La jugada de Fuerza Popular y su lideresa Keiko Fujimori que buscaría el adelanto de elecciones

En medio de una agitada situación política de nuestro país, el partido liderado por Keiko Fujimori decidió tomar distancia y plantear la posibilidad de adelantar las elecciones en el país. Este movimiento resulta llamativo, considerando los recientes problemas judiciales que viene enfrentado la actual presidenta, Dina Boluarte.

Según la revista ‘Hildebrandt en sus Trece’, el fujimorismo, en su afán de poder, pretende adquirir el control estratégico de una amplia gama de organismos e instituciones en Perú. Esta búsqueda de dominio podría tener repercusiones significativas en el panorama político y en el equilibrio de poder del país.

Keiko Fujimori, conocida por su historial político y sus tres postulaciones previas a la presidencia, se estaría preparando para una cuarta postulación, así indica el informe de la revista semanal de César Hildebrantd. Los dirigentes de Fuerza Popular dejaron entrever que les gustaría impulsar un adelanto de las elecciones generales en el país.

Con el dominio del Congreso de la República por parte del fujimorismo y las bancadas de derecha, han logrado influencia en instituciones clave como el Tribunal Constitucional (TC), la Fiscalía de la Nación (MPFN), la Superintendencia Nacional de Educación (Sunedu) y la Defensoría del Pueblo. Ahora, su objetivo sería el influir en los organismos electorales y en la Junta Nacional de Justicia (JNJ) para consolidar su poder.

El artículo indica que el avasallamiento institucional por parte del fujimorismo y sus aliados ha sido posible gracias al consentimiento de la presidenta Dina Boluarte y del premier Luis Alberto Otárola. Algunos analistas señalaron la existencia de un cogobierno en el cual el Ejecutivo y el Parlamento se protegen mutuamente para mantenerse en el poder. Sin embargo, parece que la relación entre Keiko Fujimori y Otárola está llegando a su fin, lo cual podría tener implicaciones significativas en el panorama político.

Recientemente, la lideresa de Fuerza Popular reapareció exigiendo cambios en el gabinete ministerial, demostrando su poder político. Durante una reunión con su bancada, solicitó la destitución de varios ministros, incluyendo a la ministra de Salud, la ministra de Desarrollo Agrario y Riesgo, la ministra de Energía y Minas, y el ministro del Interior. Fujimori criticó duramente a estos ministros por su desempeño y gestión inadecuada en diversas áreas. En respuesta, el premier decidió no tomar medidas rápidas para cambiar el gabinete, lo cual podría tener consecuencias negativas para el gobierno.

En los últimos meses, la bancada de Fuerza Popular presentó 10 proyectos de ley clave para favorecer a Keiko Fujimori y su supuesta postulación. Estas iniciativas buscan imponer la reelección de la bicameralidad, controlar el sistema de justicia y el poder electoral en el país. Entre las propuestas se encuentran modificaciones constitucionales para limitar el derecho al referéndum, sancionar a los fiscales y periodistas que filtren testimonios de colaboradores eficaces, y promover el retorno de las dos cámaras legislativas. Aunque estas reformas no han sido aprobadas, el fujimorismo persiste en su intento de influir en la legislación.

La presentación de estos proyectos serían parte de una jugada política de la bancada fujimorista, indica el semanario, al proponer el adelanto de las elecciones y buscar el control de organismos e instituciones clave en Perú. El descontento hacia el gobierno actual, sumado a la influencia estratégica del fujimorismo, plantea un escenario incierto para el futuro político del país.

El desenlace de esta situación determinará no solo el destino de Perú, sino también el futuro de aquellos involucrados en la política del país. Se requiere una vigilancia constante para garantizar la transparencia y la integridad en el proceso electoral y evitar cualquier avasallamiento institucional que pueda poner en peligro la democracia del país.