Alianza Lima es uno de los clubes peruanos que mejor se encuentra a nivel institucional y deportivo. En el tema financiero viene cumpliendo su deuda y en el lado deportivo aspira a lograr el tricampeonato nacional este año.
Sin embargo, previo a este dominio en el ámbito local, el 2020 vivió un episodio terrible que por poco lo deja en la Liga 2. En ese sentido, Rinaldo Cruzado se refirió a este tema, así como la vez que logró el título con Pablo Bengoechea como técnico, y su presente como jugador-empresario. Todo, en esta segunda entrega de Infobae Perú.
- El 2017 volviste a Alianza Lima y pudiste salir campeón luego de una larga sequía del club. ¿Cuál fue la clave para ese título?
Creo que se formó un plantel con ganas de ganar cosas, esa es la verdad. Había gente de experiencia que volvió al club. La idea era formar algo para que el club salga de lo que estaba viviendo. Y nos centramos en eso. Teníamos un técnico ganador (Pablo Bengoechea), muy capacitado para esta clase de jugadores que buscaba eso. Ese grupo pensaba solo en Alianza y eso te podía ayudar a volver a la selección. Estábamos muy conectados para salir campeones y se logró después de una sequía importante desde el 2006 que el equipo no campeonaba, que fue el último año que me tocó jugar. Tuve la suerte de volver a Alianza y salir campeón.
- Por el contrario, el 2020 Alianza Lima viviste todo lo opuesto a esa temporada del título. ¿Fue tu peor año?
Sí, fue un año muy difícil para todos. Por la pandemia, pasaron muchas cosas en ese tiempo que, siendo referentes con los capitanes, más aún. Pero independientemente de lo que pasó, se puso en línea por lo que había pasado. Igual me quedo tranquilo porque intenté hacer todo lo bueno para el club, no desde ese año, sino del 2017. El equipo jugó tres Libertadores, una Sudamericana y son cosas positivas las que me quedo. Lo negativo te ayuda para lo que te toque después y no te vuelva a suceder. Ese año fue difícil y considero que a la larga hice todo para que las cosas vayan bien, pero eso tampoco depende de un futbolista. Lo que pasó es por culpa de muchas cosas y trato de no pensar tanto en eso porque duele. El fútbol sigue y la vida también.
- ¿Crees que las salidas de Luis Aguiar, Federico Rodríguez y Adrián Balboa afectaron al grupo y posiblemente habría otro desenlace?
Seguro que sí. En el momento que estábamos, cómo se dio el año, con la pandemia, el cambio de técnico… Muchas cosas que pasaron que, de repente en otro contexto hubiese sido diferente. Pero son decisiones que ya no podemos retroceder y tampoco se puede cambiar.
- Ese año fue tu último en Alianza Lima y vi que la dirigencia te dijo que no continuabas por teléfono. ¿Hubieses seguido en el club pese a lo que ocurrió?
Sí, claro. Lo conversé en algún momento con la persona que estaba en Alianza que era Bellina. Le dije que tenía ganas de quedarme, que el tema de la lesión iba a ser complicado, pero que podía recuperarme sabiendo de que los tiempos se podían acortar por la fecha que empezaba el campeonato. La Segunda División en ese año empezaba entre marzo y abril y la recuperación me permitía llegar bien al torneo. Pero ellos tomaron la decisión de que no esté más en el club y si no te quieren en un lugar tampoco puedes hacer mucho. Me dijeron que podía hacer mi recuperación en el club, pero no me parecía porque si tomaron la decisión que me vaya no era lo correcto y no quería incomodar. Así que me recuperé en otro lugar, aunque no fue lo mismo.
- En ese tiempo, junto a Leao Butrón eran los referentes del equipo. Sé que tuvieron bastantes reuniones para tratar de reaccionar en la recta final. ¿Encontraste receptividad por parte de tus compañeros para mejorar o hubo un bloqueo mental?
Sí, creo que era eso, un bloqueo mental. No entendíamos lo que pasaba. Pensábamos que en cualquier momento salíamos (de la crisis) y que el próximo partido lo íbamos a hacer mejor. Eso hacía que no nos diéramos cuenta de lo que estábamos viviendo. Cuando quisimos darnos cuenta, ya no podíamos. Hubo reuniones, conversaciones, detalles que obviamente no se hablan ni se comentan, pero tuvimos que asumir como líderes y poner el pecho porque eso siempre pasa cuando hay cosas negativas. Van a marcar a los referentes como Leao y mi persona y obviamente íbamos a ser los responsables de lo que había pasado. Es parte de y yo acepto las críticas porque es algo normal y la gente hace su descargo. También se la agarraron con otros que no habían tenido un buen año. A la larga, no creo que ningún jugador tenga en mente hacer cosas malas, solo que eso a cada uno ayudó, lo que le tocó vivir en Alianza, para que no vuelva a pasar. Obviamente la oportunidad de estar en este club es darse cuenta de que es tan grande y tienes que estar al 100%, no puedes estar a medias ni dar un 50% porque sino pasa lo que sucedió esa vez. Gracias a Dios se hizo justicia porque si no haces las cosas bien como pasó en otros clubes, se puso en orden y, por suerte, con las acciones legales, Alianza pudo solucionar el problema que ‘nosotros’ habíamos creado en lo deportivo. Eso es parte del fútbol y lo asumo sin ningún problema sabiendo como actué en Alianza.
- Posteriormente, el 2021 Alianza Lima se mantuvo en Primera, logró el bicampeonato y va en busca del tricampeonato. Fue una mejora considerable
Estoy muy feliz de que le pueda ir de esa manera a Alianza porque soy hincha y siempre quiero lo mejor para el club. La evolución como club es algo que uno siempre quiere ver. Desde el 2017 ya lo vivía por el campeonato, la entrada de dinero al club hizo que siga creciendo, después jugamos dos finales, la entrada a la Copa Libertadores hizo que el club siga acomodándose y me siento parte de este crecimiento. El hecho de que como grupo hayamos manejado bien esos tres años (2017 al 2019) hizo que hoy Alianza esté mucho mejor que antes. Contento de retribuir al club porque me dio la posibilidad de volver y la retribución es esa, los campeonatos, los logros que se tuvo y el crecimiento del club en lo institucional. Eso a mí me queda, independientemente de lo negativo que pasó en lo deportivo, la parte institucional me deja muchas cosas.
- Actualmente estás en la San Martín en la Liga 2. ¿Cómo se siente Rinaldo a estas alturas de su carrera?
Tratando de aprovechar lo poco que pueda quedar, disfrutando lo que viene, el día a día, compartiendo con muchos chicos, que es algo que extrañaba porque había dejado de jugar un año.
- ¿Te has marcado una fecha para colgar los chimpunes?
No, estoy disfrutando esta parte y después, cuando termine el torneo, voy a ver qué es lo que decido.
- ¿Te ves como entrenador más adelante?
No sé. No lo tengo tan mapeado en este momento. Una vez que acabe el fútbol uno se da cuenta si extraña o no esta parte y veré la posibilidad de dirigir. En el día a día después de mi retiro veré qué es lo que me atrae para mi futuro.
- A la par decidiste incursionar en bienes raíces. ¿Cómo así se dio?
Era algo que ya tenía hace mucho tiempo, quería formarlo. Tuve la suerte de juntarme con una persona que ya la conocía y tomamos la decisión de formar la empresa. Estamos en eso, poco a poco tratando de incursionar en eso, viendo muchas cosas para el futuro. El futbolista tiene que ser así, buscar otras opciones, se me dio esta posibilidad. Es algo que me gusta.
- ¿Cumpliste todos los sueños que te planteaste en el fútbol? ¿Qué te faltó?
Yo me planteé solo ser futbolista profesional y nada más. He tenido suerte de tener 20 años de carrera, jugar en el extranjero, en la selección. Creo que hice todo lo que en algún momento de mi carrera anhelaba. También se me dio ser campeón en el extranjero. Creo que cumplí todo. Obviamente, por ahí el sinsabor es no haber ido a un Mundial, pero tampoco era algo tan fácil. A Perú le costó muchísimo lograr eso. Pero estoy contento con la carrera que hice.
- ¿Sueñas con un retiro en Alianza Lima?
Creo que en este momento ya no es dable. No sé si una despedida, pero hay jugadores que se lo merecen, que dejaron muchas cosas más en Alianza. Al menos una despedida, sin ir muy lejos, Wilmer Aguirre. En mi caso, con que la gente reconozca lo que hice por el club para mí ya es un premio grande. Tuve la suerte de jugar en Alianza, salir campeón y ser un activo para el club y dejar algo cuando salí al extranjero. Eso me deja tranquilo. Hay muchas cosas que no todos lo entienden como uno lo ve. Uno al crecer y viendo cómo fue mi carrera, soy feliz por cómo se dio hasta ahora. Vivo tranquilo en sentido.