El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) condenó este miércoles el absurdo del legislador José Balcázar (Perú Bicentenario), quien señaló que “las relaciones sexuales tempranas ayudan al futuro psicológico de la mujer” durante su intervención en la Comisión de Justicia del Congreso, donde se abstuvo a votar un dictamen para prohibir en matrimonio infantil.
“Rechazamos enérgicamente las declaraciones del congresista que pretende justificar las relaciones sexuales con menores de edad, indicando que promueven su desarrollo. La evidencia existente contradice su posición. Todas y todos debemos actuar juntos para prevenir situaciones de riesgo de vulneración de tales derechos y promover una sociedad que los proteja”, tuiteó la cartera presidida por Nancy Tolentino.
Balcázar, acusado de contratar como asesor al juez que lo absolvió en un caso por difamación y de libar licor durante la semana de representación, fue el único integrante del grupo parlamentario que se inhibió de la votación tras respaldar esta práctica que, legal o no, informal o consensuada, representa una de las formas más generalizada de abuso sexual, de explotación y de violencia, principalmente contra las niñas, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
“Resulta que el matrimonio en el Perú se ha vuelto disfuncional. Hoy la gente no se casa, todas son uniones de hecho. Desde los 14 ya están embarazadas las chicas. Con la ley queremos prohibir aquellas personas que resultan embarazadas siendo menores de edad, ¿pero cómo?, si el sexo lo mantienen más allá de lo que se ha dicho aquí —que, en algunos casos, los padres las venden a las chicas en la selva”, dijo el parlamentario al inicio de su intervención.
“En las ciudades grandes, las uniones de hecho son tempranas, las relaciones sexuales son tempranas, y la medicina legal sabe perfectamente que, mientras no haya violencia, las relaciones sexuales tempranas más bien ayudan al futuro psicológico de la mujer. El problema es cómo prohibir el embarazo, falta educación sexual ahí. Pero el matrimonio es disfuncional, ¿qué hacemos con las personas que ya tienen hijos y que están conviviendo sin violencia siendo menores de 18 años?”, siguió.
La postura fue casi calcada a la que emitió en noviembre de 2022, dos meses después de que la congresista no agrupada Flor Pablo presentara la iniciativa que busca suprimir de la legislación cualquier posibilidad que permita las uniones con menores. En ese momento, el debate del proyecto quedó en pausa, aunque ya daba luces de la postura antiderechos del legislador.
“Las personas de 14 años para arriba son sumamente maduras e inteligentes a estas alturas del siglo XXI. Lo ha demostrado la psicología y criminología: cuando no hay violencia, son relaciones saludables, vitales para el desarrollo psicofísico de las personas. Sugiero que este proyecto vuelva a ser estudiado”, dijo.
En la última década, el país registró casi 5.000 matrimonios infantiles, 464 de los cuales involucran a menores de 16 años y seis, a menores de 11, 12 y 13 años; todas mujeres, según datos del Registro Nacional de Identidad y Estado Civil (Reniec) difundidos por La República.
La entidad no respondió al diario cómo logró inscribir estas últimas uniones ilegales. Lima, Loreto, Callao, Piura y Lambayeque son las regiones con los indicadores más altos de estas uniones en un país que en 2020 alcanzó un pico de 845, casi tres matrimonios infantiles por día, según Reniec.
La Dirección General de Niñas, Niños y Adolescentes, adscrita al MIMP, trabaja en otra propuesta normativa para prohibir este fenómeno que despoja a niñas de su infancia, las expone a violencia doméstica y las empuja a la deserción escolar, según la agencia de la ONU.
En la misma sesión del año pasado, Gladys Echaíz (Renovación Popular) emitió una mirada que distaba de la discusión de fondo y señaló que son prácticas comunes, pese a que empujan a las menores a asumir roles que no les corresponden, como replicó su colega Ruth Luque.
Flavio Cruz (Perú Libre) adujo que es un tema cultural de las zonas rurales, donde la práctica se torna habitual, precisamente, por el embarazo precoz ―muchas veces a causa de abuso sexual―, la violencia familiar y la pobreza, según especialistas.
Por su parte, Jorge Morante (Fuerza Popular) comentó, sin sustento, que la propuesta sería viable para menores “con dispensa judicial, debidamente justificada, para poder contraer matrimonio”, pues a partir de los 16 años “ya hay buena capacidad de discernimiento”.
Desde que vertieron esas expresiones, hasta que la Comisión de Justicia aprobó el dictamen que pone fin a las uniones con menores, pasaron nueve meses y ahora la iniciativa puede ser derivada a la Comisión Permanente o ponerse a debate en el siguiente pleno.
El antropólogo y excandidato presidencial, Manuel Hilario, instó al Legislativo a respaldar la votación obtenida y “actuar en concordancia con los principios de derechos humanos y protección de la infancia”.
“Es necesario promover campañas de concientización y educación para sensibilizar a la sociedad sobre los efectos perjudiciales de esta práctica. No podemos permitir que miles de niñas y niños vean sus sueños truncados”, siguió.