estos cambios climáticos pueden tener consecuencias significativas para los ecosistemas naturales, la agricultura, la seguridad alimentaria y la salud humana.
El fenómeno de El Niño es un evento climático que ocurre en el Océano Pacífico ecuatorial y se caracteriza por un calentamiento anormal de las aguas superficiales y subsuperficiales del Océano Pacífico ecuatorial. Este calentamiento se produce cada cierto número de años y está vinculado a interacciones complejas con la atmósfera.
En el Perú, se manifiesta con un incremento de la temperatura del agua del mar, especialmente en la costa norte del país (Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú – Senahmi, 2014).
Uno de los principales efectos de El Niño es la alteración de los patrones de lluvia, lo que puede resultar en sequías prolongadas o, por el contrario, en precipitaciones extremas y desbordamientos de ríos. Estos eventos climáticos extremos tienen un impacto directo en la disponibilidad de agua dulce, la agricultura y la flora y fauna locales.
La sequía puede provocar la disminución de los caudales de los ríos y la escasez de agua para el consumo humano y agrícola, lo que a su vez afecta la producción de alimentos y pone en riesgo la seguridad alimentaria. Para el trimestre julio-setiembre de este año, según comunicado de la Comisión Multisectorial ENFEN (Senamhi, 2023), a lo largo de la costa del Perú se esperan temperaturas del aire superiores a lo normal, así como lluvias ligeras y puntuales en la costa norte.
Bajo un análisis de la temperatura superficial del mar y las condiciones climatológicas que se vienen presentando se podría producir un fenómeno de El Niño en los próximos meses (Cooperacción, 2023).
Es importante destacar que el fenómeno de El Niño no solo afecta a las regiones costeras del Pacífico, sino que también tiene implicaciones globales. Los cambios en los patrones de vientos y corrientes marinas pueden influir en el clima de diferentes regiones del mundo, lo que a su vez afecta a la agricultura, la disponibilidad de recursos naturales y la estabilidad económica.
En este sentido, esto nos recuerda la interconexión de los sistemas naturales y el impacto que nuestras actividades humanas tienen en el equilibrio del medioambiente. La deforestación, la emisión de gases de efecto invernadero y la contaminación, entre otros factores, contribuyen al cambio climático y pueden influir en la frecuencia e intensidad del fenómeno.
Ante esta realidad, es fundamental tomar medidas para mitigar y adaptarnos a los efectos de El Niño y otros eventos climáticos extremos. Esto implica adoptar prácticas sostenibles en la agricultura, promover la conservación de los ecosistemas naturales, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y fomentar la conciencia y la educación ambiental.