Julio es conocido como el mes patrio. Las calles, hogares e instituciones educativas se visten de blanco y negro para celebrar las Fiestas Patrias en todo el territorio nacional. Este festejo tiene su origen por la Independencia del Perú, un hecho histórico que nos permite reconocer nuestro patriotismo y amor por esta tierra que nos vio nacer.
A partir de este suceso, se crearon los símbolos patrios que siguen siendo reconocidos hasta hoy por las nuevas generaciones. Entre ellos, el himno nacional, entonado por primera vez por Rosa Merino; la bandera y el escudo nacional.
Otro objeto de gran valor que usamos desde que estamos en el colegio es la escarapela, este distintivo que tiene un valor importante y significado para los ciudadanos. En las siguientes líneas profundizaremos en su historia y correcta ubicación.
¿Qué es la escarapela y por qué lo usamos?
Para entender su génesis, tenemos que remontarnos al año 1820. Se estima que en esta época se hizo un llamado para que el ejército peruano lo usara para identificarse con la causa y diferenciarse de las tropas enemigas.
Años más tarde, según indica el libro “Historia sanmartiniana en el Perú” de Ricardo Cavero, en que se estableció los símbolos patrios y se considero a la escarapela, que debía poseer los colores blanco y rojo, en un orden intercalado para que siga la secuencia de la bandera peruana.
Los cambios propuestos por las autoridades recayeron en estos distintivos. En la Constitución de 1979 dejó de ser considerada como un símbolo patrio. Pese a esta medida, se siguió usando, incluso, hasta en nuestro presente. La escarapela se encuentra vinculado a nuestra identidad, a la valentía de los héroes de la Independencia; así como el amor y respeto hacia la patria, siendo un símbolo de patriotismo.
¿En qué lado va la escarapela?
En cuanto a la ubicación de la escarapela, se recomienda colocarla en el lado izquierdo del pecho, sobre el corazón. Esta posición simboliza el amor profundo que sentimos hacia los colores que representan nuestro territorio nacional.
¿Qué son las Fiestas Patrias en Perú?
Las Fiestas Patrias en Perú son los festejos que conmemoran la emancipación de Perú del dominio español. De manera oficial, abarcan un período de dos días. El 28 de julio se celebra la proclamación de independencia efectuada por el ilustre Don José de San Martín, cuyo documento fue firmado el 15 de julio de 1821 en la ciudad de Lima. Durante esta festividad, los ciudadanos peruanos se congregan para rendir tributo a sus valientes héroes, participar en grandiosos desfiles, deleitarse con la exquisita culinaria tradicional y festejar con regocijo y un inmenso orgullo su ansiada independencia.
¿Qué pasó el 28 de julio?
La historia de la independencia de Perú en 1821 está marcada por un momento trascendental: la proclamación oficial de su emancipación. Este evento simbolizó la liberación del control español y el nacimiento de una nación soberana. No obstante, este logro estuvo envuelto en una serie de conflictos internos y tensiones sociales que se habían ido acumulando con el tiempo.
Los peruanos, motivados por la opresión y violencia impuestas por el dominio español, se lanzaron en busca de la libertad para preservar sus costumbres, derechos e identidad. A pesar de que la independencia fue declarada el 28 de julio de 1821, las hostilidades y las guerras persistieron hasta diciembre de 1824, lo cual plantea la pregunta de por qué continuaron a pesar de la proclamación inicial.
Aunque muchos españoles abandonaron el país, las fuerzas realistas, encarnadas en el Ejército Real del Perú, permanecieron en suelo peruano. Este ejército había sido creado durante el virreinato con el propósito de salvaguardar la monarquía española en América y enfrentar las revoluciones y protestas contra el dominio español.
El desenlace definitivo de la independencia peruana tuvo lugar el 9 de diciembre de 1824 en la Batalla de Ayacucho. En este punto crucial, conocido como la Capitulación de Ayacucho, se firmó un acuerdo entre los realistas y los libertadores. Dicho acuerdo estableció cláusulas para proteger la soberanía de Perú y permitió la integración de los españoles como ciudadanos peruanos, sujetos a las leyes locales. Asimismo, se acordaron ciertos beneficios económicos para los españoles, los cuales tendrían repercusiones en la economía del país en el futuro.