Después de 35 años de su fundación y más de tres décadas divagando entre liga distrital, Copa Perú y segunda división, en 2016 la Academia Cantolao consiguió por primera vez su ascenso a la máxima categoría al derrotar en un partido extra a Sport Áncash. Desde entonces, uno de los principales semilleros de jugadores en este país, lleva siete temporadas ininterrumpidas en Liga 1, pero este año vive sus horas más bajas y al finalizar el primer semestre es el principal candidato a descender.
La denominada ‘cantera del Perú', institución abocada a la formación de jóvenes promesas, y que fue el lugar donde futbolistas como Claudio Pizarro, Yoshimar Yotún, Carlos Zambrano, Luis ‘Cuto’ Guadalupe o Juan Carlos Mariño, todos con paso por la selección absoluta, dieron sus primeros pasos, atraviesa un momento deportivo crítico y no hay indicios de mejora.
Finalizó el Torneo Apertura con la pobre cifra de nueve puntos en 18 partidos y como era de esperarse, acabó en la cola de la clasificación. El penúltimo lugar lo ocupó Sport Boys, que duplicó en unidades a su vecino de provincia. También contó con la peor ofensiva de la competición, ya que solo marcó nueve tantos y fue la segunda valla más batida con 36 goles, únicamente por detrás de Unión Comercio. No solo eso, el último jueves 22 de junio inició su participación en el Clausura 2023 y fue con una derrota 2-0 como local contra Sporting Cristal.
Las dos victorias y tres igualdades que cosechó en esta parte de la campaña es su inicio más flojo desde que milita en el principal certamen del balompié incaico. El antecedente más cercano fue en la Fase 1 2021, cuando hizo una decena de puntos en nueve juegos. ¿Qué llevó al cuadro chalaco a esta actual y compleja situación? En este informe detallaremos las principales causas y tendremos la palabra del DT con más presentaciones en la historia del club, Carlos Silvestri, quien charló con Infobae Perú.
La reciente inestabilidad en el banquillo
Desde su llegada a la Liga 1, Cantolao mantuvo cierta estabilidad en cuantos directores técnicos se refiere, pues fueron diez los que sentaron en el banquillo sea por interinato o nombramiento. Otros elencos como Universitario de Deportes (11), Melgar (10) o Deportivo Municipal (10), entre otros, tuvieron más o la misma cantidad de entrenadores que los ‘amarillos’. No obstante, en los últimos meses el panorama cambió radicalmente.
Si en 2022 ya habían tenido tres estrategas (Carlos Silvestri, Guillermo Esteves y Alejandro Apud), en el presente 2023 hasta cuatro personas dirigieron al ‘delfín’ en poco más de dos meses. El uruguayo Matías Rosa arrancó la campaña, pero tras ocho caídas y un solo triunfo se rescindió su contrato el 12 de abril. Ramón Perleche comandó a la plantilla en una ocasión y fue goleado 3-0 por Alianza Lima. El argentino Edgardo Malvestiti, que había tenido un paso por San Simón de Moquegua, tomó las riendas y pese a que mejoró las prestaciones del equipo al ganar una vez y encadenar tres empates en ocho duelos, no cumplió un bimestre en la entidad. El también ‘gaucho’ Adrián Taffarel arribó hace poco más de una semana y ya perdió en su estreno. La pregunta cae de madura, ¿cuánto durará al mando?
Salida de jugadores vitales y poca inversión en plantilla
Desde su promoción a Liga 1, el conjunto porteño sirvió como escaparate para diversos talentos que destacan o lo hicieron en esta parte de la región. Pese a que sus figuras eran constantemente compradas o fichadas a coste cero por otros clubes, supieron reemplazarlas y mantener a flote su proyecto. En 2023 no confeccionaron una buena nómina y ello es reflejado a nivel deportivo.
En 2017, el atacante José Manzaneda cumplía su segundo año cedido en Cantolao desde Deportivo Municipal y cuajó una buena temporada, en la que marcó 12 goles y dio cuatro asistencias, siendo la primera muestra de lo que ofrecían como proyecto. La ‘franja’ lo repescó para el siguiente curso y continuó su progresión. En ese mismo año resaltaron los volantes Gerson Barreto, Diego Ramírez, Denilson Ramírez, así como el mediapunta argentino Leandro Martín y el delantero colombiano Jefferson Collazos.
Las salidas de ‘Manza’ y el ariete Collazos para 2018 supieron ser bien contrarrestadas. Sandro Rengifo se volvió un arma importante como extremo y el ‘cafetero’ Fabián González alcanzó los 21 goles en ese año. Carlos Cabello irrumpió y se volvió indiscutible en el lateral derecho. Jesús Castillo asomaba como promesa para el centro del campo.
En 2019, el ‘Chato’ Rengifo y Cabello siguieron con su progresión, captando la atención de escuadras más potentes en el país. Fabián González no siguió en el plantel y su sustituto fue Sebastián La Torre, quien pese a no tener la misma efectividad, no desentonó y registró siete dianas. Yuriel Celi aparecía como la nueva ‘joya’ del fútbol peruano tras ser la figura estelar en el Sudamericano sub 17 y con 16 años dio el salto a Liga 1, mostrando sus credenciales.
El 2020, atípico por la pandemia COVID-19, la Academia transfirió a Carlos Cabello por una cifra cercana a los 120 mil dólares a Sporting Cristal. No obstante, siguieron promoviendo nuevos valores como el central Áron Sánchez, el carrilero zurdo Orlando Núñez y el desequilibrante atacante Jhamir D’Arrigo.
En 2021 se mantuvo casi la misma estructura y la principal incorporación fueron los delanteros Gabriel Leyes y Bryan Reyna, mientras que Sandro Rengifo partió a Cusco FC. En 2022 la ecuación fue similar, ya que ‘Gaby’ decidió sumarse a Carlos Stein y en su lugar se firmó a su compatriota Rodrigo Pastorini. No obstante, Yuriel Celi abandonó el equipo como jugador libre y arregló con Carlos Mannucci sin dejar dinero a quien lo formó como profesional.
Para 2023, Cantolao embolsó casi 400 mil dólares por el pase de Bryan Reyna a Alianza Lima, mientras que D’Arrigo y Jesús Castillo acabaron contrato y decidieron marcharse a Melgar y al bicampeón de Liga 1, respectivamente. Universitario de Deportes se llevó a sus dos deportistas con mayor proyección: Chase Villanueva e Hiroshi Mejía.
Ante tantas bajas y pese a la inyección económica, la plantilla quedó desnivelada. Gabriel Leyes, que volvió, fue el único que rindió y antes de desligarse nuevamente de la institución marcó cuatro goles. Ninguno de sus compañeros llega a dos. Salvo el préstamo del central Joao Montoya no se anuncia ningún ‘jale’ y el nivel mostrado lo amerita... ¿Qué decidirá la familia Mandriotti?
Carlos Silvestri, palabra autorizada
Carlos Silvestri vivió dos etapas al mando del elenco del Callao, la primera fue entre enero 2016 y abril 2018, mientras que la segunda desde octubre 2021 y junio 2022, dirigiendo en al menos un centenar de partidos a Cantolao. Es un histórico y por ello Infobae Perú se contactó con él para conocer su sentir sobre la actualidad de la que fue su casa y centro de labores, así como su experiencia al mando.
- Para usted, ¿qué representa Cantolao en el fútbol peruano?
Tiene una trascendencia muy importante porque es un equipo que se formó a la inversa de los clubes profesionales. Se potenció mediante la formación de infantiles y juveniles. Después de consolidarse en esos rubros dio el salto al fútbol profesional. Después de fortalecer la marca buscó oportunidades en un nivel superior. Tiene un valor especial. Está formado por una familia, los Mandriotti.
- ¿Quién se contactó con usted para asumir el reto de dirigir a Cantolao?
Gisella Mandriotti todavía no estaba en el organigrama del primer equipo, fue Giancarlo ‘Gianni’ y ‘Kiko’ Mandriotti. En ese momento fueron las personas que facilitaron mi llegada. Te hablo del 2016.
- ¿Cómo se manejaba la promoción de jóvenes promesas al primer equipo?
Cuando llegué por primera vez hicimos una semana de prueba, le dimos oportunidades a muchos jugadores. Hicimos una selección de jugadores y jugaron con la sub 18 de Cantolao, que era dirigida por Ramón Perleche. De ese partido no me quedé con ninguno, pero subí de la sub 18 a Denilson Ramírez, Bryan Reyna que pasó de frente a la pretemporada y ya estaba en el primer equipo pese a su corta edad. Con otra categoría inmediata íbamos a ver los encuentros, hacíamos entrenamientos en simultáneo, invitábamos a jugadores de reserva y les dábamos rotación para que adquieran experiencia. Es un proceso del que sacamos el máximo provecho. Talento hay, olvídate, llegan con mucha facilidad.
- En un momento se habló que hubo una fuerte insistencia en poner jugadores como Yuriel Celi en el equipo, como una especie de obligación para que puedan venderlo... ¿Se lo impusieron?
No, jamás. A mí nadie, en todo el tiempo que estuve, me lo mencionó. Pueden sugerir, brindar opiniones y todo eso es muy respetable. Se debe escuchar, pues hay que darle valor a las opiniones, porque uno no es amo ni dueño de la verdad. Siempre tuve mi estilo y mis decisiones sobre el equipo que tengo que elegir. Cuando Yuriel jugaba conmigo era un tema de convencimiento. Lo tuve en la selección sub 15 y 17. Tenía el puesto por sus condiciones.
- Es el entrenador con más partidos en segunda y primera división con este club conocido como la ‘cantera del Perú'... ¿Qué opina al respecto?
Eso genera un aprecio a la institución, se me dio la oportunidad y correspondí a ella. Por sus oportunidades a los juveniles le doy un valor muy significativo. Siempre espero que les vaya muy bien y que puedan destacarse, superarse. Le hace bien al fútbol peruano como modelo.
- Ese aprecio que menciona puede convertirse preocupación por el mal momento deportivo...
Son torneos muy complicados, hay mucha paridad, buenos equipos y a veces son detalles los que marcan la diferencia entre obtener la victoria o no. A veces no es tan fácil salir de situaciones complicadas. Sé que es compleja la situación, muy cuesta arriba. Espero que puedan revertir la situación por el bien de la institución. Se tiene que luchar.
- ¿El descenso ya es una posibilidad latente?
Esto es un cúmulo de puntos, en todos los partidos hay que sumar lo necesario. No se puede negar, están en una situación difícil. El equipo va a tener que buscar su oportunidad de competir y jugársela. Son tres cupos de descenso. No hay mucho margen de error.
El camino de Cantolao a la salvación
El puesto más bajo que ocupó Academia Cantolao al finalizar una edición de la Liga 1 fue la casilla 16 en 2020 con 28 puntos y quedó a dos de los lugares de descenso. En aquella ocasión también descendieron tres afiliados, siendo Atlético Grau, Carlos Stein y Deportivo Llacuabamba. Hoy están a 19 unidades de igualar dicha marca, algo que luce lejano.
El fixture tampoco luce favorable, pues le restan siete salidas a provincia. Cuatro de ellas son a ciudades de altura: Cusco FC, Cienciano, Binacional y Deportivo Garcilaso. Dos al norte con Universidad César Vallejo y Carlos Mannucci, además de una a la selva con Unión Comercio en Tarapoto.