Uno de los futbolistas peruanos que se mantuvo más tiempo en vigencia en Europa fue Santiago Acasiete, quien jugó ocho temporadas en el Almería de España, donde llegó a ser capitán y enfrentar a equipos legendarios como el Barcelona de Lionel Messi y Josep Guardiola y el Real Madrid de Cristiano Ronaldo.
Infobae Perú conversó con el ‘Santi’, quien relató sus experiencias en la liga española, pero también sus inicios en la Copa Perú, su campaña en el Cienciano que ganó la Copa Sudamericana 2003 y muchos aspectos más como el escándalo del Golf los Incas.
- ¿Qué opina de la victoria de Perú sobre Corea del Sur?
Una impresión positiva, mantenemos un buen grupo de jugadores que ha venido trabajando anteriormente y creo que el entrenador, siendo un buen profesional que tenemos, ha sabido sumar a algunos jugadores para que se incorporen, puedan demostrar su nivel y dar todo por una selección. Perú hizo un buen partido con chicos nuevos y otros de experiencia, a partir de ahí, es un triunfo que sirve de motivación para lo que se viene más adelante.
- Cuénteme un poco de sus inicios jugando en la Copa Perú
Yo estuve varios años en Copa Perú antes de llegar a la profesional, jugué la liga de Lince en el Puerto Chala y luego en Sport Gómez y el DASA de Ayacucho. En el 2000 estuve en Andahuaylas con el Kola Real, hasta que en 2001 tuve la oportunidad de mostrarme en Deportivo Wanka de la primera división.
- ¿Cómo fue esa experiencia de pasar de Copa Perú a primera?
Pensando que luego jugué en las ligas más importantes de Europa, pensar que inicié en Copa Perú es un cambio muy lindo. Antes, cuando se jugaba todos contra todos, tuve la oportunidad de llegar siempre a instancias decisivas. Pasar de Copa Perú a primera fue un cambio sensacional en mi vida personal, cumplí el objetivo que era llegar a primera y poco a poco ir progresando. En 2001 debuté y fui futbolista revelación en Deportivo Wanka.
- ¿Cree que hay talentos que se pierden en Copa Perú sin ser descubiertos?
Claro, un caso es Alex Valera, a quien conozco, y que, igual que yo, estuvo varios años en Copa Perú antes de tener la oportunidad. Lo que pasa es que en la Copa Perú hay muy buenos jugadores, pero se conforman con lo poco que les da el fútbol, hay pocos jugadores con la ambición de llegar y seguir creciendo, pero para eso se necesita trabajar, estar concentrado y ponerse claros los objetivos, para cuando llegue la oportunidad, poder aprovecharla.
- En 2002 llega a Universitario, pero le tocó vivir una grave crisis económica del club, ¿Qué recuerda de eso?
Nadie en un inicio esperaba lo que iba a ocurrir. Yo estaba contento por el salto que estaba dando, porque en menos de dos años pasé de Copa Perú a un equipo grande, había jugadores de mucha experiencia y recorrido. Después pasaron todos los problemas, pero una anécdota muy linda es que, a pesar de que no teníamos dinero y que a veces solo alcanzaba para el pasaje o me prestaba, comíamos en los mejores restaurantes de Lima, porque había hinchas que tenían restaurantes y durante gran parte del proceso comimos bien, en lugares que nunca imaginaba. Creo que se formó una familia buena en el vestuario, mucha gente que motivaba al grupo y así poco a poco fuimos escalando y sin pensarlo llegamos a la final con Alianza y ganamos el Apertura.
- ¿Cómo tomó la decisión de ir a Cienciano?
En la ‘U’ muchas veces jugué de lateral derecho, un puesto que no controlaba bien, así que cuando terminó mi contrato, tuve la oportunidad de jugar en Cienciano. Me apenó irme de Universitario, pero me estaba consumiendo sus problemas.
- ¿Qué recuerdos tiene de la campaña de la Copa Sudamericana 2003 con Cienciano?
Ya en Cienciano fue una etapa muy dulce, porque peleamos hasta el final, participamos en la Copa Sudamericana, la cual ganamos sacando buenos resultados de visita, no solamente era por la altura, sino también porque trabajábamos y planificábamos con mucha intensidad cada partido. No fue suerte, eso sería por ahí un equipo que gana con lo justo, o un rebote, pero no, sacábamos resultados de visita y eso nos favorecía cuando cerrábamos en casa.
- ¿Cómo fue esa serie de cuartos de final contra el Santos de Robinho?
Como es ahora, siempre los favoritos a meterse entre los 4 mejores son los de Brasil y Argentina, pero veníamos con una confianza individual muy buena, poco a poco íbamos escalando de la mejor manera, afrontábamos con responsabilidad los partidos. Pasar esa fase fue algo poco esperado, todos pensaban que nos íbamos a llevar una goleada, pero sacamos un empate de visita a pesar de que nos quedamos con 10 hombres. A partir de ahí confiamos con ganarlo en casa.
- ¿Qué anécdotas tiene de la final contra River Plate?
Sabíamos lo importante que era esa final, porque un equipo peruano no llegaba a esa instancia luego de muchos años, desde Cristal en 1997. Recuerdo que al salir a la cancha del Monumental fuimos silbados, no fue nada bonito, pero luego salió River y se creó una fiesta en favor de ellos. Pero nosotros sabíamos lo que iba a pasar y cuando sonó el silbato estuvimos muy concentrados, fue un partido de ida y vuelta, sabíamos que si íbamos para adelante podíamos sacar algo más y lo conseguimos con los tres goles, eso permitió que en casa nos vaya bien.
- ¿Cómo se vivió ese partido final en Arequipa?
Después de eliminar al Santos, la gente comenzó a apoyar más al club, gente de todo el país se involucró mucho. Al inicio no era así, sino solo la gente del Cusco. En Arequipa nos trataron muy bien, todos tuvieron la oportunidad de apreciar una final entre un equipo como River y un equipo cusqueño que representaba al Perú, sacamos un buen resultado con un golazo de tiro libre y ahora ya han pasado 20 años.
- ¿En Cienciano les harán un homenaje por los 20 años del título?
No, en Cusco no, creo que no somos reconocidos por la dirigencia de Cienciano, no se puede hacer nada. Seguramente nos juntaremos en Lima y recordaremos los momentos vividos.
- También se habla de esa anécdota con Lugo, que se quedó con la camioneta para el mejor jugador...
En ese entonces, los premios que recibíamos del presidente Juvenal Silva, lo compartíamos todos por iguales, no había porcentajes. El que era titular ganaba igual que el suplente o el de utilería. No había problemas, pero la camioneta fue diferente, pero decidimos que se vendiera para repartir. Hay muchos comentarios, pero prefiero no quedarme con eso, en ese momento la camioneta era lo que menos importaba, sino la felicidad de conseguir el objetivo.
- ¿Cómo tomó la decisión de ir a un equipo de segunda división como Almería?
Venía bien en Cienciano y la selección, un día vino un representante y le dije que no había problema. No tenía mucho conocimiento de la segunda de España. El camino que tomaba la dirigencia era ascender, pero no inmediatamente, sino un proceso a largo plazo y se consiguió. El segundo año nos quedamos a tres puntos de subir y el tercero lo logramos. El Almería no estaba en primera hace 28 años, así que el ascenso fue otro de los grandes logros de mi carrera. Conseguir el ascenso era bien difícil, a pesar de que era segunda, la competencia en España era muy alta.
- ¿Le costó la adaptación en un inicio?
Claro que me costó, recién luego de tres o cuatro meses me puse a la actividad, sobre todo por el tema de horarios, era mi primera experiencia en el extranjero. Felizmente lo aproveché bien. Las segundas en Europa son muy profesionales, son diferentes, bien organizadas y económicamente también. Mira a Lapadula con el Cagliari, en su primer partido empató y luego lo ganó de visita, los equipos son complicados y los profesionales son A1. Esperemos que algún día el fútbol peruano mejore a ese nivel. Hombre, creo que lo está haciendo, pero muy lento.
- Luego consiguen el ascenso. ¿Cómo fue competir en la Liga Española?
El objetivo de Almería el primer año de ascender fue mantenerse y eso no era fácil, porque enfrentábamos a los mejores del mundo, te nombraría a más de 30. Me tocó el mejor momento de Ronaldinho, Cristiano Ronaldo, Messi, Raúl, etc. Fue lindo, estar en primera división de España es para disfrutar y sorprenderse día a día. Especialmente si valoras esta profesión, no había tiempo de distraerse, gustaba mucho ir a entrenar.
- ¿Cómo fue enfrentar a Cristiano Ronaldo?
Recuerdo que él llega a Real Madrid y yo me sorprendí por su biotipo. Era Usaín Bolt, pero en blanco. Un tipo grande, musculoso, muy ágil, muy rápido y yo pensaba ‘Para cogerlo a este va a ser bien difícil’. Yo veía a mis laterales y les decía, yo te voy a apoyar, pero acá necesitamos como a tres para pararlo. A mí me complicaba en el juego aéreo. Asu, era completito. Además, en Real Madrid no solo estaba él, también Sergio Ramos, Benzema, Kaká, Ruud van Nistelrooy, Adebayor, jugadores que te impresionan. Recuerdo que llegaba a casa, a pesar de que había perdido, pero no podía ocultar esa sonrisa de sorprendido, de estar muy feliz de haber enfrentado a jugadores de alto nivel.
- Usted fue el jugador peruano que más tiempo jugó en España. ¿Cuál es el secreto para mantenerse tanto?
El camino fue disfrutar y trabajar más de lo normal... oye, lo he pasado mal también, no creas que todo es felicidad. Hay que hacer sacrificios, momentos de dejar de lado a los amigos, la familia y quedarse en casa.
- ¿Alguna vez se sintió tentado a regresar a Perú?
Nunca, porque solamente viajar con comodidad, jugar en campos de alto nivel, que eran alfombras, incluso los equipos de segunda división parecían de primera. Yo decía ‘no puedo regresar a mi país porque no es así'. También recordaba mi juventud, el tiempo que estuve en Copa Perú, campos de tierra, de arena, caerse y romperse el brazo. Incluso en primera, había lugares donde uno no quería ir a jugar. Yo pensé ‘esta es mi oportunidad’. Era titular, siempre presente y destacando, anotando en partidos claves como goles en el último minuto para ganarle a Sevilla y Villarreal. Me gané el aprecio de la gente del Almería por mantener la portería en cero, recuerdo que siempre decía con mis compañeros: ‘La portería en cero y a matarnos’.
- ¿Aún es recordado por los hinchas de Almería?
Sí, siempre me saludan y me recuerdan como el mejor central que pasó por Almería. A pesar de que han pasado muchos años me reconocen y eso me enorgullece. Tengo que estar agradecido con esa gente porque me apoyó siempre. Di todo mi esfuerzo para mantenerlos muchos años en primera división.
- En Almería le tocó ser compañero de Felipe Melo. ¿Qué recuerdos tiene de él?
Felipe Melo vino de la Real Sociedad, también llegaron otros cracks como Álvaro Negredo. Él siempre ha sido muy contundente y prepotente en el fútbol. Como persona es genial, no tiene nada que ver con lo que pasa en el campo. Él lo vive, se divierte, siempre ha sido así. Como yo era el capitán tuve varias oportunidades de hablar con él y era muy graciosos porque, cosas serias que le decía y que tenga cuidado, las tomaba como broma. Ahora que lo veo, me causa mucha risa. Él se está divirtiendo en sus últimos años. Me pone muy contento haber jugado con él porque era un gran futbolista, nos ayudaba muchísimo a los defensas.
- ¿Cómo fue enfrentarse al Barcelona de Pep Guardiola y Messi?
Has tocado temas muy delicados (risas). Era imposible, la verdad que nosotros intentábamos por todos los caminos, pero jugaban de memoria, movían la pelota muy bien, jugaban al fútbol. No tenían esa ansiedad de llegar a la portería, pero sí buscaban rápido el espacio para hacer daño, y no solo buscaban a un jugador, porque Messi en lo individual era muy bueno, pero también aparecía Villa, Eto’o, Zlatan, Henry, o Iniesta y Xavi que eran los mejores volantes del mundo. Te puedo hablar de todos, porque tenían una armonía, un canto musical que era lindo. No podías hacerles daño, si presionabas te jugaban a un toque, si los llevabas a un lado salían, así tengas superioridad numérica, eran técnica pura. Asu mare’, era muy difícil. Otro de sus conceptos era la presión tras perdida y lo hacían muy bien, no te dejaban coger el balón cuando la tenías, tenían los conceptos claros.
- ¿Cómo viviste la goleada 8-0 que les metieron?
Es un mal recuerdo, pero también lindo porque te das cuenta de que no podías hacer nada más. El estado anímico no fue bueno, porque iban cayendo más goles. Creo que si todos estaban entonados, es imposible. Incluso los centrales, como salían, se posicionaban. No lo recuerdo con tristeza, porque estuve al lado de gente que revolucionó el fútbol.
- ¿Tiene alguna anécdota con Lionel Messi?
Le quise cambiar de camiseta, pero ya la tenía comprometida con otro compañero. Igual pude cambiarla con Henry, a quien desde joven admiraba cuando estaba en el Arsenal. Messi tenía un carácter tranquilo, pero con el balón te hacía mucho daño, llevaba la pelota muy cerca y sabía aguantar a pesar de su tamaño.
- ¿Cómo ve a Renato Tapia en Celta de Vigo? ¿Es difícil pelear la baja?
Es muy difícil por la presión, al Almería también lo seguí este año y se salvó en el último minuto porque iba perdiendo 3-2 y en la última jugada tuvo un penal contra el Espanyol. El Celta también la pasó mal, en esos momentos hay que cambiar rápido el chip. El equipo de Tapia no merecía estar peleando el descenso.
- Alexander Callens no ha tenido mucha continuidad con Girona. ¿Cree que se debe a la adaptación?
El tiempo de adaptación uno tiene que valorarlo, no significa que vas a descuidarte, más bien tienes que trabajar y esperar a acostumbrarte a los horarios. Espero que pueda recuperarse, activarse rápido y no dejar que pase mucho tiempo. Lo van a necesitar, es un buen jugador y ojalá pueda quedarse varios años en España. En Europa te esperan un tiempo, pero también ven qué haces para acostumbrarte rápido.
- ¿Qué recuerdos tiene de su paso por la selección peruana?
Teníamos buenos jugadores, pero en lo colectivo no funcionábamos bien, porque teníamos a nombres como Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Juan Vargas, pero no funcionó. Trabajábamos fuerte para cambiar ese mal momento, pero no pudimos. Por ahí fue bueno el tercer lugar en la Copa América de Argentina 2011.
- ¿Qué reflexión hace de lo sucedido en el Golf Los Incas?
Aprovecharlo, valorar la profesión. En ese momento reconocí mi error y a partir de ahí no estuve metido en más escándalos y me dediqué a mi carrera. Le saqué mucho valor a ese error, fue un momento personal complicado, no debí hacerlo, pero me fortaleció a ser más profesional de lo que era.
- ¿A qué se dedica actualmente?
Tengo mi escuela de fútbol, dirijo en clubes privados, pero tengo la ambición de ser entrenador. Creo que estoy capacitado para afrontar nuevos retos. También me he preparado como formador, trabajar con chicos jóvenes e ir escalando. Tuve varios referentes como Unai Emery, Roberto Mosquera, Juanma Lillo, Paulo Autuori, de todos he podido sacar enseñanzas. Tengo una idea de lo que quiero plasmar y a eso se le suman mis experiencias de jugador.