Hace unos días, un nuevo audio de la ‘camarada Vilma’ exigiendo tomar las ciudades de Perú, en rechazo al gobierno de Dina Boluarte y respaldando la ‘Tercera Toma de Lima’, volvió a dirigir las miradas hacia esta peligrosa mujer, considera como la principal vocera de los remanentes del militarizado Sendero Luminoso en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).
La difusión del registro sonoro motivó que la Fiscalía abra una investigación preliminar contra la senderista por el presunto delito contra la tranquilidad pública, en la modalidad de terrorismo.
Pero, ¿quién es la ‘camarada Vilma’? La primera vez que se supo de su existencia fue cuando se difundió un video casero durante la campaña electoral del 2021, pidiendo boicotear las elecciones presidenciales. Con fusil en mano, esta senderista amenazaba con aniquilar a aquel que no atendía a su llamado.
La historia de ‘Vilma’ empieza en 1980, cuando el grupo terrorista Sendero Luminoso (SL) inició su guerra armada en Perú. Aquel año, una niña llamada Florabel Vargas Figueroa nacía en Chuschi, Ayacucho. Ahora, conocida como la ‘camarada Vilma’, y a sus 42 años, es una de los mandos militares y políticos de la organización subversiva, según la Dirección General contra el Terrorismo (Dircote).
Sobre su infancia y adolescencia se sabe poco. La policía que sigue los pasos de esta escurridiza mujer, refiere que se unió al partido del ‘presidente Gonzalo’ cuando era muy joven. Su habilidad para desplazarse por las regiones inaccesibles del Vraem, donde los remanentes de Sendero Luminoso encontraron refugio tras la caída de Abimael Guzmán en 1992, ha sido clave en su posición dentro del grupo subversivo.
La ‘camarada Vilma’ ha sido descrita por la policía como una figura peligrosa y hábil en la elaboración de artefactos explosivos y en el manejo de armas de guerra, siendo su preferida el fusil de asalto de origen ruso AK-47, con el que gusta retratarse y aparecer en videos.
El AK-47 es un armamento ‘todoterreno’. Dispara en condiciones de frío extremo, bajo la lluvia o después de ser arrastrado por el barro. Se trata de un arma fácil de desmontar y limpiar al estar formada por tan solo 8 piezas de hierro resistente a la oxidación. Su sencillez de manejo se torna letal cuando se pone en modo automático, permitiendo incluso a los niños disparar cada minuto 600 balas de 7,62 milímetros.
Fue gestora de los ‘pioneritos’
Durante el auge de Sendero Luminoso, ‘Vilma’ integró las filas que estaban al mando de Alejandro Borda Casafranca, alias camarada Alipio’, y fue la encargada de reclutar a jóvenes que luego ejecutaban atentados contra civiles y agentes de las fuerzas del orden.
La ‘camarada Vilma’ es una de las fundadoras de los ‘pioneritos’, niños que, en su mayoría, eran secuestrados para integrar las columnas terroristas. Estos menores, aprendían a usar armas desde los 6 años de edad e iniciaban su actividad senderista desde los 11, como el ‘camarada Carlos’ quien fue capturado por la policía el pasado 15 de junio en el sector de Putis, en Huanta (Ayacucho).
‘Carlos’ formaba parte de los grupos de aniquilamiento de los remanentes de Sendero Luminoso, que ahora se conoce como el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), y fue responsable de los últimos feroces crímenes y atentados en el Vraem.
A principios del año 2000, cuando apenas tenía tres años de edad, Carlos Solier Zúñiga fue secuestrado de su hogar para ser moldeado ideológicamente en los fundamentos marxista-leninista-maoísta-Pensamiento Xi Jinping y formado militarmente a manos de ’Alipio’.
Su relación con los sanguinarios hermanos Quispe Palomino
La vida íntima de ‘Vilma’ también es relevante en su trayectoria senderista. Es madre de dos hijos, Iván y Marco, fruto de una relación sentimental con uno de los hermanos Quispe Palomino, Marco Antonio o ‘camarada Gabriel’, que fue abatido junto a ‘Alipio’ en el 2013.
Según informes de inteligencia de la Dircote, sus hijos, que ahora tendrían 20 y 22 años, respectivamente, formarían parte de una de las columnas subversivas más sanguinarias, liderada por el ‘camarada Richard’, y se les responsabiliza de haber perpetrado un atentado en el poblado de Huarcatán (Ayacucho), en donde secuestraron a un septuagenario, a su hijastra de 30 años y a sus dos hijos de 15 y 16, para torturarlos y asesinarlos por ser informantes de las fuerzas armadas.
Los hijos de Vilma también habrían participado, junto con el capturado ‘camarada Carlos’, en la matanza de 16 personas, entre ellos cinco niños, en el Centro Poblado San Miguel del Ene, en Junín, la noche del 23 de mayo de 2021, un ataque que fue ordenado directamente por el cabecilla Víctor Quispe Palomino, ’camarada José’, cuñado de Vilma.
La cuarta al mando
La relación familiar con los hermanos Quispe Palomino convierte a ‘Vilma’ en una pieza clave dentro de la estructura del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP), conformada por remanentes de Sendero Luminoso. Hasta hace poco, era la quinta en el mando militar, pero con la muerte de su cuñado Jorge Quispe Palomino, alias ‘camarada Raúl’, en el 2020, ella ahora vendría ser la cuarta en la jerarquía terrorista.
‘Vilma’ es responsable del movimiento de tropas senderistas en la zona del Vizcatán del Ene (Junín) y su influencia y poder político dentro de la organización terrorista ha ido escalando en los últimos años hasta ser, actualmente, miembro titular del comité central.
La actual estructura de la cúpula subversiva estaría encabezada por Víctor Quispe Palomino, ‘camarada José’ y, junto a él, como mando militar, estaría ‘Antonio’. En la tercera posición se encontraría Tarcela Loya Vilchez o ‘camarada Olga’ (la supervisora de las finanzas del grupo) y ‘Vilma’, la portavoz oficial.
Tras los pasos de Vilma
A fines de mayo de este año, un grupo combinado de efectivos de la Policía Nacional y del Ejército del Perú tenían pistas certeras de la ubicación de la ‘camarada Vilma’ e iniciaron un operativo en la zona de Canayre, en Huanta (Ayacucho), donde los subversivos habían instalado, en la espesura de la selva del Vraem, su centro de comunicaciones y operaciones.
En el campamento se encontraron armas, folletos, chips de celulares, banderas subversivas y diverso material senderista del Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP). Pero la ‘camarada Vilma’, junto a sus secuaces, logró escapar.