De acuerdo a cifras oficiales relacionadas a la delincuencia en Lima, uno de los delitos que más viene ganando terreno es la extorsión en sus diversas modalidades. Las víctimas de estos hampones ya no son solo gente pudiente, sino también bodegueros, obreros, ambulantes, colectiveros y dueños de pequeños negocios en general.
Los distritos que concentran mayor número de casos extorsivos son los de la zona norte de la capital peruana, seguidos por los del lado este y sur. El Callao también aparece como uno de los lugares en los que estos delincuentes amenazan a sus víctimas a cambio de dinero.
Comas, Carabayllo, San Martín de Porres, Puente Piedra, Independencia, Ate, San Juan de Lurigancho, Villa María del Triunfo y el Callao son las jurisdicciones que registran el grueso de extorsiones. La denuncias diarias y los casos que se conocen públicamente refuerzan la idea que este delito va en ascenso.
Andrés Choy, presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, informó que aunque en la capital el escenario de extorsión es preocupante, en otros departamentos como Puno y Piura, el panorama es similar.
“Después de Lima, lo siguen otras regiones como Trujillo, Huancayo, Ica, Arequipa y Cusco”, remarcó el dirigente.
En ese sentido, Choy afirmó que los bodegueros están atravesando por momentos difíciles en sus comercios no solo por el incremento de precios, sino también por las extorsiones de las que son víctimas.
Detalló que en el Perú son 22 mil bodegueros a nivel nacional (Lima tiene la tercera parte), de los cuales las víctimas de extorsiones se concentran un 98 % en capital y el Callao y 2 % en provincias.
La semana pasada, en el norte del país, un dirigente identificado como Juan Gamarra se armó de valor para denunciar que al menos mil comerciantes del mercado de Chiclayo eran víctima de extorsión.
“Ha venido creciendo como parte de la pérdida del dominio territorial de las fuerzas del orden y la inexigencia del manejo de los penales, puesto que de ahí salen muchas veces las campañas extorsivas. Hemos abandonado el territorio y esto está siendo aprovechado por gente que ve que puede sacar un ingreso fácil con este delito”, advirtió Ricardo Valdés, ex viceministro del Interior, a Infobae Perú.
Para el general PNP (r) Eduardo Pérez Rocha, exdirector de la policía, una de las razones por las que ha incrementado este tipo de delito es por las sanguinarias bandas venezolanas y colombianas que arribaron al Perú.
“No debe pasar desapercibido que el Tren de Aragua, varias de sus facciones y otras bandas extranjeras como los ‘gota gota’ colombianos, han permitido que haya más presencia de extorsiones. Son grupos criminales que han llegado a nuestro país bien organizados y tienen experiencia dedicándose a este ilícito y ya han tomado parte del territorio”, dijo.
Según Pérez Rocha, se debe priorizar el trabajo de inteligencia en las diferentes unidades especializadas y operativas de la policía.
“Estas divisiones tienen dinero reservado para usarlo a cambio de información importante para desarticular a esta bandas que están cometiendo delito en sus diferentes modalidades. Dan el dato, se hace el seguimiento, se ubica, captura y se paga al informante si lo informado es veras”, señaló.