La Policía Nacional del Perú (PNP) se prepara para la reanudación de marchas en contra del gobierno de turno. A pesar de la poca convocatoria de manifestaciones en el sur del país, se ha optado por convocar a al menos ocho mil policías para que resguarden la capital desde el lunes 19 de junio. El despliegue de efectivos ha sido confirmado por Víctor Zanabria, jefe de la Dirección de Orden y Seguridad de la Policía Nacional.
El plan operativo que se pondrá en marcha tiene en cuenta el centro histórico de Lima, los llamados conos y la vías de aproximación a la capital como la Panamericana Sur, Panamericana Norte y Carretera Central. Información de inteligencia, estima que sea un reducido número de ciudadanos los que se sumarán a las manifestaciones que piden la renuncia de Dina Boluarte y la convocatoria de nuevas elecciones.
“Los indicadores de cómo se van a llevar a cabo estas movilizaciones prevén lo mismo: poco número de manifestantes, pero con un alto nivel de violencia”, dijo el representante de la PNP en conversación con RPP. El considerable número de policías que participarán del plan operativo responde al intento por evitar que se atente contra el patrimonio público y privado, tal como se registró a finales del 2022 e inicios del 2023.
“En el manejo de control de disturbio, tenemos capacidad operativa para controlar Lima por encima de los 20 000 o 30 000 manifestantes”, agregó. El representante de la PNP ha revelado que miembros de la institución han recibido entrenamiento técnico y táctico tras la publicación del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que denunció presuntas violaciones de derechos humanos contra manifestantes.
“[Los policías] no solo han recibido entrenamiento técnico y táctico de control de disturbios, sino del uso de la fuerza y derechos humanos; que han sido una de las cuestiones que han sido llamadas de atención por las organizaciones gubernamentales que han evaluado la conflictividad social”, precisó Zanabria. Asimismo se ha dado la instrucción para que solo se empleen elemento no letales o menos letales contra los protestantes.
Minimiza protestas
Aparentemente, la crisis social continúa sin resolverse, tal como lo evidencia el interés de los sindicatos y organizaciones del sur del país en retomar las protestas contra el gobierno en los próximos días. Se anunció el 8 de mayo que a fin de mes, Puno será nuevamente el epicentro de las manifestaciones y el punto de partida para lo que se conoce como la ‘Tercera toma de Lima’. A pesar de esto, las autoridades ejecutivas han minimizado la importancia del evento.
El jefe de la Presidencia del Consejo de Ministros, desde las afueras del Palacio de Gobierno, aseguró con confianza que no habrá una ‘Toma de Lima’ “mientras la presidenta esté a cargo del país”. Además, mencionó que los peruanos han alcanzado “paz y tranquilidad”, sin hacer referencia a que las protestas se detuvieron después de que la Defensoría del Pueblo confirmara la muerte de 60 personas durante la crisis política.
En ese sentido, Otárola hizo hincapié en la importancia de preservar la tranquilidad, al tiempo que reconoció el derecho de los ciudadanos a protestar. También mencionó una reciente reunión con el relator de las Naciones Unidas, en la que se abordaron una serie de proyectos en beneficio de la población, así como un encuentro con 23 gobernadores regionales en el que se estableció una agenda de trabajo que requiere un ambiente de calma para su cumplimiento.