A sus 26 años, la venezolana Wanda del Valle Bermúdez Viera, quien fue pareja del abatido delincuente Christopher Joseph Fuentes González, alias Maldito Cris, se ha convertido en una de las mujeres más buscadas por la policía peruana. Tras la muerte de este, ella juró venganza y prometió acabar con la vida de los oficiales que le pusieron punto final a la vida delictiva de su amado.
El ministro del Interior, Vicente Romero, informó recientemente que la captura de Wanda era “cuestión días”, pues personal de inteligencia ya la tendría localizada. Sin embargo, se teme que su detención desate un nuevo baño de sangre, porque -de acuerdo a fuentes policiales- vendría siendo resguardada por sanguinarios delincuentes venezolanos muy cercanos a Cris, quien les habría encomendado esa tarea si algo le pasaba.
Para las autoridades, Wanda tiene el perfil de una mujer astuta, audaz y presuntuosa, que hace gala de su belleza para asistir logísticamente a otros miembros de la organización criminal que integra. Los efectivos saben que la combinación de estas características la hacen peligrosa, pero vienen desplegando denodados esfuerzos para ponerla tras la rejas.
A parte de su peligrosidad, Wanda tiene otro sello que compartía con su pareja, cuando este estaba en vida: esas ganas de mostrarse por las redes sociales como poderosos e intocables. Infobae Perú accedió a fotografías y videos que ella publicaba en TikTok, donde se les ve vacacionando en lujosas casas con piscina, participando de glamorosas fiestas y disfrutando de costosos paseos en yate.
Se lucía con una mini Uzi
En un video de noviembre de 2022, la peligrosa joven venezolana se luce bailando provocativamente, mientras suena de fondo la voz de una mujer. “Necesito que alguien me mantenga, pues no me gusta trabajar”, se oye. Su cuenta de Tiktok, que no esta activa desde el año pasado, posee más de 11 mil seguidores y cerca de 25 mil ‘me gusta’.
La peligrosidad de Wanda también se deja notar en los que clips que subía a las redes sociales. En varias imágenes aparece con una arma modelo mini Uzi, de color negro con verde. No se tiene la certeza si es solo una réplica, pero tampoco se descarta que sea alguna de las tantas que tenía el Maldito Cris para cometer sus salvajes crímenes.
En varios de su videos, ella lleva relucientes joyas de oro, ropa y accesorios de las marcas deportivas más costosas y un celular iPhone de uno de los modelos más recientes lanzados por la marca Apple. Además, siempre se deja ver en casas muy bien amobladas en las que resaltan televisores LED de última generación, todo tipo de electrodomésticos y baños con jacuzzi.
Amantes de la fiestas con alcohol y droga
Cris y Wanda tenían un gusto particular por el reguetón y el trap, preferentemente en los que se hablaba de sexo, droga y armas. Eran amantes de la noche, de las fiestas con ingentes cantidades de alcohol y del despilfarro. Finas botellas de wisqui siempre estaban presentes en sus reuniones y no parecía un problema para ellos pagar cientos de soles por ellas.
¿Pero de dónde salía todo ese dinero? La policía tiene claro que, en sus inicios delictivos en el Perú, el Maldito Cris se dedicaba al “raqueteo”. Tenía puesta su mira en cadenas de oro y relojes de la marca Rolex de pudientes empresarios, pero con el pasar del tiempo vio en el cobro de cupos de trabajadoras sexuales venezolanas, colombianas y ecuatorianas la oportunidad para tener mucho más ganancias.
Según las investigaciones, Cris extorsionaba a mujeres que ofrecían sus servicios sexuales en los alrededores de un conocido centro comercial en Indepencia. También operaba cobrando cupos en una cuadra llena de hostales de la avenida Huandoy y en otra de la avenida Antúnez de Mayolo, en Los Olivos. Todo el dinero mal habido recaudado servía para su vida de lujo y la de su pareja.
El Tren de Aragua lo protegía
Por trabajos de intiligencia, se sabe que Cris llegó a tener nexos con la temida banda venezolana del Tren de Aragua. No se descarta que, tras el asesinato del sereno en Surco, al sentirse en cierta forma acorrolado, él haya puesto su experiencia delictiva al servicio de este grupo, a cambio de protección y “trabajo” en el negocio de la explotación sexual.
Informates de la policía revelaron que a los sitios en los que cobraba cupo, el Maldito Cris siempre llegaba acompañado de Danielito’, cuyo nombre real es Daniel Marcano, de 28 años, un ranqueado delincuente venezolano que sería miembro del Tren de Aragua. Este estuvo presente el día que lo abatieron afuera de un hostal en San Martín de Porres y disparó contra los cuatro agentes que resultaron heridos.