Karina Calmet es una de las actrices más recordadas de Al fondo hay sitio. La artista estuvo desde el inicio de la trama, pero salió luego de su lamentable muerte a manos Carmen Torres, la madre de la archienemiga de los Maldini, Claudia Llanos. Ocho temporadas acompañaron a la artista a sembrar su éxito y al mismo tiempo que la serie su popularidad crecía, sin embargo, dejaba un poco atrás quién era y estaba envuelta en su personaje Isabella Picasso.
Este es muchas veces el costo que pagan los artistas, en especial los actores. Su personaje cala tanto que el público cree que ellos son así en la vida real. En más de una ocasión, Ivonne Fraysinet también ha confesado que en las calles la gente piensa que es millonaria como Francesca Maldini y le piden favores como si realmente poseyera una fortuna.
Pero, Isabella Picasso —interpretada por Karina Calmet— tenía una personalidad particular. Era clasista, no podía ver a los Gonzales y siempre se mostraba distante con esa familia. Además, tenía una mentalidad poco preocupada por la vida adulta y su existencia solo rondaba en la alta sociedad, los viajes, las visitas al club y las compras.
Se sintió encasillada por ser una ‘mujer blanca’
Karina Calmet fue asociada a ello. En la calle el público no dejaba de llamarla por su popular frase ‘¡Oh My!’ y, aunque en ese tiempo no había redes sociales, muchos pensaban que su personalidad era la de Isabella. Incluso, en 2018, fue ella misma quien mencionó que había sido encasillada a ciertos personajes por ser una ‘mujer blanca’, por lo que decidió dar un paso al costado en su carrera actoral en nuestro país.
“Al tener el prototipo de mujer blanca, en Perú he tenido papeles limitados a mujeres frívolas en novelas. La semana pasada, con tristeza acepto, me he despedido ya de la carrera de actuación en Perú. Mi vida y mi fortaleza la dedicaré a servir”, mencionó en su cuenta de Twitter en el año 2018.
Sin embargo, luego de cinco años fuera del país, la artista regresó y se refirió a esas declaraciones en una conversación con Infobae Perú. Hizo un mea culpa y afirmó que como artista, debía abrazar todos sus personajes, pues es parte de su trabajo y profesionalismo. Por ello, no tenía problema en interpretar el que le pusieran al frente.
“Yo debo hacer un mea culpa y reconocer que fui muy injusta al referirme a mi carrera. Como actriz, cuando recibimos un personaje, nos comprometemos a crear una interpretación de calidad. Es como un hijo al que alimentamos, vestimos y cuidamos en todos los aspectos. Ya sea protagonista o antagonista, los actores tenemos la capacidad de hacer que el personaje sea magnífico. Mirando hacia esos años en los que expresé aquello, me retracto por completo. Estoy completamente preparada como actriz para interpretar cualquier personaje”, mencionó.
Durante su regreso al país, la intérprete no descartó la posibilidad de reingresar a Al fondo hay sitio, pues la trama había regresado al aire. Sabía que su personaje estaba muerto, pero no le cerró las puertas a que la ficción diera un giro a la historia y la ponga de otra vez en la mira de los fanáticos. Pese a los deseos, la oportunidad no se dio.
La verdadera personalidad de Karina Calmet en ‘El Gran Chef Famosos’
Su permanencia en Perú, le dio la oportunidad de formar parte del nuevo programa de Latina, El Gran Chef Famosos. Este reality de cocina pondría a prueba a todos los participantes y sacaría sus lados más sensibles y humanos no antes vistos en televisión. Esta era una competencia real, pero lejos de la envidia y demostrando que, pese a querer ser el mejor, podías dar tu apoyo a quien lo necesitara.
Días antes de que iniciara el programa, Karina Calmet parecía predecir su futuro. La actriz mencionó a Infobae Perú que el público conocería un poco más de los participantes y así fue. En la primera entrega, ella sorprendió con su preparación de sangresita y papa rellena, marcando lo que sería su paso por la competencia.
Desde entonces, la artista demostró que era más que Isabella Picasso. Estaba en la cocina, no se hacía problemas por tomar un cuchillo o ensuciarse las manos. Corría por los ingredientes y era muy exigente consigo misma para seguir paso a paso la receta.
Su perseverancia evitó que se rinda. No importaba cómo, pero ella conseguía sacar el plato adelante y así tratar de evitar la tan temida sentencia. Demostraba compañerismo y ayudaba a quien lo necesitara, además se emocionaba por los logros de sus compañeros y se entristecía con las despedidas. Poco a poco el público fue conociendo la dulce personalidad de Karina Calmet.
En redes sociales más de uno se identificaba con ella y explicaba que en diversas ocasiones podían sentirse así y, sin embargo, no se dejaban caer.
Las emociones afloraron en Karina Calmet
Karina Calmet logró llegar a la etapa final. Fue parte del equipo de seis concursantes que se disputarían el título de ‘Gran Chef’. Esa semana se volvió la más intensa de la competencia, cada día uno le decía adiós al reto y las despedidas eran las más tristes.
La actriz fue quien más emociones mostraba. Estallaba en llanto al decirle despedirse a alguno de sus compañeros, pero también se alegraba con el logro de otros.
Durante estos días, vivió dos emociones que se viralizaron en redes sociales. La primera fue cuando recibió a Milett Figueroa como su ayudante en la competencia. Karina saltó de alegría y gritó como si se reencontrara con quien no había visto durante tiempo o tenía mucho cariño.
Pero otro de los momentos complicados que vivió fue en medio de la semifinal: se encontraba preparando profiteroles cuando un intenso dolor de brazo la invadió llevándola al llanto. La jurado Nelly Rossinelli la acompañó y ayudó, hecho que fue rebotado en el ciberespacio.
El paso del tiempo y las reacciones dentro de la competencia mostraron una parte que un círculo muy cercano conocía de Karina Calmet. Dejó atrás a Isabella Picasso y volvió a la televisión con más fuerza, demostrando que el artista no es el personaje y que quienes verdaderamente somos, es lo que debemos mostrar al mundo.