Tras un largo operativo secreto entre la Dirección Antidrogas de la Policía Nacional del Perú (PNP) y la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), se logró dar un duro golpe a capos de la droga, de nacionalidad peruana, que exportaban marihuana de la más alta pureza producida en los campos de Pataz, en la región La Libertad, hacia la ciudad de Santiago, en el vecino país de Chile, reveló Panorama.
De acuerdo al dominical, basado en información de la Dirandro, los artífices de este emprendimiento criminal fueron la pareja de peruanos conformada por Grecia Victoria López, alias la Grecia, y Kenji Otiniano, más conocido en el mundo de la droga como Nilton. A este último, las autoridades lo señalan como el “cerebro” de la operación delictiva.
“Esta operación comenzó el año pasado con una serie de gestiones operativas que permitieron incautar alrededor de 150 kilos de droga”, dijo Marcelo Atala, jefe de la Prefectura Antinarcóticos de Chile.
Según la policía de ambos países, debido a la alta demanda de la marihuana peruana en la capital de Chile, la Grecia y Nilton se vieron empujados a contactar a Jorge Molina Bello, un conocido narcotraficante, cuyo alias es el Boris.
“Es un ciudadano que ya tiene antecedentes de esta naturaleza. Ha estado recluido por tráfico ilícito de drogas y estaba inmerso en esa organización que trafica específicamente marihuana hacia el vecinos país del sur, a Chile“, detalló José Ludeña, director de la Dirandro.
Las investigaciones determinaron que en Pataz encontraron los campos perfectos para proveerse del alucinógeno y en la Panamericana Sur la vía perfecta para exportarlo a través de camiones, camionetas, van y todo vehículo de cuatro ruedas que sirviera para su cargamento ilícito.
”Existen muchas áreas (en el Perú), donde se cultiva la cannabis sativa de la especie ‘moño rojo’ como le decimos. Lamentablemente ciudadanos en esa zona se dedican a esta actividad ilícita”, agregó el jefe de la Dirección Antidrogas.
La caída de esta red criminal empezaría hace unos meses atrás en Barranca, con la intervención de un pesado camión que su interior llevaba varios kilos de marihuana. La policía tuvo que romper con palas y picos partes de la estructura del vehículo para llegar a los camuflados paquetes ilícitos.
Después de esta incautación, las autoridades del orden hicieron intensos seguimientos a miembros de esta agrupación y a los transportes que enviaban a lo largo de la Panamericana Sur con destino a Chile. Los llamados “burros”, quienes se encargan de trasladar la droga, en su mayoría, eran de nacionalidad colombiana y venezolana.
El siguiente golpe lo dio la policía chilena cerca a la frontera con Perú. Detuvieron el ingreso de una camioneta con varios kilos de marihuana hacia Santiago. Capturaron a dos venezolanos y dos chilenos, quienes brindaron más detalles de la ruta oculta de la marihuana y los receptores de esta.
Fue así que, posteriormente, en el corazón de la capital chilena se intervino a otros narcos abordo de una camioneta del año, color roja, que llevaba varios ladrillos de marihuana.
“Es un trabajo de colaboración judicial-internacional entre los países de Chile y Perú, en el que hemos empleado diversas técnicas investigativas”, detalló Cynthia Rosado, fiscal adjunta peruana.
Según las autoridades, toda esta organización criminal amasaba grandes sumas de dinero con la comercialización de esta droga en tierras chilenas, donde había una alta demanda por la marihuana proveniente de Pataz. Las camionetas, relojes y la ostentosa vida que llevaban demostraba lo rentable de su emprendimiento ilícito.