Wanda Del Valle Bermúdez Viera (26), la mujer más buscada por la Policía Nacional (PNP) de los últimos días, solicitó refugio en Perú en agosto del año pasado, ocho meses antes de que su expareja, ‘Maldito Cris’, ultimara a un sereno en Surco para asaltar un minimarket.
A través de un comunicado, el Ministerio de Relaciones Exteriores aclaró que la Secretaría de la Comisión Especial para los Refugiados denegó la solicitud y notificó su decisión el 13 de agosto de 2022.
Entonces, Wanda había sido intervenida durante el operativo en una discoteca de San Juan de Lurigancho y fue procesada por los delitos de posesión de armas y drogas, por lo que obtuvo el estatus jurídico de comparecencia.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas, se considera refugiado a toda persona que tenga “fundados temores de ser perseguida por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas, y no pueda o, a causa de dichos temores, no quiera acogerse a la protección de tal país”.
La definición también incluye a quien “ha huido de su país porque su vida, seguridad o libertad han sido amenazadas por la violencia generalizada, la agresión extranjera, los conflictos internos u otras circunstancias que hayan perturbado gravemente el orden público”.
El Estado Peruano debe garantizar, entre otros derechos, la no devolución de los refugiados, la no sanción por ingreso irregular, el acceso a educación, trabajo y salud, la reunificación familiar y la naturalización. Sin embargo, Cancillería precisó que “el sistema de refugiados no está establecido para promover la impunidad ni ser utilizado para evadir la acción de la justicia”.
“Las personas que cometen delitos quedan excluidas del reconocimiento del estatus de refugiado”, remarca la misiva sobre el rechazo a la solicitud de Wanda, sindicada como el brazo logístico de la red criminal que había tejido ‘Maldito Cris’ en Perú.
“Es una mujer astuta, audaz, presuntuosa, y asiste logísticamente a los miembros de la organización”, describió el coronel Víctor Revoredo, director de la División de Homicidios de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirincri), el órgano policial que abatió a su cómplice la semana pasada en la Avenida Universitaria, en San Martín de Porres.
Ella misma le había sugerido orquestar un atentado contra Revoredo meses atrás, después de que ultimara al sereno de Surco y se diera a la fuga. “No es solo la mujer que solo encubre. Tiene un rol criminal”, precisó el director de Investigación Criminal, Óscar Arriola.
En rigor, según la PNP, Wanda se encargaba de obtener armas, alquilar motocicletas y los locales que servían de guarida para los delincuentes, y hasta captaba mujeres para explotarlas sexualmente.
Por ese motivo, recaudaba cerca de 25.000 soles semanales. “Todo el dinero que consiguen a través de las maniobras extorsivas (...) es para gastarlos en los conocidos búnker, yates, comprándose ropa de conocida marcas”, explicó Arriola. Como el ‘Maldito Cris’, empezó a delinquir desde los 17, casi una década antes de dejar Venezuela en medio de la diáspora.
La Policía ha señalado que integró la banda ‘Los Hijos de Dios’, pero cuando llegó al Perú, en 2018, se unió a ‘Los puros hermanos sicarios’, una organización vinculada al ‘Tren de Aragua’, una megabanda criminal de Venezuela que en los últimos años ha extendido sus operaciones delictivas a Colombia, Perú, Brasil, Chile y Bolivia.
“Estamos tras sus pasos, vamos a ver qué es lo que nos arrojan nuestras actividades de inteligencia”, dijo el general Luis Flores Solis, director de la Dirincri, quien desliza la posibilidad de que haya estado muy cerca del lugar donde el cuerpo de ‘Maldito Cris’ quedó tendido, rodeado de aproximadamente 30 casquillos de bala y manchas de sangre.
Enfundado en una casaca gris y un jean, el sicario festejaba y brindaba con dos de sus allegados. Cuando notó que los efectivos se habían apostado en el perímetro para seguir sus movimientos, el sicario se calzó su casco e intentó arrancar en su moto lineal.
Su estrategia fue mitigada de inmediato por el fuego cruzado que, tras casi veinte minutos, dejó dos detenidos y cuatro agentes heridos. La zona fue ampliamente resguardada ante la llegada de peritos de criminalística.