Han pasado 23 días desde que Kataleya Álvarez desapareció en Florencia, pero hasta el momento no se conoce que sucedió con la niña peruana, quien llegó a suelo italiano en compañía de sus padres. La menor fue vista por última vez en el patio del antiguo Hotel Astor alrededor de la 13:00 horas, donde la cámara de seguridad la enfoca saliendo, pero a pocos minutos ingresa al edificio.
Una extraña desaparición que no se ha podido concluir. Se ha convocado marchas desde donde participan los familiares, amigos y ciudadanos italianos para pedir que la niña regrese a casa. Sin embargo, son cerca de un mes que ambos progenitores no pueden abrazar a su engreída de tan solo cinco años.
En conversación con Latina Noticias, afirmaron que las autoridades europeas no le informan de cómo van los avances, debido a que lo califican como reservado para que no se divulgue datos que puedan interrumpir la investigación.
“No tenemos respuesta hasta el día de hoy, es lo mismo que siempre nos dicen. Por las leyes no nos pueden dar ninguna respuesta que no podemos saber hasta el momento nada y esa es nuestra desesperación”, declaró desde territorio italiano.
Además, refieren que las autoridades “siguen pistas”, pero no existe ninguna información concreta. Es así como se muestran desesperados por saber quién se llevó a su hija o cómo, porque aseguran que no tuvieron problemas “graves” en la zona.
Encontraron salida subterránea
Luego del cierre del Hotel Astor, latinos lograron apropiarse de este edificio de manera ilegal, por lo que las autoridades italianas dispusieron que se desaloje. Es así como les permitiría realizar la búsqueda en los departamentos.
Los padres afirmas que en la búsqueda se encontró un subterráneo que tendría una salida con otra calle, que probablemente no se haya podido captar en las cámaras de seguridad. “El motivo que por ahí han podido sacar a mi hija, pero es algo extraño porque en esa calle cómo es posible que nadie pueda ver nada”, sostiene el padre.
El hecho sucedió en plena luz del día, pero ningún propietario afirma haber visto a la menor. Los progenitores también sospechan que podrían estar bajo amenaza.
“Una persona salió en las noticias, después de diez días, diciendo que había escuchado por ese subterráneo, donde tiene la salida que hace contacto con los departamentos de atrás, una voz que decía: ´ma, ma’”, agregó.
Para Miguel Angel Romero existe una organización criminal detrás de la desaparición de la menor. Según explicaron que este subterráneo tiene salida por una de las partes traseras, pero desde que viven ahí no tuvieron conocimiento de ese espacio.
Tuvieron algún problema
Al ser consulta de una disputa con algunos de sus vecinos, prefirieron no dar detalles y reservar la información argumentando que los carabineros ya tienen los datos. “Esa información ya le hemos dado a la Policía y esa lo mantenemos en reserva por ese caso”, continúo.
Katherine Álvarez señala que no tiene muchas amistades en este hotel, debido a que cuando llegada de trabajar iba directo al departamento. A su vez, señalan que otro caso similar sucedió hace 23 años, pero no en esta ciudad.
En el caso de Kataleya se han conocido diversas hipótesis, pero ninguna ha llegado a saber de su paradero. Mientras que los padres dicen no reciben datos de parte de los investigadores.
Embajada de Perú
Cuando se conoció el caso, el Ministerio de Relaciones y Exteriores informó que se encuentran coordinando con las autoridades europeas para conocer lo que habría sucedido con la menor de cinco años. En tanto, mencionaron que un representante de la Embajada de Perú en Roma los visitó, a quien pidió que los puedan apoyar.
“Quisiera pedir un apoyo a la ministra de la Mujer y del Interior, a los políticos de que me ayuden de alguna y otra manera”, solicitaron a las autoridades peruanas.
Los progenitores señalaron que algunos compatriotas les han mostrado su apoyo, pero otros no. “Son pocos los que apoyan. Hay madres que apoyan, padres, hermanos, hijos [...] pero la mayoría sirven para temas para criticar o juzgar el porqué la madre está así [...] el padre está preso, se viste bien, tiene buena ropa [...]”, dice el padre.