El alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, anunció que los ambulantes de Mesa Redonda y el Mercado Central serían reubicados. Una promesa que fue cumplida, pero pareciera que no fue evaluada. Precisamente, fueron trasladados a La Huerta Encontrada, ubicada en la cuadra 7 del jirón Amazonas. Sin embargo, hoy luce casi vacía.
El dominical Punto Final corroboró que esta feria solo quedó al menos una ambulante con el miedo de volver a las calles. Esto debido a que 40 años en la misma situación han complicado su salud, por lo cual ha preferido quedarse en esta zona.
La señora tiene 68 años y desde hace décadas vende postres que endulzan a miles de ciudadanos de los emporios más visitados del Cercado de Lima. Afirma que no está “feliz”, pero no puede tomar otra medida para continuar vendiendo.
“Estamos todas las personas y de ahí tienen que ir para las calles a vender, no se levanta el dinerito como debe ser. [¿Usted está feliz con la reubicación?] Qué se puede hacer”, declara al citado medio.
Con su cofia en la cabeza y su mandil de color blanco se presenta frente a sus clientes. Con una delicadeza ordena sus dulces para que puedan visualizarlo.
En las calles
Por otro lado, sus compañeras han decidió retirarse del lugar para regresar a las calles, señalan que se fueron debido a que sus ventas son reducidas. Además, rechazan estar en Barrios Altos, ya que las personas no los visitan por ser considerada una zona “roja”.
Las vendedoras manifiestan que la autoridad edil les prometió seguridad, puesto que no solo sus compradores no se atreven a ingresar al lugar ubicado al costado del río Rímac, sino tampoco ellos por temor a que les roben su mercadería.
“Nos mandan a un sitio que es zona roja. Casualmente, creo que le han robado a una compañera”, mencionó.
Por su parte, la gerente de Desarrollo Económico, Elia Urmeneta Ventura, negó que no existan ventas. Argumenta que tienen fotografías de cada comerciante con su primera venta, pero también reconoce que las ventas no pueden ser las mismas que las que hacían en las calles.
“Señor ‘Porky’ reubíquenos en un lugar mucho mejor, queremos trabajar. No nos oponemos a que nos reubique, pero en un lugar mucho mejor, por favor”, pide la comerciante que tuvo que regresar a las avenidas.
No obstante, hay otros comerciantes que pareciera no querer ser formales, porque prefieren estar en las calles.
Comas, un nuevo punto
Por otro lado, se evidenció que la vía del Metropolitano que conectará con Carabayllo, pero aún no inaugurada, los ambulantes procedieron a instalarse. El municipio llegó hasta la zona para ser retirados.
El alcalde Ulises Villegas asegura no brindó ningún bono, solo que se ha “exhortado” a los vendedores a que se retiren, porque está prohibido. De los cuales asegura que están ubicados en los diferentes mercados de la zona.
“No se trata de desalojarlos o mandarlos a un lugar cuando no tienes una planificación. Si no existe una planificación vuelven a regresar”, refiere.
Sin embargo, los vecinos refieren que, ante el desalojo de los ambulantes en Comas, ellos cruzan hasta el límite que es Carabayllo. De esta manera, se han adueñado de uno de los distritos del norte, pero que impiden el paso a los transeúntes.
Gestiones que hasta la fecha no ha podido solucionar esta problemática, donde no solo afecta ciertas zonas, sino varios sectores con gran afluencia de ciudadanos. El alcalde de Lima no ha mencionado qué es lo que sucedería con los comerciantes que han retomado a las calles de Mesa Redonda y el Mercado Central.