Miguel Luyo Robles (32) dejó de existir el pasado martes 27 de junio luego de luchar por más de 24 horas por su vida. El efectivo policial recibió un impacto de bala presuntamente de su colega dentro de la comisaría de La Molina, debido a que la propia institución brindó dos versiones a sus familiares, quienes ahora piden justicia para esclarecer el caso.
Un confuso comunicado de la PNP dejó más interrogantes a sus seres queridos, quienes afirma que no coincide con las comunicaciones que ellos han tenido. Es precisamente el 26 de junio que recibieron una llamada para informarles de un “accidente” cerca de las 2:00 a.m.
“Te lo juro que se va a hacer justicia, esto no se va a quedar así”, manifiesta a Domingo Al Día la hermana de Luyo, quien con un dolor profundo aún seguirá de pie para conocer qué en realidad sucedió. Una extraña muerte que dejó dos versiones; la primera, que fue Migue que se autolesionó y; el segundo, que recibió un impacto de su colega en el interior del cuarto de esta dependencia policial.
Es así como fue trasladado a la Clínica San Felipe tras recibir una bala a la altura del hombro. Sin embargo, los médicos identificaron que este proyectil ingresó, pero no había salido, por lo que comprometió algunos de sus órganos.
“No nos cabe en la cabeza cómo puede pasar esto dentro de una diligencia policial. ¿Cómo es posible que una persona vaya a dormir con un arma de fuego al costado?”, indicó Alisson Luyo, quien ha tratado de encontrar explicación a los hechos, pero asegura que sigue siendo “extraño”.
Para la familia de Miguel Luyo existió un “abandono” de parte de su propia institución que de años servía, porque luego fue trasladado hasta el hospital Hipólito Unanue. “No hubo ese interés humano, más han priorizado los temas burocráticos y eso lo ha matado a mi hermano”.
El efectivo policial que disparó fue identificado como Jesús Nonajulca Paucar, quien se encuentra detenido y está bajo en proceso de investigación.
Una tragedia
Miguel Luyo será recordado por su alegría y humildad, aunque todavía su familia no pueda creer que uno de los integrantes se ha ido, continuará en el corazón de cada uno. “Él siempre quería que el grupo esté feliz”, afirma su hermano.
Por otro lado, el joven de 32 años tenía un plan, precisamente, era el de formar una familia. Se comprometió con su pareja que tuvo una relación de cinco años.
“Nos llegamos a comprometer. Fue el día más importante de mi vida, teníamos sueños, metas y proyectos que se quedaron truncados. […] Se ha llevado toda mi vida”, sostiene su prometida entre lágrimas.
Exjugador de Copa Perú
Otra de sus pasiones era el fútbol, por lo que llegó a ser jugador de la Copa Perú y representó a su institución en diversos campeonatos. Hincha de Alianza Lima y nunca faltó su polo de la blanquiazul en su cuarto.
Es así como viajó de Lima a Huaraz para continuar con el fútbol profesional cuando solo tenía 16 años. Llegó a formar el equipo de Sport Áncash, pero ser policía era otro de sus grandes sueños por los que lucharía.
“Una persona maravillosa que me lo quiten de la noche a la mañana. Que haya recorrido todo el país para jugar fútbol, porque eso era su sueño”, mencionó su madre.
Las autoridades han iniciado una investigación que podrá saber qué es lo que realmente sucedió. Para los familiares, las declaraciones del efectivo que disparó son contradictorios al afirmar que “el arma lo dejó encima del ropero”. Sin embargo, la institución señaló que fue el suboficial de segunda que efectuó el disparo.