Han pasado dos años desde que Dalia Durán se sentó en Magaly TV La Firme —con el rostro golpeado y los ojos llenos de lágrimas— para confesar que John Kelvin la golpeó y abusó sexualmente de ella. Desde entonces, la cubana no ha hecho otra cosa que recordar el violento momento una y otra vez, ya sea por las incisivas preguntas de los programas de farándula o por las autoridades que examinan el caso.
Antes de conmocionar al Perú con su historia de maltrato y mucho antes de que llegara al país, donde se quedaría a vivir por más de 20 años; Dalia Durán nació en el barrio de Moa, provincia de Holguín, en la pequeña península. Sus padres se divorciaron cuando tenía tres años. Y aunque no creció al lado de su progenitor biológico, el amor jamás faltó en casa. Tampoco la música.
“Toda la familia de mi papá son cantantes y creo que por eso tengo tanto arraigo con el arte. He estudiado en la Escuela de Arte de Cuba. Sé tocar el piano, el bongó y hasta practiqué ballet. Mi infancia fue muy bonita. Mis padres se separaron, pero no tengo nada que reclamarles, me siento orgullosa”, recordó en conversación con Infobae Perú, horas antes de la liberación de John Kelvin del penal de Lurigancho.
Pese a que Dalia Durán gustaba del arte, decidió estudiar Hotelería y Turismo. “Quería dedicarme a eso, me gustaba”, acotó. Pero el destino tenía otros planes para ella. Cuando estaba lista para ejercer su carrera, se enamoró perdidamente del padre de su primer hijo: un marino mercante, cuya identidad prefiere mantener en reserva. Quedó embarazada a los 16 años.
Sus padres no aprobaban su relación, pero la modelo estaba lista para salir del nido. Tenía que hacerlo, pues un bebé venía en camino. Fue así que su entonces pareja la convenció en dejar todo atrás para iniciar una nueva vida en Lima. Ella aceptó.
Dalia Durán alistó sus maletas y pisó el territorio nacional en 2001. Sin embargo, su sueño de formar una familia unida se fue haciendo pedazos cada vez que el padre de su hijo se iba de viaje.
“Tenía viajes internacionales. Lo veía 15 días cada año a lo mucho. Yo estaba chiquilla, me sentía sola en un país extraño”, señaló la cubana, quien asegura mantener una excelente relación con su expareja. “Lo respeto mucho, es un caballero”, agregó.
Una vez que puso punto final a la relación, Dalia recordó que hizo de todo por darle lo mejor a su pequeño, hoy un joven de 20 años que estudia Comunicaciones. “Mi primer trabajo fue en una clínica de cirugía plástica, de Kalieska Arroyo. Laboré como asistente de la doctora. Me encantó. Luego, trabajé en la clínica principal porque ella me recomendó con su padre”, dijo.
Gracias a ese empleo, conoció a su expareja, el doctor plástico Mirko Arroyo. Convivieron por varios años, pero la relación no funcionó y se terminaron separando cerca de 2007. Una vez más, el amor le fue esquivo, pero no por mucho tiempo.
“Hay un todo un mito sobre cómo conocí a John Kelvin”, es lo primero que soltó Dalia Durán antes de contar su versión. De acuerdo con la cubana, en 2008, se encontraba trabajando en un casino de un hotel de Miraflores cuando vio la fotografía del cantante de cumbia en una popular revista de la época, cuando formaba parte del Grupo 5.
“Yo tenía ocho meses de haber terminado mi anterior relación, no quería estar con nadie más. Pero John (su fotografía) me llamó la atención y quise que lo investigaran, en ese entonces no había lo que hay ahora, Instagram y demás redes sociales. Ni siquiera tenía Facebook. Lo único que yo sabía era que cantaba y que tenía un grupo”, contó a Infobae Perú.
Sus compañeras de trabajo se encargaron de informarle quién era John Kelvin y, posteriormente, la invitaron a asistir a uno de sus conciertos. Dalia se negó porque debía cumplir con su horario laboral. “No pude ir porque tenía trabajo, luego me enteré que el concierto se había cancelado. ¿Fue el destino? No lo sé”, agregó.
Una segunda oportunidad se dio cuando John Kelvin se presentó con la agrupación de cumbia en el local Isla del Paraíso, en el Callao. Esta vez, Dalia Durán sí se animó a ir y fue así que, en medio de la multitud, cruzó miradas con el cantante por primera vez. “Nuestra conexión, incluso de lejos, fue instantánea. Sí me imaginé una vida con él”, rememoró.
Se retiró del concierto temprano, cansada de estar tantas horas parada. Pero antes de irse, se encontró con Kike Paz, fallecido cantante del Grupo 5, y le dio su número telefónico con la ilusión de que este llegara a John. Y así fue.
“Se lo puse en el bolsillo. Me dije: ‘como hay tantas chicas, no creo pase’. Pero cuando me retiré, volteé y John seguía mirándome. Esa imagen me quedó en la mente. Seguí con mi vida y a los dos días empecé a recibir llamadas. Estuve tres meses diciéndole que no porque tenía trabajo y no me parecía tener una relación tan pronto. Además, no conocía cómo era la vida de John, lo único que sabía era que cantaba”, reveló.
Pero John Kelvin no dejó de timbrar. En una de esas llamadas, le propuso verse en Chiclayo; la banda justo tenía una gira por el norte. La cubana dudó, pero quedó sorprendida por la paciencia del cantante y aceptó la salida. Viajó a Lambayeque y la conexión fue la misma que sintieron en el concierto. Pronto iniciaron una relación amorosa.
Debido a estos encuentros pasionales, Dalia Durán quedó embarazada de John, pero ocultó su estado por cuatro meses. Justo por esas fechas, el cumbiambero empezó a actuar extraño y ella temió lo peor, por lo que lo enfrentó en una conversación privada. “Me dijo que él había tenido una relación, que tenía un niño, pero que estaba separado y la chica lo buscó en Chiclayo. Allí es donde ella se embaraza”, expresó.
Luego de saber la verdad, continuó con el intérprete. Estaba enamorada y la ilusión creció cuando este se mostró feliz por su embarazo. Disfrutó del momento hasta que vio sus fotos en la revista de Magaly Medina, donde lucía su avanzado estado de gestión.
De inmediato, Yuleika Vásquez, expareja de John y madre de dos de sus hijos, salió a decir que el intérprete de ‘Quédate con él’ la había engañado con una “fan”. “Llevamos cinco meses separados y su novia tiene ocho meses de embarazo. Hubo infidelidad”, decía en Magaly TV.
Dalia Durán lo negó todo.
“A mí John nunca me ocultó, siempre estuve a vista y plena paciencia de todo el mundo. Es más, él ya no vivía con esa señora cuando empiezo a vivir con él. (Después de la polémica), yo me alejé de él un tiempo y seguí con mis proyectos. Pero John seguía insistiendo y buscándome, no queería verlo hasta estar segura de con quién yo estaba. Hablé con su mamá y me contó todo, que ella estaba obsesionada con él”, sostuvo.
Según la cantante cubana, fue ella quien obligó a John Kelvin a asistir al parto de su primera hija con Zuleika Vásquez. “Estábamos de gira con el Grupo 5 por Piura y lo llamaron, le dijeron que se adelantó el parto. Él no quería ir, pero yo hablé con el dueño del grupo y sacamos un pasaje para que volviera. Yo no me separé de él hasta dejarlo en la puerta de la clínica”, declaró.
Aunque John Kelvin le demostró a Dalia poca empatía, la cubana seguía perdidamente enamorada del cumbiambero. Se casaron en mayo de 2015 y tuvieron cinco hijos juntos: dos gemelas y dos varones.
Dalia Durán es consciente que cometió el “peor error de su vida” al cambiar su versión ante el Juzgado sobre la supuesta violación que John Kelvin cometió contra ella. Sin embargo, no pierde la esperanza y espera que la justicia peruana le dé la razón.
“Sí me arrepiento, pero el caso no está archivado. Lamentablemente, yo tomé esa decisión porque estaba vulnerable; no llevaba tratamiento psicológico y quería evitar que estuviera encerrado 20 años más. Si no hubiera cambiado de versión, seguiría cumpliendo su condena. Pero hoy por hoy, nadie me puede moldear, nadie me puede decir lo que debo o no hacer”, expresó a Infobae Perú.
Para nuestra conversación, Dalia Durán estaba segura que el padre de sus cuatro hijos no saldría de prisión y hasta lamentaba que haya regresado al penal de Lurigancho por segunda vez, pues no cumplió con la orden de alejamiento que hay a favor de ella y los pequeños.
“Tenía carro, negocios, departamento propio y unos hijos hermosos; yo le formé un hogar bellísimo, pero él no lo supo valorar ni proteger. Se fue por el camino de la vida fácil. Tengo fe en que no saldrá porque si lo hace, estará en el ojo de la tormenta. No sé cómo manejaría el tema del trago, el no poder salir del país, ni siquiera a provincia. A nadie se le desea la cárcel, pero no es mi culpa que John no haya tenido un comportamiento correcto”.
Incluso, visualizaba un futuro prometedor después de tantas decepciones: viajar con sus hijos al extranjero, quizás establecerse allá, abrir un salón boutique —uno de sus más grandes sueños—, y sacar a su madre de Cuba para que puedan volver a vivir juntas, pues su salud es delicada. “Soy una mujer fuerte y creyente, confío en que no saldrá”, dijo.
Este miércoles 5 de julio, John Kelvin abandonó la cárcel, luego que la Primera Sala Penal de Apelaciones Transitoria de la Corte Superior de Justicia de Lima Norte aceptara la apelación presentada por sus abogados. De inmediato, Dalia Durán se comunicó con Infobae Perú para enviarle un último mensaje:
“Que no cante victoria antes de tiempo. Si no la paga ahora, la justicia divina se encargará de él afuera”, complementó.