Rinaldo Cruzado habló de todo: cuando pudo jugar con Juan Vargas en Italia, el título con Newell’s y su etapa en la selección peruana

El experimentado volante conversó en exclusiva con Infobae Perú y contó detalles de sus experiencias en el extranjero, así como los ‘cracks’ con los que coincidió y su periodo en la ‘bicolor’.

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Rinaldo Cruzado salió campeón en Newell's de Argentina, pero jugó por Perú y estuvo cerca de Fiorentina con Juan Vargas.
Rinaldo Cruzado salió campeón en Newell's de Argentina, pero jugó por Perú y estuvo cerca de Fiorentina con Juan Vargas.

Emigrar al extranjero no es algo que cualquier jugador peruano puede conseguir. Y es que requiere de mucho talento y también fortaleza mental. Estas características personifican a Rinaldo Cruzado, volante hincha de Alianza Lima, que en su mejor momento futbolístico pudo desarrollarse en el extranjero y la selección peruana.

El mediocampista de 38 años ha pasado por varios equipos del exterior, entre ellos, Grasshopper de Suiza, Esteghlal FC de Irán, además de otros de Asia y Sudamérica. Infobae Perú pudo conversar con el popular ‘Ri’, que contó todo sobre su experiencia fuera del Perú, los ‘cracks’ con los que compartió y enfrentó, la vez que pudo jugar con Juan Manuel Vargas y su etapa en la ‘bicolor’.

- Debutaste en Alianza Lima el 2002 y cuatro años más tarde fuiste a Suiza. ¿Cómo se dio la oportunidad de ir a Grasshopper?

El 2006 fue el año que más partidos jugué en Alianza, entre 45 y 46. Solo no jugué un encuentro en el torneo. En setiembre ya había conversaciones con Grasshopper y en octubre lo tenía casi todo arreglado para tomar la posibilidad de ir al extranjero. Tuve otra opción en Chile, pero me incliné por Grasshopper porque era una experiencia nueva y quise tomar ese riesgo. Igual mi contrato en Alianza se acababa a fin de año. Hubo conversaciones con ellos para arreglar mi contrato del 2017, pero ya tenía decidido irme a Suiza.

- ¿Qué tal la experiencia en Grasshopper? Tanto a nivel deportivo como cultural.

Fue un cambio brusco para mí, con la ilusión de todo futbolista de salir al exterior. Fue un año y medio muy bueno. De palabra tuve un arreglo de tres años más con el club, pero por un tema de mi padre tuve que regresar a Perú. El club me dio la posibilidad de arreglar el tema, me dieron un par de semanas, aunque mi cabeza no estaba tranquila en ese momento. Tomé la decisión de no arreglar el contrato y darme ese tiempo para estar en Lima. Fue una decisión muy difícil porque era mi futuro y el hecho de que iba a tener un contrato largo, hablaba de que las cosas salieron bien. Ellos también se guiaban de la persona, el plantel fue muy bueno, pero el club no podía esperarme mucho tiempo. El 2008 no pensaba jugar, quería estar con mi padre y no me quería mover de Lima. Ahí surgió una posibilidad de ir a Cristal unos meses y la acepté porque iba a estar cerca de mi padre.

El volante peruano hizo dos tantos en el año y medio que estuvo en el club de Zúrich. (Video: GCZ 1886 News/Videos)

- En Suiza compartiste con Ailton, que fue compañero de Claudio Pizarro en Werder Bremen

Sí, llegó seis meses al club. Fue una experiencia muy linda, un jugador súper importante en Alemania. Lo que viví en ese momento, de compartir vestuario con Claudio. Eran sus últimas temporadas como jugador y nos dio un aporte grandísimo.

- ¿Te sentiste cómodo en Suiza?

Sí, me sentí muy cómodo. Tuve la suerte de encontrarme con jugadores sudamericanos. Con los mismos suizos también el trato fue espectacular, en una ciudad muy linda y tranquila. Solo me dedicaba a entrenar y jugar, eso es lo que uno quiere, tratar de enfocarse. El club nos dio una estabilidad en ese sentido que todo jugador quiere.

El brasileño Ailton jugó primero con Claudio Pizarro en Werder Bremen y luego con Rinaldo Cruzado en Grasshopper.
El brasileño Ailton jugó primero con Claudio Pizarro en Werder Bremen y luego con Rinaldo Cruzado en Grasshopper.

- De ahí regresas a Lima, llegas a Sporting Cristal por cuatro meses. Después pasaste al fútbol de Irán, pero ¿fue esa oportunidad que hizo que te quedes poco tiempo?

Sí. En realidad, al irme de Perú mi idea era tratar de pasar el mayor tiempo posible afuera porque me acercaba mucho a la selección. En esa época en Suiza tuve la suerte de estar convocado. Después de esos meses, con mi padre un poco más estable, surgió la posibilidad de ir a Irán. Fue una decisión que si hoy me la dieran la hubiese pensado un poco más, pero lo hice porque quería jugar, el técnico habló conmigo y no pensé cómo podía vivirlo. Fue un año duro en ese sentido, más allá de que los compañeros me trataban bien, pero el club no se portó como lo viví en Suiza. Al mismo tiempo, era una propuesta difícil de desechar y tomé el riesgo de asumir esa experiencia.

Etapas en Irán e Italia

- ¿Qué te sorprendió del fútbol iraní?

La liga es súper fuerte, era un equipo grande de Irán (Esteghlal FC). Solo que la experiencia con el club no fue tan agradable, estuve un año y medio sin cobrar. Pasaron muchas cosas, tuve lesiones, jugué muy poco, pero el trato de parte del club no era el adecuado. Uno siendo extranjero no está en su país, sino en una cultura totalmente diferente, fue muy difícil, no solo para mí, sino para mi familia que también estuvo conmigo allá.

- ¿Te pasó algo extraño en Irán a nivel cultural?

El tiempo del Ramadán, que no podían ingerir nada de agua, de alimentos. A veces entrenamos de noche porque no podían tomar agua en un entrenamiento. Es por el respeto a su cultura. Cambiaban los horarios de entrenamientos cuando la puesta del sol ya se iba, ahí recién podían ingerir alimentos y tomar agua. Esa experiencia me ayudó a crecer como persona, en saber decidir en momentos qué puedo tomar y no elegir por querer solamente ir a jugar, sin conocer la ciudad o consultando cómo era el club. Fue todo rápido porque cuando acabó el campeonato con Cristal, a las dos semanas estaba viajando a Irán.

- Luego llegas a Juan Aurich por un año y medio y vuelves a salir, esta vez, con un salto mayor al Chievo Verona de la Serie A de Italia. ¿Cómo fue el interés y la experiencia vivida?

El interés viene de la Copa América 2011. En Aurich tuve un año y medio muy bueno. Me había alejado del fútbol peruano, la gente no sabía mucho por lo que estaba en Irán. Llegó un nuevo técnico a la selección y la única forma de que pueda mostrarme era regresar al Perú para que me vea. De ahí surgió la posibilidad de ir a Chievo. Fue una experiencia muy grata por lo que se dio, por la liga, por cómo habían sido mis pasos en los últimos años, de no jugar, estar sin cobrar, en una ciudad que me costó muchísimo, de jugar en Aurich que no era un equipo muy visible como Cristal, ‘U’, Alianza para llegar a una selección, y más aún, para salir al extranjero y a la Serie A.

Rinaldo Cruzado en un partido con Chievo Verona ante Inter de Milán de Javier Zanetti. (Getty Images)
Rinaldo Cruzado en un partido con Chievo Verona ante Inter de Milán de Javier Zanetti. (Getty Images)

- Jugaste ahí con Michael Bradley, de EEUU, Francesco Acerbi, actual subcampeón de la Champions con Inter, Alberto Paloschi, que fue promesa en AC Milan. ¿Digeriste el hecho de compartir con esos jugadores?

No, fue después que uno valora esas cosas. En ese momento ver a jugadores que muchas veces los tienes como referentes y compartir vestuario o jugar en contra, son situaciones únicas. Después de salir y estar en otros países obviamente que valoras un poco más todo esto.

- ¿Qué anécdota tuviste con uno de los ‘cracks’ que estaban en ese momento en la Serie A?

Tuve una anécdota con Thiago Motta, que era mi referente. En un partido contra el Inter nos cruzamos en el vestuario, me saludó por mi nombre y me sorprendió. Al final del partido me acerqué, lo saludé y hablamos un rato, me dijo que le parecía un jugador interesante. Es de esas experiencias que de lejos los ves de una forma y en el día a día son como cualquier persona. Después también con los sudamericanos del Inter, el ‘Pupi’ Zanetti, Forlán, Guarín, con todos conversábamos y normal. En ese momento no me daba cuenta con qué clase de futbolistas me estaba codeando, por lo que han hecho en el fútbol.

- ¿Tuviste la oportunidad de seguir en Europa después de tu paso por Chievo Verona?

Sí, hubo una posibilidad en la época que Juan (Vargas) jugaba en la Fiorentina, hubo acercamiento y conversaciones. Yo quería seguir jugando, estaba en la selección, en Eliminatorias y no quería perder ese piso que tenía. Al final se dio la posibilidad de ir a Newell’s. En Chievo me dijeron que no iban a contar conmigo, así que no lo pensé dos veces para ir a Argentina.

Juan Vargas jugó cuatro temporadas en Fiorentina y pudo coincidir con Rinaldo Cruzado. (Getty Images)
Juan Vargas jugó cuatro temporadas en Fiorentina y pudo coincidir con Rinaldo Cruzado. (Getty Images)

Regreso a Sudamérica

- En Newell’s jugaste con Gabriel Heinze, Maxi Rodríguez, Ignacio Scocco y Nahuel Guzmán. Y además saliste campeón. ¿qué tal fue esa experiencia?

Sí, jugamos semifinales de Libertadores, que es un poco pesado, pero en el contexto de todo lo que se vivió estuve feliz. Salí campeón jugando con un equipo que no es como Boca o River en Argentina, que obviamente Newell’s es un equipo grandísimo ahí. La experiencia que tuve fue espectacular, tengo muchos recuerdos y estoy agradecido al club porque me trataron súper bien, los compañeros también, gente que había salido del club… Y coronarlo con un torneo que hasta hoy el club lo celebra porque fue su último título y esos recuerdos son más lindos. Obviamente me encantaría que vuelva a campeonar.

El mediocampista nacional pudo anotarle al cuadro 'xeneize'. (Video: Fútbol Para Todos)

- De ahí pasaste a Nacional de Uruguay, donde estaba el ‘Chino’ Recoba y Sebastián Coates. Y también conseguiste el título.

En lo futbolístico no fue una experiencia tan buena. Los primeros meses sí me fue muy bien, solo que perdimos un clásico y por eso salió Gerardo (Pelusso), quien me había llevado. El otro técnico no contó conmigo y en los siguientes meses no la pasé bien en lo deportivo. Igual, el trato siempre fue bueno. Me saco el sombrero por futbolistas como Recoba, Iván Alonso y demás jugadores que tenían una trayectoria grande y como personas también lo eran.

- Fuiste dirigido por Franco Navarro, Gustavo Costas, Gerardo Pelusso, Juan Carlos Oblitas, Luis Fernando Suárez, Juan Reynoso, Gerardo Martino, Pablo Bengoechea, y más técnicos. ¿Cuánto te aportaron?

La experiencia de cada uno siempre te deja algo positivo. Nombrar a uno sería injusto porque dejaron cosas importantes en mi carrera y eso me ayudó mucho a mi crecimiento, a decidir bien en algunos momentos.

Selección peruana

- Integraste la selección peruana en una época donde la mayoría del plantel estaba en el extranjero. ‘Cachito’, Yotún, Advíncula y el cuarteto de Pizarro, Guerrero, Farfán y Vargas. ¿Qué faltó para conseguir mejores resultados?

Uno en la selección siempre trata de dar el máximo. Seguramente algo tuvo que pasar para no llegar a un Mundial por la calidad de jugadores que teníamos. De repente en los partidos el contexto no era el idóneo para lo que estábamos viviendo. Pero se dio en la siguiente Eliminatoria. Esa camada de futbolistas creo que hubiésemos podido lograr muchas cosas. No se dio. Son momentos que se dan y nos tocó no poder lograr lo que queríamos en esa Eliminatoria. Hasta la fecha contra Uruguay estábamos ahí cerca, pero después hubo un bajón, las chances no eran tan cercanas.

Rinaldo Cruzado fue parte de la selección peruana rumbo a las Eliminatorias al Mundial de Brasil 2014. (ANDINA)
Rinaldo Cruzado fue parte de la selección peruana rumbo a las Eliminatorias al Mundial de Brasil 2014. (ANDINA)

- ¿Cómo consideras tu etapa en la selección?

La verdad que muy bien, lo que me tocó vivir fue espectacular, lo mejor que me ha pasado en mi carrera. Cada momento que estuve, cada partido que me tocó jugar me sentí súper bien. Del primer partido hasta el último dejé todo por mi selección y me quedo tranquilo.

¡Hay más! El lunes 10 de julio no te pierdas la segunda parte de la entrevista exclusiva con Rinaldo Cruzado. Hablará del título del 2017, el caótico 2020 salvado por el TAS y su presente como jugador-empresario.

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