Veronique Henry, directora de la ONG Plan Internacional en Perú, dice que tomó con asombro la noticia de que existen niñas entre 11 a 13 años de edad que contrajeron matrimonio en los últimos nueve años y dichas uniones fueron registradas por el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec), pese a que legalmente está permitido el matrimonio a partir de los 14 años de edad con el consentimiento de los padres.
En una entrevista con Infobae Perú, calificó la situación como una “gravísima vulneración de los derechos de estas niñas porque evidentemente no se puede hablar aquí de matrimonio consentido, voluntario, con conocimiento de cosas. Obviamente eso no es es bueno, aquí hay un tema de abuso sexual y de violencia. Una niña de 11 años es una niña, no puede tomar ninguna decisión respecto a estar con alguien”, sostuvo.
“Supongo que el Reniec estará averiguando qué ha pasado. Espero que esté tomando este asunto en serio y esté haciendo las investigaciones internas del caso para ver qué pasó y asegurarse de que no vuelva a pasar, agregó.
Una de las declaraciones que mayor indignación causó es la del congresista José Balcázar (Perú Bicentenario), quien señaló que “las relaciones sexuales tempranas ayudan al futuro psicológico de la mujer”. Al respecto, Hendry llamó “absurdo” esta afirmación y desbarató este y otros argumentos de varios parlamentarios que se oponen al proyecto de ley de la legisladora Flor Pablo Medina, el cual busca erradicar la unión legal con menores de edad.
“Absurdo, obviamente proviene de alguien que no sabe acerca del desarrollo de las niñas, los niños y los adolescentes. Está totalmente desubicado y busca justificar algo que no puede ser justificado. Muchas veces se menciona que ‘es algo cultural’, que ‘siempre ha sido así’, ‘así se hace en estas comunidades y hay que aceptarlo’, pero no. Incluso las propias líderes indígenas se han pronunciado y han afirmado que esto es inaceptable, que no quieren que se siga esta ‘tradición’ en sus comunidades”, manifestó.
La directora de la ONG Plan Internacional afirmó que, “siempre surgirán voces en contra de los derechos de las niñas y los niños, con cualquier pretexto. Lo cierto es que no reconocen, no comprenden o no quieren ver las graves consecuencias que un matrimonio implica para una niña en todos los aspectos, especialmente en el ámbito educativo, ya que en la gran mayoría de los casos las menores ya no acceden a la educación”.
6 de cada 10 niñas que sufrieron violencia en su familia
Una investigación impulsada por Plan Internacional y el Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) exploró la situación de las mujeres y adolescentes involucradas en uniones de hecho antes de los 18 años de edad. El estudio pone al descubierto que uno de los factores que llevó a muchas mujeres a contraer matrimonio o a convivir tempranamente con “una pareja” fue la violencia que sufrieron dentro de sus hogares por parte de su propia familia.
Los datos recogidos para el informe fueron tomados de la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES) hasta 2017 y, parece perfilarse con una tendencia a la estabilidad o incremento en la cifra para este 2023 y los próximos años, si es que no se toma cartas en el asunto.
“Los resultados obtenidos en esta investigación son muy interesantes. Se destaca que 6 de cada 10 mujeres que se unieron desde temprana edad han sufrido violencia en su familia de origen. Muchas de estas mujeres fueron adolescentes que abandonaron su hogar con el primer enamorado que se presentó o a veces ni siquiera enamorado, sino con la primera oportunidad para escapar de su familia violenta”, informó Henry.
La especialista alertó que muchas de las encuestadas tienen “la creencia de que al estar con un hombre mayor podrán resolver sus problemas, escapar de la violencia y contar con apoyo económico. Lamentablemente, en la mayoría de los casos esto no sucede, ya que cuando estas menores se van, se unen o se casan, en su mayoría, se ven obligadas a abandonar su educación”.
El estudio también desveló que producto de estas uniones, muchas de las víctimas se convirtieron en madres siendo aún menores de edad, y al no poder completar su educación y solo dedicarse a la crianza del primero y próximos hijos, su situación económica empeoró aún más.
“El 86% de las mujeres que se unieron entre los 10 y 15 años eran menores de edad cuando nació su primer hijo, en las zonas rurales fue de 90%. Entonces, prácticamente todas estas jóvenes que se unieron tempranamente tuvieron al menos un hijo o una hija cuando fueron menores, y posteriormente, cuando alcanzaron la mayoría de edad, el 62% de ellas en la zona urbana y el 67 % en la zona rural, tuvieron tres o más hijos”, mencionó.
“Es importante destacar que cuanto más temprano se unen o se casan, menos probable es que tengan solamente un hijo o hija. En cambio, suelen tener tres, cuatro o incluso más hijos. Esto, obviamente, dificulta completar su educación y las deja en una situación de pobreza económica en la mayoría de los casos. Además, su dependencia económica, material y emocional de sus parejas es mucho mayor que la de ellas”, explicó.
La situación es dañina en la mayoría de los casos. “Las menores, en este país, están siendo utilizadas por hombres mayores como empleadas o esclavas sexuales. Se encuentran en un estado de total vulnerabilidad debido a la falta de educación, recursos económicos, resiliencia o posibilidad de escapar de esta situación”, dijo la directora de la ONG Plan Internacional en Perú.
En esa misma línea, Veronique Henry consideró que este tipo de situaciones ocurren muchas veces por desconocimiento o aceptación: “Es algo ampliamente aceptado y común a nivel cultural. En las zonas urbanas ya no es tan frecuente, pero en las zonas rurales sigue siendo muy común. Entonces, las niñas y adolescentes solo tienen que aceptar y aguantar todo sin cuestionar y sin quejarse. Prácticamente esa es la realidad que se vive mucho en el país y de la que casi no se habla”.
Deja sin argumento a los simpatizantes del matrimonio infantil
¿Qué pasa con los presuntos perjuicios que podría traer la erradicación de esta ley? Según las declaraciones de hace un año, la congresista Gladys Echaíz (Renovación Popular) cuestionó la propuesta de su colega Flor Pablo Medina señalando que ello podría impedir que una menor solicite judicialmente una pensión de alimentos o que pueda heredar en caso del fallecimiento de su “pareja”.
“Puede ser de alguna manera cierto lo que dicen, pero si vemos las cifras y el estado de vulnerabilidad, sí o sí se debe prohibir el matrimonio de menores, el riesgo es mucho mayor. Debemos considerar que cuando hablamos del matrimonio, si lo entendemos en un sentido más profundo, está el matrimonio legal que se registra oficialmente. Pero más allá de esto, existen muchas más uniones de hecho que no están registradas en ninguna parte, y no hay cifras ni estimaciones al respecto”, indicó.
Como ejemplo, Henry explicó que en zonas rurales y en la Amazonia la mayoría de las niñas y adolescentes conviven en uniones de hecho, es decir, no están legalmente casadas ante el Reniec.
“Esto es aún más preocupante porque no hay cifras ni ninguna forma de protección para ellas. Es necesario abordar este tema desde todas las instancias del Estado a nivel nacional, a través de normativas y políticas públicas, pero obviamente esto requiere un trabajo conjunto y coordinado”, consideró.
En esa misma línea, la representante de esta ONG destacó la importancia de trabajar en la prevención de la violencia basada en género desde todas las edades y promover la educación sexual integral en las escuelas. Esto implica enseñar a niños y niñas sobre la igualdad de género, el respeto y la protección de su cuerpo desde temprana edad. La educación sexual integral no tiene relación con la llamada “ideología de género” y busca desmitificar y promover la igualdad y el respeto en las relaciones, asegura.
Agregó que también se debe enseñar a los menores a reconocer relaciones de riesgo y señales de peligro que puedan llevar a la violencia, ofrecerles herramientas para el desarrollo de su autoestima y la toma decisiones. Este trabajo se realiza en el ámbito familiar, educativo y de salud. Asimismo, señaló al sector salud como la entidad responsable de implementar centros de salud diferenciados y capacitar a profesionales especializados, como psicólogos, para atender las necesidades de los adolescentes.
Henry respondió a las palabras del congresista fujirmorista Jorge Morante, quien dijo que a partir de los 16 años “ya hay buena capacidad de discernimiento” como para que una menor decida contraer matrimonio o unión de hecho.
“Es un tema subjetivo y depende obviamente del nivel de entendimiento y conocimiento de cada adolescente. Algunas niñas pueden tener la capacidad de discernir y tomar decisiones responsables a los 16 años pero no saben que pueden ser simplemente víctimas de violencia sexual (dentro de una relación sentimental) porque justamente todavía no tienen esta capacidad de discernir que eso es violencia”, explicó.
“Por esta razón, la mayoría de los países tienen una edad mínima de matrimonio de 18 años, en línea con las normas internacionales que recomiendan no permitir el matrimonio de menores de edad. En muchos países de América Latina, se permite el matrimonio a partir de los 14 años, lo cual está desactualizado y debería adecuarse a las recomendaciones internacionales”, puntualizó.