Christopher Joseph Fuentes González, alias ‘Maldito Cris’, era uno de los delincuentes más buscados del Perú desde abril pasado, cuando ultimó a un sereno en Surco después de asaltar un minimarket. En realidad, había cometido una serie de delitos desde su adolescencia, antes de que saliera de Venezuela en medio de la diáspora.
Su caída era inminente. Un grupo de agentes de la División de Secuestros y Extorsiones había ubicado sus pasos, luego permanecer ocultos por dos meses en varios puntos de la capital. Solo esperaban el momento preciso para capturarlo y fue este viernes, durante una operación que desató una brutal balacera en la cuadra 33 de la Avenida Universitaria, en San Martín de Porres.
Las últimas horas de ‘Maldito Cris’ fueron en un hotel y un establecimiento aledaño a una oficina del Ministerio Público, donde festejó hasta que los agentes lo cercaron. Entonces, apuró el paso para abordar su motocicleta que había estacionado en la puerta, pero no tuvo más escapatoria.
El Ministerio del Interior lo había incluido en su Programa de Recompensas y ofrecía 80 mil soles por su paradero. La Municipalidad de Surco, en tanto, dispuso otros 50 mil soles, aunque él logró escapar en dos ocasiones previas y se disponía a lograrlo de nuevo.
Desenfundó la pistola que siempre llevaba en su cinturón y abrió fuego indiscriminadamente. Era diestro para presionar el gatillo: había empezado su carrera delictiva a los 17 años, cuando fue detenido en 2015 por homicidio calificado y hurto en Cumaná (Venezuela). Los agentes dieron respuesta por varios minutos, hasta que un disparo certero cruzó el lado izquierdo de su tórax, directamente al corazón.
Fue una diligencia meticulosa. El sicario cayó al pavimento con los brazos extendidos y el tatuaje de la Santa Muerte en su brazo ratificó su identidad. En el ataque, cuatro efectivos resultaron heridos. Uno de ellos, el que lo enfrentó cara a cara para detenerlo, recibió tres impactos de bala.
“Ha sido una intervención rastreada con mecanismos tecnológicos. Hoy salió con sus cómplices a hacer un acto criminal y, en ese momento, fue intervenido en plena vía pública donde se desató la balacera”, confirmó el Comandante General de la Policía Nacional (PNP), Jorge Angulo.
Los acompañantes del sicario fueron identificados como Dani José Marcano Andrade (28) y Alvin Daniel Vargas García (23), quienes fueron llevados a la sede de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri).
A Marcano Andrade, alias ‘Danielito’, se le atribuye vínculos con ‘El Tren de Aragua’, una megabanda criminal de Venezuela que en los últimos años ha extendido sus operaciones delictivas a Colombia, Perú, Brasil, Chile y Bolivia.
Carlos Bruce, alcalde de Surco, resaltó que la acción policial ha librado a la sociedad “de un elemento que despreciaba la vida”.
“Murió como debió morir. Nos hemos librado de una persona que iba a seguir matando. ¡Felicitaciones a la Policía Nacional del Perú”, tuiteó posteriormente el burgomaestre.
Portaba cuatro armas
‘Maldito Cris’, según información oficial, cambiaba de guarida cada semana, desechaba clips con frecuencia y, en sus últimos días, se escondía en ese hostal de San Martín de Porres. “Estaba cambiando de domicilio, no tenía un lugar seguro, tanto en el cono sur como en el norte”, dijo el general Angulo.
La zona donde quedó tendido su cuerpo, salpicada por casi 30 casquillos de bala, fue ampliamente resguardada ante la llegada de peritos de criminalística.
La Unidad de Desactivación de Explosivos (UDEX) encontró tres pistolas y un celular en un morral que el sicario llevaba cruzado a su espalda. A más de 30 kilómetros, en Surco, los serenos rindieron un homenaje póstumo a Luis Manrique, cuyo crimen abrió un debate acerca de la posibilidad de que los agentes locales sean autorizados a usar armas “no letales”.
Precisamente, dos días antes de que fuera abatido ‘Maldito Cris’, el Congreso aprobó, por insistencia, este proyecto de ley que fue rechazado por el Gobierno en mayo y que, en rigor, establece la “capacitación básica, especializada y entrenamiento permanente” para que los miembros del serenazgo puedan usar “medios de defensa autorizados”.
Estos “medios de defensa necesarios” serán grilletes, escudos, bastones tonfa (vara policial), aerosoles de pimienta y chalecos antibalas. El texto añade que estas armas “no letales” tendrán “como finalidad prevenir y disuadir la comisión de delitos y faltas que atenten contra la seguridad ciudadana, respetando los derechos fundamentales de las personas”.
Cuando rechazó el proyecto, el Ejecutivo señaló que solo se debía autorizar el uso de medios de defensa, como las varas y escudos, pero no permitir el uso de grilletes, ya que “el uso de estos dispositivos está destinado al arresto, ejerciendo la fuerza del Estado”, un rol que solo le compete a la Policía.
Una vida apagada
Luis Manrique, padre de tres hijas, había dedicado casi dos décadas de su vida a la compañía de Serenazgo de la Municipalidad de Surco cuando, a mediados de abril, fue impactado por tres proyectiles en el cuello al intentar frustrar un asalto.
‘Maldito Cris’ se dio a la fuga después del crimen. El sereno fue trasladado a la clínica Maison de Santé, donde permaneció conectado a un respirador mecánico por 48 horas. Su pronóstico era reservado, registraba “episodios ondulantes”, pero finalmente no resistió.
Años atrás, el sicario ya había asesinado en San Martín de Porres al suboficial de segunda Jhonatan Luis Puga Macedo (40), quien prestaba servicio de seguridad a la parlamentaria andina Leslie Lazo Villón.
“Les aseguro que el ‘Maldito Cris’ iba a seguir matando. Su muerte esta noche hace de la sociedad peruana una sociedad más segura. Por eso, me alegro de que haya recibido su merecido”, celebró el alcalde Bruce ante este último episodio.