En 1994 se estrenó Los de Arriba y los de Abajo, una telenovela que marcó un hito en la televisión peruana y que recogía la vida misma del Perú en aquel entonces. El productor francés Michel Gomez y el guionista Eduardo Adrianzén se unieron para llevar a la pantalla chica una historia de corte social, que si bien fue para divertir al público, reflejaba la lucha entre los “ricos y pobres” en medio de un gobierno implicado en corrupción y, que poco o nada, hacía por los peruanos.
A través de la señal de ATV, artistas como Óscar Carrillo, Héctor Manrique, Mónica Sánchez, Gisela Cárdenas, Julián Legaspi, Teddy Guzmán, Eduardo Cesti, Leslie Stewart, Haydeé Cáceres, Reynaldo Arenas, Bruno Odar, Irma Maury y otros más conformaron el recordado elenco que se encargó de retratar en cada episodio los problemas sociales de una Lima dividida por el poder, el terrorismo, la violencia, los vaivenes políticos que se iban incluyendo en la trama.
“Nos dijeron del canal 9 que hagamos una novela. Ya tenía un argumento de novela social y fue lo que hicimos. Nos quedamos trabajando un buen tiempo con ese estilo de novela. Los de Arriba y los de Abajo es producto de un trabajo previo de miniseries con un estilo diferente a las otras. Fue la culminación de las cuatro miniseries exitosas que tuvimos. Por eso nos dieron la luz verde para hacer la novela”, comenta Eduardo Adrianzén en conversación con Infobae Perú sobre el origen de la exitosa telenovela.
A pesar de contar con poco presupuesto y un equipo reducido de producción, pudieron superar todas las adversidades para entregarle al público lo mejor. Eduardo recalca que sabía que historia quería contar.
“Trabajaba solo con dos escritores más, pero básicamente yo me encargaba del 80% de la novela. No era complicado (escribir) porque tenía claro a los personajes, el concepto, el estilo y el elenco. Cuando es tu historia, solo te preocupas de que sea interesante y que este dentro de lo que ya tiene el televidente”, argumentó.
Asimismo, asegura que nunca le importó las críticas u opiniones que rodeaban a Los de Arriba y los de Abajo, pues lo único que le habían pedido era que la telenovela consiga la aceptación de los televidentes. Incluso, destaca que tuvo mucha libertad para poner en sus guiones lo que quisiera y “podía burlarme en toda la historia”.
“A mí la crítica nunca me ha importado y si hubiera hecho caso a alguna crítica en la vida, no hubiera hecho nada. Nosotros hacíamos la novela popular, pacharaca, chicha, como le decían. Y otros hacían las novelas más pitucas o más familiares. En ese tiempo tuvimos mucha libertad creativa, porque solamente nos pedían que tuviera éxito. Ya sabíamos qué fibras tocar, cómo hacerlo, cómo trabajar la dramaturgia. Nunca hubo ninguna presión del canal en absoluto”, señala.
El fin de la telenovela
Detrás de los 220 capítulos y los casi 40 puntos de rating que se lograban, Eduardo Adrianzén recuerda lo duro que fue pensar en cada línea de los guiones. En aquel entonces, no había descanso y vivía frente a su escritorio, teniendo como “mejores amigos” al lápiz y al papel.
“Estaba agotado, trabajando en un cuarto durante horas y horas todos los días. Fue una época bien caótica. Para mí fue muy estresante, porque era un trabajo muy fuerte. Fueron dos años de mi vida que no salí a la calle, que solo trabajaba. Pero está bien, es lo que me tocaba hacer”, recuerda.
Es precisamente este cansancio que lo llevó a poner fin a Los de Arriba y los de Abajo. Junto a Michael Gomez se dieron cuenta de que la novela ya no daba para más. “Yo siempre digo que la novela lo terminamos por cansancio. Era escribir lo que se me pasaba por la cabeza sin planificación ni estructura”, expresa, revelando que lo más gracioso fue “convertir a Irma Maury en rana. Eso era lo colmo de lo absurdo. Ya había que acabar y hacer otra cosa”.
La telenovela que se emitía de 9:00 p.m. a 10:00 p.m. salió del aire en abril de 1995. No se realizó una segunda temporada. Eduardo Adrianzén explica los motivos: “En los años 90′ a nadie se le ocurría eso de las temporadas. No existía ese concepto en ese momento. Eso es nuevo y empezó del siglo XXI en adelante. No existía ‘el próximo año vuelve’, eso era para las series gringas nada más”.
Sobre la idea de hacer una nueva versión de Los de Arriba y los de Abajo en la actualidad, el guionista peruano argumenta que ningún canal de televisión lo transmitiría.
“Yo lo haría, pero nadie la va a financiar. Ningún canal va a querer un producto así. Van a decir que soy caviar, rojo, comunista. Olvídate, no me va a pagar nadie. Tendría censura insoportable y yo no trabajo así, no me interesa”, agrega.
Si bien, considera que sería todo un éxito hacer una producción con la actual coyuntura política que vive el Perú, no hay nadie que se atreva a hacerlo.
“Tendría 45 puntos de rating, pero nadie lo va a hacer. Sería una novela extraordinaria, porque hay toda una situación social terriblemente dramática donde va a haber un tema muy interesante, pero jamás los auspiciadores van a aceptar”, complementa.