Historia del Inti Raymi en Cusco: la celebración sagrada y ancestral al dios sol

El Inti Raymi continúa siendo un legado vivo que se transmite de generación en generación, un tributo al sol y a la esencia misma de la cultura peruana. Cada año, en el solsticio de invierno, las colinas de Cusco se llenan de magia y emoción, mientras la historia cobra vida una vez más.

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La celebración tiene lugar en la majestuosa explanada de Sacsayhuamán, cerca de Cusco, donde cientos de participantes ataviados con trajes tradicionales recrean antiguos rituales y danzas en honor al sol. Foto: Andina.
La celebración tiene lugar en la majestuosa explanada de Sacsayhuamán, cerca de Cusco, donde cientos de participantes ataviados con trajes tradicionales recrean antiguos rituales y danzas en honor al sol. Foto: Andina.

Perú, un país repleto de historia, misterio y maravillas, se erige como el hogar de una de las festividades más cautivadoras y arraigadas: el Inti Raymi. Esta ancestral y milenaria celebración se consagra al homenaje del dios sol, Inti, una de las deidades más reverenciadas en la rica mitología incaica.

La también denominada “Fiesta del Sol” es una ventana al pasado, un vistazo a la grandeza del antiguo imperio Inca. Durante esta festividad, que se lleva a cabo el 24 de junio de cada año en la ciudad de Cusco, las calles se llenan de color, música y una energía contagiosa.

Esta ancestral celebración no se limita meramente a una ceremonia, sino que se transforma en un espectáculo cautivador en todos los sentidos. Te deleitarás con danzas folclóricas impregnadas de gracia y elegancia, y serás testigo de representaciones escenificadas que narran episodios de nuestro pasado como país. Cada paso, cada movimiento, te hará experimentar la profunda conexión que los Incas mantenían con la naturaleza y el cosmos.

Además de la ceremonia principal, hay otras festividades y rituales a lo largo del año relacionados con el culto al sol y su importancia en la cultura incaica. Foto: Andina.
Además de la ceremonia principal, hay otras festividades y rituales a lo largo del año relacionados con el culto al sol y su importancia en la cultura incaica. Foto: Andina.

Historia del Inti Raymi, la adoración al dios Sol

Cusco, uno de los escenarios más majestuosos e históricos, se engalana para dar vida a una de las festividades más emblemáticas. Las calles adoquinadas se llenan de emoción y expectación mientras los preparativos están en pleno apogeo. Los lugareños, ataviados con coloridos trajes tradicionales, se preparan para revivir una ceremonia que ha sido parte integral de su cultura desde tiempos inmemoriales.

Cuenta la historia que fue el célebre Inca Pachacútec quien estableció el Inti Raymi en el siglo XV. En aquellos días, este festejo tenía un propósito religioso y cultural, honrando al sol en el solsticio de invierno, cuando se temía que se alejara.

Durante quince días, se realizaban danzas sagradas y sacrificios como ofrendas al astro dorado, buscando su bendición y protección.
El Inti Raymi es una festividad milenaria que rinde homenaje al dios sol Inti, una de las principales deidades en la mitología incaica. Foto: Andina.
El Inti Raymi es una festividad milenaria que rinde homenaje al dios sol Inti, una de las principales deidades en la mitología incaica. Foto: Andina.

Sin embargo, los tiempos cambiaron drásticamente con la llegada de los conquistadores españoles. Durante la extirpación de las idolatrías en 1532, el virrey Toledo prohibió esta demostración de adoración, considerándolo una ceremonia pagana y en conflicto con la fe católica. A pesar de esta prohibición, los Incas continuaron celebrando en secreto, preservando así su herencia ancestral.

Fue solo en 1944, después de más de cuatro siglos de clandestinidad, que el Inti Raymi resurgió. Para la agencia Andina, Julio Gutiérrez Samanez, una figura destacada de la cultura cusqueña, explicó cómo un grupo de intelectuales del Instituto Americano de Arte, encabezado por el historiador Humberto Vidal Unda, decidió darle vida nuevamente a esta festividad.

El 24 de junio, cercano al solsticio de invierno, fue designado como el Día del Cusco y el momento perfecto para su reinserción.
El Inti Raymi es una ventana al pasado y una oportunidad única para sumergirse en la rica historia y tradiciones del antiguo imperio inca, permitiendo a los visitantes conectarse con la esencia misma de la cultura peruana. Foto: Andina.
El Inti Raymi es una ventana al pasado y una oportunidad única para sumergirse en la rica historia y tradiciones del antiguo imperio inca, permitiendo a los visitantes conectarse con la esencia misma de la cultura peruana. Foto: Andina.

La emblemática Plaza de Armas de Cusco se convirtió en el escenario perfecto para esta grandiosa representación. Sin embargo, luego se decidió que Sacsayhuamán, la majestuosa fortaleza incaica en las afueras de la ciudad, sería el escenario donde se llevaría a cabo la ceremonia principal. Con el tiempo se ha convertido en un evento de renombre internacional, atrayendo a turistas y admiradores de todo el mundo.

Hoy en día, el Inti Raymi es un símbolo viviente de la historia de los habitantes del antiguo Perú. La representación escenificada es un espectáculo que te transporta en el tiempo, donde puedes presenciar la conexión profunda que los Incas tenían con el sol y la naturaleza. Las danzas, los cantos y los rituales te envuelven en una atmósfera mágica y te hacen sentir parte de algo más grande.

El territorio cusqueño ofrece un sinfín de experiencias fascinantes para aquellos que se aventuran en este enigmático lugar lleno de encanto. Esto es mucho más que una festividad; es un puente entre el pasado y el presente, una oportunidad única para conectar con las raíces ancestrales de la cultura peruana. Te invita a maravillarte ante la grandeza del sol, a sumergirte en la esencia de una civilización perdida, pero no olvidada.

El Inti Raymi se realiza en el solsticio de invierno y es una manera de agradecer al sol por su influencia en la vida, la fertilidad y el crecimiento de los cultivos. Foto: Andina.
El Inti Raymi se realiza en el solsticio de invierno y es una manera de agradecer al sol por su influencia en la vida, la fertilidad y el crecimiento de los cultivos. Foto: Andina.

El primer Inti Raymi en Cusco

El día 24 de junio de 1944, un acontecimiento histórico se llevó a cabo en la majestuosa fortaleza de Sacsayhuamán. Por primera vez en muchos siglos, la evocación del Inti Raymi cobró vida ante los ojos de los presentes, marcando un hito en la revitalización de esta antigua festividad. El presidente de la República, Manuel Prado Ugarteche, fue el distinguido invitado de honor en esta ocasión tan especial.

El encargado de escribir el guion original y dar vida al primer Inca Pachacútec fue el destacado quechuista Faustino Espinoza Navarro. Con meticuloso cuidado, se sumergió en los relatos históricos y en la tradición oral de su pueblo para crear una escenificación que capturara la esencia y transmitiera su significado.

El escenario estaba preparado, los trajes elaborados con esmero y los participantes listos para transportar a los presentes a tiempos remotos. Soldados, vestidos con atuendos inspirados en los antiguos habitantes, se unieron al séquito en esta evocación única. El solsticio de invierno, una fecha de gran importancia en el calendario incaico, se convirtió en el momento perfecto para llevar a cabo esta representación histórica.

El Inti Raymi no solo es una ceremonia, sino también un espectáculo lleno de danzas folclóricas, escenificaciones históricas y expresiones de veneración al sol. Foto: Andina.
El Inti Raymi no solo es una ceremonia, sino también un espectáculo lleno de danzas folclóricas, escenificaciones históricas y expresiones de veneración al sol. Foto: Andina.

A medida que la ceremonia se desarrollaba, la atmósfera se impregnaba de una energía vibrante y llena de reverencia hacia el dios sol. Los cantos, las danzas y los rituales sagrados se entrelazaban para honrar la influencia divina que tiene en la vida y la fertilidad de la tierra.

La primera celebración, después de varias décadas, marcó el inicio de una nueva era, donde la festividad renació de entre las sombras de la historia para ser admirada y compartida con el mundo. Desde entonces, el Inti Raymi se ha convertido en una tradición anual, atrayendo a visitantes de todas partes del mundo que desean ser testigos de esta manifestación cultural única.

Más allá de la festividad en sí, la ciudad de Cusco brinda un abanico de experiencias fascinantes. Recorre sus calles empedradas y descubre los tesoros arquitectónicos legados por los Incas, como el renombrado templo del Coricancha.

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