Decenas de miles de adolescentes padecen por matrimonios y uniones forzadas, por lo que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del Congreso de la República aprobó el predictamen que propone prohibir que menores de edad contraigan matrimonio.
Esto se efectuó con 15 votos a favor y una abstención, luego de un debate de varios meses alrededor del predictamen que recoge los proyectos de ley n.º 1523 y 3194, presentados por los parlamentarios Luis Aragón y Flor Pablo.
Con esta medida se busca modificar los artículos 42, 46, 241, 243, 244, 247 y 248 del Código Civil peruano, aprobado por el Decreto Legislativo n.º 295, para señalar que el matrimonio solo se efectúe desde la mayoría de edad.
Y es que actualmente adolescentes desde los 14 años pueden casarse con autorización de sus padres.
Esto ha generado una situación de desprotección a niñas y adolescentes, principalmente a aquellas afectadas por la pobreza. De acuerdo al Fondo de población de las Naciones Unidas (UNFPA), hasta el 2022, más de 56 mil adolescentes peruanas viven en matrimonios y uniones tempranas y forzadas. El 82 % se da en adolescentes mujeres, proporción cuatro veces mayor que en adolescentes hombres (17 %).
La congresista Flor Pablo explicó que esta es una realidad alarmante, por lo que es necesario modificar el Código Civil para prohibir este tipo de uniones.
“En el año 2018 se modifica el artículo 42 y esta modificacion generó una puerta que permitía este matrimonio en adolescentes de 14 a 16 años. Y esto en la práctica ha afectado el derecho de las adolescentes. Eso significa que se truncan proyectos de vida y perjudica principalmente a las mujeres proque son obligadas con hombres mayores, incluso con diferencias de 15 o 30 años, significa que abandonen sus estudios, significa pobreza”, dijo ante la Comisión de Justicia del Congreso.
Este predictamen ya ha tenido discusiones previas, incluso Jorge Morante Figari (FP) y Gladys Echaíz de Núñez Izaga (RP), entre otros, señalaron que las uniones de hecho de menores de edad están siendo común en estos tiempos; y más aún en comunidades del interior del país.
“No es una costumbre, es una práctica. Las propias mujeres indígenas rechazan estas uniones”, ha dicho al respecto la congresista Flor Pablo.
Las opiniones en contra del predictamen también causaron indignación. Como la proferida por el parlamentario José Balcázar, de Perú Bicentenario.
“La medicina legal ha confirmado que las relaciones sexuales tempranas ayudan al desarrollo psicológico de la mujer”, dijo en una parte de su intervención.
Aunque las uniones forzadas parecen un relato de países lejanos, el Perú también padece esta situación. De acuerdo a estadísticas, siete de cada diez niñas y adolescentes que se unieron entre los 10 y 15 años proceden de zonas rurales. Mientras que el 71% de las niñas y adolescentes que tuvieron su primera unión o matrimonio entre 10 y 17 años abandonaron la escuela por causa del embarazo o el cuidado de sus hijos.
“El matrimonio infantil es una violación de los derechos humanos que atrapa a las niñas más vulnerables, pobres y marginadas. También es una práctica calamitosa para las comunidades y las sociedades en su conjunto, pues encierra a las niñas casadas y sus familias en un ciclo de pobreza que puede prolongarse por generaciones. Poner fin al matrimonio infantil, es decir, permitir que las niñas terminen la escuela, retrasen la maternidad, encuentren trabajo decente y realicen su potencial, podría generar miles de millones de dólares en ingresos y productividad, según han revelado diversas investigaciones”, ha señalado la UNFPA.