La batalla campal entre los jugadores de Universitario y Gimnasia en la Copa Sudamericana quedó marcada como una de las broncas más descomunales que involucraron a un equipo peruano en los últimos años. Esto generó que muchos recuerden los principales episodios de violencia en un campo de juego que marcaron la historia del balompié nacional.
Uno de los eventos de este tipo más significativos fue la brutal pelea entre la selección peruana y Cosmos de Estados Unidos, producida el 4 de abril de 1982 en el Giants Stadium de Nueva Jersey, encuentro se disputó como parte de la gira de preparación que realizó la ‘bicolor’ antes del Mundial España 1982.
Para conocer un poco más de este acontecimiento, Infobae Perú conversó con Ramón Quiroga, uno de los grandes protagonistas de la gresca, y el historiador deportivo Gerardo Álvarez.
El equipo dirigido por el brasileño Tim venía de clasificar con mucha brillantez a la Copa del Mundo, eliminando a Uruguay y Colombia, por lo que llegaba en gran momento. Además de Quiroga, contaba con figuras como, Guillermo La Rosa, José Velásquez, Jaime Duarte, César Cueto, Julio César Uribe, Eduardo Malásquez, entre otros. Juan Carlos Oblitas y Gerónimo Barbadillo aun no se unían, pues todavía no acababan su temporada con el RFC Seresien y Tigres de México respectivamente. Teófilo Cubillas tampoco estuvo presente, pues se integró al plantel poco antes de la cita mundialista.
Por su parte, Cosmos ya no contaba con Pelé ni con Franz Franz Beckenbauer, pero aún mantenía varios cracks como el brasileño Carlos Alberto, capitán de Brasil en el Mundial México 1970, los paraguayos Julio César Romero y Roberto Cabañas, los holandeses Johan Neeskens y Wim Rijsbergen y el italiano Giorgio Chinaglia.
¿Cómo se originó la pelea?
El partido transcurría con normalidad, Cosmos ganaba 2-1 con goles de ‘Romerito’ y el Chinaglia, mientras que Perú había descontado por medio de Uribe de penal. El conflicto se produjo sobre el final del primer tiempo, cuando el paraguayo desbordó por la izquierda, pero fue cruzado por Duarte, quien fue con tal vehemencia que terminó propinándole un rodillazo en el costado inferior, dejándolo tendido en el suelo.
En ese momento, el ‘Chiquillo’ intentó auxiliarlo, pero apareció el ecuatoriano-estadounidense Hernán ‘Chico’ Borja para apartarlo con un brusco empujón. El defensor le increpó por la acción, pero inmediatamente apareció Neeskens, quien le soltó un puñetazo en la cara, agresión que terminó por desatar todo el descontrol. Al instante aparecieron César Cueto y Eduardo Malásquez, quienes golpearon al holandés, el cual estaba fuera de sí, intentando agredir a todos los peruanos, llegando incluso a empujar al árbitro del partido, el cual trataba de separar a los involucrados.
Otro participe fue Quiroga, quien sujetó al árbitro por la espalda e intentó sostener al neerlandés, pero luego fue tomado por el serbio Ivan Buljan. “La consigna era defender a nuestros compañeros”, recuerda el portero. Entre los hechos curiosos, también destaca que el propio Buljan llegó a pararse frente a frente con Guillermo La Rosa, pero ante el tamaño del delantero, optó por unirse al tumulto que transcurría detrás del arco.
Un dato que llama la atención, fue que al final de la pelea, solamente Neeskens y Jeff Durgan del Cosmos resultaron expulsados, mientras que en la ‘bicolor’ el único que vio la roja fue Roberto Rojas. “En esa época solo se vio como algo curioso, hoy hubiera acontecido sanciones drásticas”, señala Álvarez. En la segunda mitad, el partido se tornó muy favorable para los locales, quienes marcaron tres goles más y terminaron goleando 5-1.
El resentimiento de Neeskens con Perú
Tanto Quiroga como Álvarez señalan al holandés Johan Neeskens como el instigador de toda la pelea. El delantero había sido compañero de Hugo Sotil y Johan Cruyff en Barcelona, y sido pieza clave en el mítico equipo de Holanda denominado la ‘naranja mecánica’, que fue subcampeón en Alemania 1974 y Argentina 1978. Sin embargo, muchos no saben que también guardaba cierto resentimiento hacia la selección peruana.
“A pesar de que habían pasado cuatro años, Neeskens seguía molesto por lo que ocurrió en el Mundial Argentina 1978, de hecho, hasta hace poco seguía afirmando que Perú se dejó golear en el 6-0 con Argentina”, señala el historiador.
Por su parte, El ‘Loco’ recordó que el neerlandés había sufrido una lesión por un choque con Cueto durante el empate 0-0 con la ‘bicolor’ en la Copa del Mundo anterior, la cual le impidió jugar al 100% en las fases finales. El exportero lo tiene muy presente, pues fue él quien lo atendió y retiró cargado del campo de juego. Por este motivo, el exBarcelona estuvo tratando de provocar al ‘poeta’ durante el partido y se terminó desquitando durante la bronca.
“Perú era un excelente equipo, pero no tengo buenos recuerdos de ese partido porque terminé con las costillas fracturadas. No jugué ni con Austria ni con Alemania, en la semifinal ante Italia me pusieron ocho inyecciones, jugué infiltrado. Perú con Argentina jugó muy raro, para mí ese partido estaba comprado. Había un tema político, ni siquiera jugaron a la misma hora que Brasil, sabían cuantos goles había que meter para pasar”, declaró en 2016 a la revista Somos.
La insólita indumentaria que utilizó Perú para protegerse del frío
La pelea no fue el único hecho que llamó la atención en ese partido. Un aspecto que tuvo condicionados a los jugadores fue un error dirigencial, pues la delegación no llevó indumentaria de invierno, pese a que por esos meses se vivía un clima gélido en los Estados Unidos, y la temperatura durante el cotejo llegó a los dos grados celsius, por lo que los futbolistas nacionales jugaron bajo un frío terrible.
Esto obligó a que los seleccionados deban improvisar y todos, a excepción de Julio César Uribe, se pusieron medias en los brazos para compensar las mangas cortas y estar más abrigados. El ‘Diamante’ optó por colocarse guantes de arquero. “Yo tuve que pedir una casaca para atajar”, recuerda Quiroga.
Todo esto perjudicó al equipo peruano, y fue clave para que en la segunda parte no pueda sostener el ritmo del partido. Gerardo Álvarez mencionó que el estado del campo tampoco era el óptimo para jugar fútbol. “La cancha estaba en condiciones irregulares, era de tartán, que ni siquiera es césped sintético, sino un caucho pintado de verde”.
Asimismo, Tim y su cuerpo técnico, se cubrieron las piernas con una sábana en el banco de suplentes, mientras los sustitutos tiritaban pese a contar con buzos y prendas en la cabeza.