Perú entre los países de Latinoamérica con trabajadores poco productivos: ¿a qué se debe?

El semanario The Economist explica los factores detrás de que los latinos sean trabajadores sorprendentemente improductivos.

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The Economist pone de ejemplo
The Economist pone de ejemplo a Perú, en donde afirma que “el 50% de su mano de obra potencial está en el sector informal”.

El medio inglés The Economist catalogó a América Latina como una de las peores del mundo en términos de productividad laboral. En su informe ‘Why are latinoamerican workers so strikingly unproductive’, sostienen que en los últimos 50 años, las economías de esta parte del continente decepcionaron a los políticos. ¿Cuáles son las razones?

En principio, The Economist niega que sea por falta de trabajadores, debido a que el crecimiento demográfico ha sido uno de los más fuertes del mundo. Ante ello, destaca cuatro posibles factores: una pobre inversión en el sector productivo, un fortalecimiento de los oligopolios, una menor educación y una enorme informalidad laboral.

El informe apunta que un reto clave es la educación, debido a que tiene elementos que convierten a una sociedad más formal. Asimismo, las empresas deben generar alto valor agregado.

Cifras del Banco Mundial reflejan que el crecimiento anual de la productividad desde el 2000 en Latinoamérica se ha mantenido entre 0,2% y 0,5%, mientras que en Asia Oriental supera el 2% cada año.

¿Por qué trabajadores peruanos son poco productivos?

The Economist pone de ejemplo a Perú, en donde “el 50% de su mano de obra potencial está en el sector informal”, factor que resulta un principal problema en la región. Además, pone en evidencia que la informalidad en nuestro país se encuentra en pequeñas empresas, las cuales afectan al sistema financiero al no utilizar servicios convencionales.

En otra parte del documento, mencionan que América Latina es la región con las más largas horas de jornada de trabajo semanal, situadas entre 40 y 48 horas. En el caso de Chile y Colombia, ambos países están en un proceso de reducción de horas.

El reto en América Latina
El reto en América Latina es la educación, que ayudará a convertir a una sociedad mucho más formal, apunta The Economist.

Altas horas de trabajo a la semana

Un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) detalla que en sus estados miembros—en los cuales hay algunos países latinos—, el promedio semanal es de 37 horas trabajadas, cifra que no alcanza los límites fijados por las legislaciones de los demás países.

En cuanto a la educación, el artículo refiere que antes del Covid-19, los jóvenes latinoamericanos de 15 años estaban tres años por detrás de sus pares en la OCDE en pruebas de ciencias, matemáticas e inglés. En la actualidad, se estima que esta brecha sería aún peor.

Según la agencia para la infancia de las Naciones Unidas, Unicef, las escuelas en América Latina y el Caribe tuvieron cierres muy prolongados, debido a que permanecieron completamente cerradas durante 158 días desde marzo de 2020 hasta febrero de 2021, comparado al promedio mundial de 95 días.

De acuerdo con la OCDE,
De acuerdo con la OCDE, el promedio semanal en América Latina es de 37 horas trabajadas.

En palabras de Santiago Levy, investigador senior del Instituto Brooking, la informalidad muestra cuando una economía está enferma, “pero no es la enfermedad”.

“La corrupción dentro de los sectores formales, como cuando un funcionario de Aduanas pide un soborno o un oficial de policía hace la vista gorda ante la delincuencia, también reduce el costo de ingresar al sector informal”, afirma.

Para el semanario británico, abordar la mayoría de estos problemas es desagradable para los políticos. Alrededor de 300 millones de personas en todo el continente han llegado a depender de las dádivas de gasto social para sus ingresos, la atención médica o la educación de sus hijos.

Para The Economist, América Latina necesita un replanteamiento de la política económica, un sector informal más pequeño y más competencia contribuiría en gran medida a lograr ese objetivo. Caso contrario, los formuladores de políticas corren el riesgo de iniciar una nueva década de crecimiento lento.

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