El matrimonio infantil es una problemática que perjudica en gran medida a cientos de niñas y adolescentes en el país. Esta situación las expone a la muerte materna y a vivir en un contexto de violencia. El Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) ha identificado que seis niñas de 11, 12 y 13 años se casaron pese a su corta edad. Sin embargo, un grupo de congresistas se opone a la aprobación del proyecto de ley que elimina esta unión con menores.
En Perú, a diario, se registran altos índices de violencia contra mujeres de todas las edades. La violencia sexual y física afecta en gran medida a niñas de 0 a 17 años. No obstante, esta no es la única manifestación de violencia a la que están expuesta las menores. La continuación de un embarazo no deseado en niñas, más aún cuando es producto de un acto de abuso sexual, es considerado ‘tortura’ a nivel internacional. Lamentablemente, la legislación peruana aún mantiene leyes que permiten estos hechos.
Uno de los acontecimientos que vulneran los derechos de las niñas y adolescentes es el matrimonio en menores. Sin embargo, Reniec ha identificado 464 matrimonios de menores a 15 años y, según un análisis del diario La República, seis de estas uniones corresponden a niños de 11, 12 y 13 años.
De acuerdo a Save the Children, contraer matrimonio durante la niñez o adolescencia impacta gravemente en las menores, pues incrementa el riesgo de mortalidad infantil y materna, además que las hace más vulnerables a padecer violencia. “Es una violación de los derechos humanos y una barrera para el desarrollo sostenible”, detalla.
El matrimonio infantil también impacta duramente en el desarrollo del plan de vida de estas menores, pues influye en su educación, salud, economía y hasta aumenta la probabilidad de pobreza intergeneracional. Por ello, para esta organización esta problemática representa una forma más de violencia de género basada en la desigualdad y discriminación.
“La intersección de la desigualdad de género y el bajo nivel socioeconómico a menudo se identifica como un fuerte impulsor del matrimonio infantil, ya que las familias necesitadas pueden usarlo como un mecanismo de supervivencia para aliviar su carga financiera”, indica.
Cuestionadas declaraciones
La congresista no agrupada Flor Pablo presentó un proyecto de ley que elimina el matrimonio infantil. Nueve meses después, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Parlamento decidió aprobar este dictamen. Sin embargo, una conducta en particular llamó la atención: el legislador José Balcázar, de Perú Bicentenario, se abstuvo de votar y brindó una serie de argumentos supuestamente a favor de la unión con menores de edad.
“En las ciudades grandes, las uniones de hecho son tempranas, las relaciones sexuales son tempranas, y la medicina legal sabe perfectamente que, mientras no haya violencia, las relaciones sexuales tempranas más bien ayudan al futuro psicológico de la mujer. El problema es cómo prohibir el embarazo, falta educación sexual ahí. Pero el matrimonio es disfuncional, ¿qué hacemos con las personas que ya tienen hijos y que están conviviendo sin violencia siendo menores de 18 años?”, dijo.
“Las personas de 14 años para arriba son sumamente maduras e inteligentes a estas alturas del siglo XXI. Lo ha demostrado la psicología y criminología: cuando no hay violencia, son relaciones saludables, vitales para el desarrollo psicofísico de las personas. Sugiero que este proyecto vuelva a ser estudiado”, agregó.
La exfiscal de la Nación, Gladys Echaíz, integrante del grrupo de trabajo, también emitió su opinión al respecto e hizo referencia al origen cultural de estas prácticas, por lo que consideró “medio complicado” negar que las niñas forman parte de un matrimonio a temprano edad. La parlamentaria de Alianza Para el Progreso (APP) resaltó que este tema debería ser abordado mediante “políticas públicas de manera preventiva” mas no en la “limitación de derechos de la persona”.
“¿Qué pasaría si la pareja vive con normalidad, pero por la ley estarían impedidos de casarse? Esa persona [la mujer] no podría pedir alimentos, no podría suceder en caso de muerte de su concubino; no podría ser parte de la sociedad de bienes que puede generarse a raíz de la unión de hecho”, añadió.