El ministro de Salud, César Vásquez, buscó desmarcarse este sábado del expresidente Pedro Castillo, pese a que aparece en unas postales junto a él y otros integrantes del llamado ‘Gabinete en la sombra’. Es la primera vez que se ha referido a un tema hecho público por El Comercio y Panorama hace más de una semana.
“Esas fotos son antiguas y de antes que siquiera esté en campaña. Soy un político conocido en Cajamarca. Muchas personas se han acercado a tomarse fotos en fiestas patronales en nuestros distritos. Si en algún momento hemos coincidido, no nos hace ni cómplices o amigos ni responsables de sus cuestionamientos”, remarcó en una rueda de prensa.
El funcionario aseguró que no mantuvo “coincidencias ideológicas o de trabajo” con el exmandatario, recluido en el penal de Barbadillo desde diciembre del año pasado, pues se ubica en “otra línea” política.
De igual modo, aclaró que contactó con Alejandro Sánchez, propietario de la vivienda donde Castillo mantuvo reuniones extraoficiales, solo en la época en que fue elegido legislador.
Vásquez mencionó, asimismo, que su vínculo con el exasesor de Castillo fue “estrictamente profesional” y aseguró que no tuvo “comunicación laboral o mayor contacto” posteriormente ni cuando llegó a Palacio de Gobierno.
En la misma conferencia, el ministro descartó que su designación haya sido por un acuerdo político entre la administración de Dina Boluarte y César Acuña, líder de Alianza para el Progreso, la agrupación a la que perteneció hasta que solicitó licencia.
“A mí me convocan de acuerdo a mi experiencia y trayectoria política. No ha habido ninguna coordinación con el presidente del partido, muy por el contrario, cuando me hacen la entrevista final, la presidenta me convoca y me dice que han decidido nombrarme ministro“, siguió.
El mes pasado, Vásquez reemplazó en el despacho a la médica Rosa Gutiérrez, quien dimitió cuando comparecía en el Congreso en medio de una ola de críticas por el manejo del peor brote de dengue, que ya ha afectado a más de 150.000 personas en el país.
La República destapó, además, que registra 19 denuncias (13 en la Fiscalía de Cajamarca y seis en la de Lambayeque) por delitos que van desde abuso de autoridad hasta apropiación ilícita, la mayoría en fase de sobreseimiento o archivo preliminar o definitivo.
Las recientes declaraciones del ministro llegan tres días después de que la Sala Penal Permanente declarara infundada la apelación interpuesta por la defensa del expresidente para anular la denuncia de la Fiscalía, con lo cual seguirá investigado por la presunta comisión de delitos de corrupción.
Castillo cumple 36 meses de prisión preventiva por este caso, donde es sindicado como líder de una organización criminal dedicada a obtener dinero a cambio de licitaciones fraudulentas de obras públicas, y otros 18 meses por cargos de rebelión a raíz de su intento fallido de autogolpe.
La investigación del Ministerio Público se oficializó después de que el Congreso aprobara el informe final de una denuncia constitucional contra el exmandatario, quien ya no posee inmunidad.
“Hoy, más que nunca, vuelvo a rechazar enfáticamente que jamás he liderado o sido parte de una red criminal, jamás he sido cómplice de un delito sin autor”, sostuvo en una audiencia celebrada esta semana.