Jimmy Callupe Recines, uno de los cuatro agentes heridos tras el abatimiento de ‘Maldito Cris’ durante un brutal fuego cruzado, ingresó este sábado a la unidad de cuidados intensivos (UCI) del Hospital Nacional de la Policía Luis N. Sáenz, debido a la gravedad de los seis impactos de bala que recibió.
El nosocomio precisó a Latina que los disparos comprometieron el riñón, hígado y pulmón del efectivo, uno de los primeros en enfrentar al sicario cuando se encontraba en un establecimiento de la Avenida Universitaria, en San Martín de Porres.
El general Luis Flores, director de la Dirección Nacional de Investigación Criminal (Dirincri), señaló que, en un primer momento, Callupe trató de reducirlo tomándolo del cuello, pero al liberarse fue atacado indiscriminadamente, incluso cuando había quedado tendido en el suelo.
De momento, el efectivo ha sido intervenido quirúrgicamente y las próximas 48 horas son cruciales para evaluar su pronóstico. Otros dos policías se encuentran hospitalizados ―uno de ellos fue impactado en la cabeza, sin afección en el cerebro― y solo uno fue dado de alta.
Previamente, la presidenta Dina Boluarte llegó al establecimiento para visitar a los agentes y les expresó su respaldo por arriesgar “su vida en el combate contra la delincuencia criminal”.
“Mi reconocimiento y gratitud con ellos. Sigamos trabajando juntos porque es el único camino para alcanzar la justicia social, para mejorar la salud, la educación y para construir un país más digno y seguro”, afirmó la mandataria.
‘Maldito Cris’ portaba cuatro pistolas, una con la que atacó a los agentes y tres más en un morral. Junto a él iban dos personas que fueron detenidas, entre ellas un integrante de la banda criminal Tren de Aragua, una banda criminal originada en el estado venezolano de Aragua, que en los últimos años ha extendido sus operaciones delictivas a Colombia, Perú, Brasil, Chile y Bolivia.
Los agentes lo habían localizado por sus tatuajes. Rastreaban sus llamadas. Sabían que descartaba chips con frecuencia, que cambiaba de guaridas cada semana y que se trasladaba de Lima Sur a Norte desde que se dio a la fuga en abril pasado, cuando ultimó a un sereno de Surco.
El Ministerio del Interior lo había incluido en su Programa de Recompensas y ofrecía 80 mil soles por su paradero. La Municipalidad de Surco, en tanto, dispuso otros 50 mil soles, aunque él logró escapar en dos ocasiones previas.
El viernes fue inusual: por la mañana apagó su celular y se dispuso a celebrar en un local de la parte baja del hotel Amanecer, muy cerca de una sede del Ministerio Público, donde se escondió en estos últimos días.
Enfundado en una casaca gris y un jean, festejaba y brindaba con dos de sus allegados. Cuando notó que los efectivos antisecuestros se habían apostado en el perímetro para seguir sus movimientos, el sicario se calzó su casco e intentó arrancar en su moto lineal.
Su estrategia fue mitigada de inmediato. El tiroteo dejó aproximadamente 30 casquillos de bala y manchas de sangre. La zona fue ampliamente resguardada ante la llegada de peritos de criminalística.
Es probable que Wanda Del Valle Bermúdez Viera (26), su pareja, haya estado cerca del lugar, según la Policía. La mujer más buscada en las últimas horas ya está localizada y su captura es “cuestión de días”, confirmó el ministro del Interior, Vicente Romero.
“Ustedes no se preocupen, dejemos en manos de la institución”, dijo a Canal N. Los uniformados han extremado medidas para poner en marcha una nueva operación que logre apagar la acción delincuencial de Wanda, sindicada como el brazo logístico de ‘Maldito Cris’.
“Es una mujer astuta, audaz, presuntuosa, y hace gala de sus dotes y belleza para asistir logísticamente a los miembros de la organización criminal”, ha descrito el coronel Víctor Revoredo, director de la División de Homicidios de la Dirincri, el órgano policial que abatió a su cómplice.
Ella misma le había sugerido orquestar un atentado contra Revoredo meses atrás, después de que ultimara a un sereno de Surco y se diera a la fuga. “No es solo la mujer que solo encubre. Tiene un rol criminal”, precisó el director de Investigación Criminal, Óscar Arriola.
En rigor, Wanda se encargaba de obtener armas, alquilar motocicletas y los locales que servían de guarida para los delincuentes, y hasta captaba mujeres para explotarlas sexualmente.
Por ese motivo, recaudaba cerca de 25.000 soles semanales. “Todo el dinero que consiguen a través de las maniobras extorsivas (...) es para gastarlos en los conocidos búnker, yates, comprándose ropa de conocida marcas”, explicó Arriola. Es la siguiente caza de la Policía.