El gobernador regional del Callao, Ciro Castillo, aumentó el salario de su asistente, Elvira Madalengoitia, luego de darle un beso en una clínica de belleza donde coincidieron hace tres meses, según un informe difundido el último jueves en Al estilo Juliana, que mostró órdenes de servicios.
Sin estudios universitarios y con un certificado de secretariado bilingüe, Madalengoitia devino a fines de enero en asistente técnica administrativa para la Oficina de Imagen y Protocolo de la comuna, pero tras su afinidad con el gobernador, fue derivada directamente en su despacho como asistente administrativa, con un salario que aumentó a diez mil soles, según reportaje.
El último marzo, durante una cita en un centro estético que quedó registrada por cámaras de seguridad, Castillo y Madalengoitia se enfundaron en un beso que decantó, días después, en la duplicación del monto que percibía la funcionaria.
La denuncia por presunto tráfico de influencias ha sido entablada por Roberto Fernández, excosejero regional y expostulante a la alcaldía del distrito de Carmen de la Legua-Reynoso, quien aduce que no se trata de una riña política.
“[Ella] viene manejando el poder [en el Callao] es un llamado fuerte a los consejeros. Definitivamente, de validarse esto se puede suspender porque es delicado dejar en manos la gobernación a personas que no han sido elegidas”, estimó Fernández.
El reportaje también difundió clips de voz enviados por la asistenta a un destinatario sin identificar, donde habla sobre su vínculo con el político y médico cirujano. “Lo que siente Ciro por mí es independientemente del trabajo. El tío ya sabe el poder que tiene, ya le enseñé. Por eso ya sabe que con un telefonazo puede hacer lo que le da la gana”, menciona Madalengoitia.
“Me ha llevado a todas sus reuniones. ¿Crees que no he escuchado tanta huev...? Soy un peligro si quiero, él sabe que yo lo cuido”, sigue en otra grabación en la que desliza supuestos ilícitos. Ninguno de los implicados respondió para el reportaje, aunque este viernes el gobernador indicó a la prensa que no tiene vínculo con la funcionaria, también acusada de falsificación de documentos.
“Nosotros, como gobierno regional, defendemos a los trabajadores. Como persona, yo defiendo la dignidad de la mujer. No se puede denigrar a una persona sin tener pruebas de ello. Acordemos que las mujeres, en el caso de la señora, tiene hijos, tiene una hija y puede sufrir las consecuencias de lo que se puede decir”, declaró.
Ciro Castillo (Movimiento Regional Más Callao) juró en enero pasado luego de obtener casi el 70% de votación en las urnas, el índice más alto de aprobación en la historia de los procesos electorales, según la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).
En la ceremonia de asunción, la autoridad anunció la construcción del Hospital Regional de Enfermedades Neoplásicas del Callao, la reestructuración del sistema de salud y la lucha contra la inseguridad ciudadana.
Castillo había saltado a la esfera pública en 2011, cuando su hijo desapareció en el cañón del Colca (Arequipa). Ciro y Rosario, una pareja que estudiaba Ingeniería Forestal en la Universidad Agraria La Molina, decidieron emprender un viaje hacia el sur para conocer la naturaleza, pero todo acabó en tragedia.
En abril de ese año, policías, militares, rescatistas y pobladores encontraron con vida a la joven, que presentaba un cuadro de deshidratación y contusiones. De Ciro, en cambio, no se tuvo ningún rastro. Después de 202 días, en octubre, el rescatista de alta montaña Eloy Cacya localizó los restos del universitario en las inmediaciones del nevado Bomboya, en una zona conocida como Las Torres.
Había caído a un abismo de unos 900 metros de profundidad. El cuerpo estaba en posición fetal y murió, según oficios fiscales, a causa de un politraumatismo grave que afectó su cráneo y la columna.
Llevaba puestos su polera roja, una cadena de oro y un reloj que Rosario Ponce le regaló días antes de que se extraviaran en la montaña. Desde entonces, inició otra batalla legal en el que se trataba de esclarecer si Rosario era posible autora de un homicidio.
Fueron días arduos. Sin embargo, la fiscal María del Rosario Lozada solicitó que la denuncia se envíe al archivo porque no existían pruebas que la incriminaran y, finalmente, la Segunda Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Justicia de Arequipa lo hizo de manera definitiva.
En abril de 2016, Rosario García, madre del joven fallecido en el Colca, no resistiría a un paro cardiaco en el hospital Edgardo Rebagliati. Posteriormente, su viudo incursionaría en la política.
Ciro Castillo y lo que podría enfrentar
Bajo la óptica del abogado penalista Andy Carrión, el gobernador del Callao habría incurrido en dos delitos penales: nombramiento indebido en un cargo y ejercicio de influencias ilícitas.
El primero se respalda en la designación de su asistente, aun cuando no cumplía con los requisitos fundamentales para el puesto; y el segundo, en que haya utilizado su influencia o poder “para intervenir y asegurar la contratación ante los funcionarios encargados de la toma de decisiones en materia de contratación”.
Si Ciro Castillo empleó su posición para influir de manera indebida en el proceso de contratación y garantizar que la funcionaria fuera contratada, podría enfrentarse a cargo de abuso de poder y corrupción.
“Si estos delitos se confirman, el implicado podría enfrentar sanciones que oscilan entre cuatro y seis años de prisión. Además, se le impondría la inhabilitación para ocupar el cargo”, mencionó el letrado.
De momento, el político ha alegado que no ha cometido ningún ilícito y dejó una frase para el recuerdo en diálogo con la prensa: “[Madalengoitia] no es mi pareja, existen diversa formas de manifestar sentimientos”.