El 4 de mayo de 2022, Patricia Benavides se aprestaba a rendir un examen oral del concurso que la nombraría fiscal suprema y, posteriormente, la máxima representante del Ministerio Público. Debía analizar un caso penal durante veinte minutos, frente a dos evaluadores que le designó la Junta Nacional de Justicia (JNJ): Daniel Ulloa, especialista en Derecho Laboral, y Vicente Cairampoma, experto en Derecho administrativo.
La prueba fue a las 9:00 horas. La actual fiscal de la Nación solo empleó 15 minutos en una exposición bastante atropellada. El video fue difundido este viernes por Bruno Amoretti, periodista de Hildebrandt en sus trece, el semanario que destapó la desaparición de sus tesis.
A los 10 minutos y 23 segundos de su intervención, Benavides elucubraba una idea sobre la libertad. Lo que sigue es una transcripción de ese momento.
“Tenemos el hecho de que el tema, de que toda persona, el Estado reconoce que la dignidad humana, a través de la dignidad, es un derecho, principio, por el cual abarca todos los demás derechos, o sea, desde ahí parten todos los derechos. Y uno de los derechos que tenemos es la libertad de ejercer nuestra profesión, pero eso sí, profesión que se debe ejercer dentro de los cánones permitidos. Debemos hacer lo que está permitido y evitar lo que está prohibido”.
La magistrada quedó en el cuarto puesto de 73 postulantes. Su evaluación fue revisada y aprobada posteriormente por el pleno de la JNJ. Al terminar su examen oral, Benavides reconoció que Cairampoma le había enseñado años atrás: “Usted que me enseñó en la academia, ¿no?, sí, creo, ahorita que lo veo... por la voz... porque como lo hemos llevado online”. Esbozó una sonrisa y el abogado dijo que sí, aunque después reconsideró: “De repente sí, de repente no”.
Según Hildebrandt en sus trece, Cairampoma no puso su nombre donde aparece el puntaje de la prueba. Tras la difusión de las imágenes, la JNJ publicó un comunicado en el que asegura que la “modalidad de evaluación es ciega, es decir, el evaluador no conoce la identidad del evaluado”.
“[En la prueba oral] los casos propuestos tienen variantes diversas, que pueden comprender más de una materia. Los ítems a calificar no buscan solo evaluar el conocimiento legal, jurisprudencial y doctrinario en relación con el caso, sino, sobre todo, el grado en que el postulante despliega su capacidad analítica, argumental y de motivación, como puede constatarse en la plantilla de evaluación”, señaló el organismo.
Justo estas habilidades de Benavides han sido cuestionadas por la legisladora Susel Paredes, quien encabeza el pedido público para que la magistrada difunda sus trabajos académicos. “Esta vergüenza de entrevista. ¿Cómo la JNJ la ascendió a fiscal Suprema?”, tuiteó la parlamentaria.
Benavides también ha sido acusada de “autoplagio” en el proceso por el cual devendría fiscal de la Nación. De acuerdo con el semanario, consignó en su currículum que era autora de un libro sobre prevaricato y de cinco ensayos:
Los títulos son los que siguen: ‘El delito de prevaricato en el Perú', ‘El delito de prevaricato en el Perú y un acercamiento dogmático a la situación de evitabilidad de la vulnerabilidad del bien jurídico, como fundamento de su autoría’, ‘Autoría y participación en los delitos funcionariales con principal incidencia en el injusto del prevaricato’, ‘¿El perjuicio como condición objetiva de punibilidad en el injusto de prevaricato?’ y ‘Análisis del delito de negociación incompatible a propósito de la casación N°677-2016-Lima’.
Después de una revisión, la revista halló que los dos primeros textos son similares y que el libro es una edición de 226 páginas que contiene cuatro de sus artículos publicados. Pese a esas inconsistencias, Benavides obtuvo 100 puntos.
La encargada de su evaluación curricular fue Beatriz Jerí, al prófugo César Hinostroza, sindicado como el líder de ‘Los Cuellos Blancos del Puerto’, una mafia formada por jueces y fiscales que traficaban sus sentencias por favores políticos o dinero.
La JNJ investiga a Benavides por la obtención de sus grados académicos con tesis no habidas; por las presuntas irregularidades en los cambios del equipo especial Cuellos Blancos; por las siete llamadas que registra Benavides con Antonio Camayo, empresario incluido en la red delincuencial; y por la condecoración que recibió del alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, investigado por lavado de activos.
Este último expediente se encuentra en manos de Aldo Vázquez, vicepresidente de la JNJ, a quien Susel Paredes solicitó un pronunciamiento oficial sobre su avance.