En las sombras del crimen organizado, las mafias sangrientas de la extorsión han arraigado sus raíces en el corazón de la sociedad peruana, sembrando el terror y la violencia en todos los rincones del país. Estas siniestras organizaciones no respetan fronteras ni límites, amenazando, asesinando y exigiendo millones de soles no solo a empresarios y personalidades destacadas, sino también a comerciantes ambulantes, emprendedores y estudiantes.
Según los expertos en seguridad, estas bandas delictivas han perfeccionado sus técnicas y métodos a lo largo de los años, infiltrándose en todos los niveles de la sociedad peruana, se aprovechan del temor y la vulnerabilidad de la población, exigiendo sumas de dinero bajo amenazas de muerte o violencia contra ellos o sus seres queridos.
Además de la extorsión, estas organizaciones se dedican a una gama de delitos, entre los que destacan el sicariato, la usurpación, el tráfico de terrenos y el tráfico de armas.
Julio Corcuera Portugal, especialista en Seguridad Ciudadana y autor del artículo ‘Crimen y Pandemia: de la seguridad internacional a la ciberdiplomacia’, explica que los extorsionadores hoy apuntan a cualquier persona, mientras tengan acceso a sus datos personales.
“La extorsión es gigante y es tan enorme que alcanza desde el más grande hasta el más pequeño, como a una señora que vende moliente y debe pagar un sol al día para poder trabajar tranquila”, comentó el especialista.
Criminalidad que va en aumento
Las estadísticas de la Policía Nacional del Perú (PNP) pintan un cuadro sombrío y escalofriante de la situación actual. Los casos de emprendedores y empresarios extorsionados son reportados a diario. Este delito ha registrado un alza en nuestro país. En 2022, se han registrado más de 8 mil denuncias por extorsión. Esta cifra es un 62% más de lo reportando durante 2021.
Lima concentró la mayoría de las denuncias por extorsión, seguido de la Libertad, Piura, Lambayeque, Áncash, Ica y Arequipa.
Por su parte, el Ministerio Público reveló que en el primer mes del 2023 se reportaron 1.398 denuncias por extorsión, es decir 45 casos al día.
Sin embargo, estas cifras no reflejarían la realidad, ya que al igual que otro tipo de delitos, no todos los casos de extorsión son denunciados ante las autoridades, ya sea por temor o por desconfianza.
Víctimas temen denunciar el delito
El analista en seguridad y presidente de la Asociación Pro-Seguridad Ciudadana (Aprosec), César Ortiz Anderson, manifestó que existe una cifra negra de personas que prefieren no denunciar y ceden a las amenazas de los delincuentes, por miedo a sufrir atentados contra su integridad.
“Hay organizaciones criminales extranjeras, donde predominan la delincuencia venezolana y colombiana. Hay también bandas mixtas entre peruanos y extranjeros que exigen pago de cupos de seguridad. Son pagos semanales de 50 soles a los que son sometidos sus víctimas como pequeños comerciantes, transportistas y mototaxistas”, afirmó.
Por su parte, el jefe de la División de Investigación de Secuestros y Extorsiones de la Policía Nacional, coronel PNP Jorge Carpio, dijo que la falta de denuncias por temor a represalias y la falta de testigos dispuestos a hablar dificultan enormemente las investigaciones. “Es fundamental que la ciudanía acuda a registrar su denuncia si son víctimas de este tipo de delito”, exhortó.
Empresarios, futbolistas y vedettes
Los extorsionadores no tienen límites y su crueldad queda evidenciada en la forma en que actúan. Un claro ejemplo es el asesinato de Rolando Augusto de la Peña Flores, un empresario dedicado a la venta y compra de autos que se negó a pagar cupos. Fue asesinado en San Miguel por un sujeto encapuchado que le disparó varias veces en la cabeza y en el pecho mientras tomaba una gaseosa en una bodega.
Incluso la farándula ha sido amenazada por estos delincuentes. Recordemos el caso del exfutbolista Luis Guadalupe, quien denunció ser extorsionado por integrantes del ‘Tren de Aragua’, una banda criminal de origen venezolano. Con él aplicaron la modalidad del cobro de cupo a negocios.
Deysi Araujo denunció hace poco que estaba siendo extorsionada por sujetos que le pedían 50 mil soles y amenazan de muerte a su hijo. La modelo reveló que recibió cartas en su domicilio, mensajes por WhatsApp y llamadas telefónicas.
Botín de casi 2 millones de soles al año
Un estudio realizado por la organización CHS Alternativo señala que estas organizaciones criminales podrían recaudar anualmente hasta S/1.961 millones amenazando a pequeñas y medianas actividades económicas en Perú.
Uno de los sectores más afectados son los transportistas de pasajeros, quienes deben pagar ‘cuotas’ que van desde 5 soles para los choferes de combis y mototaxis. En el caso de las grandes empresas, los delincuentes exigen hasta 15 mil soles.
Si alguna de su víctima se niega a cumplir con su cuota, los maleantes arrojan explosivos a los inmuebles o queman sus vehículos, como fue el caso de una comerciante en Comas, a quien le quemaron sus dos mototaxis por negarse a pagar los S/ 18 semanales que le exigían a cambio de dejarla trabajar en el mercado Chacra Cerro.
Desde el cobro de cupos hasta las calcomanías
Los extorsionadores han encontrado diferentes modalidades para amedrentar a sus víctimas obligándoles a pagar un determinado monto de dinero a cambio de no hacerles daño a ellos ni a sus familias. Julio Corcuera, especialista en Seguridad Ciudadana, las resume en 5 tipos:
En la primera, denominada ‘cobro de cupos’, los sindicatos de fachada en obras de construcción civil exigen pagos a los trabajadores y reciben un porcentaje de sus sueldos. Esta práctica ilegal se ha extendido en todo el país, afectando especialmente a Lima, Callao y ciudades del norte como Trujillo y Chiclayo.
En la segunda modalidad, llamada ‘cobro de cuotas’, las organizaciones criminales exigen pagos a empresarios, comerciantes y transportistas para permitirles operar en zonas bajo su control. Esta forma de extorsión afecta tanto a grandes empresas como a pequeños y medianos negocios, dividiendo el mercado ilícito por rama productiva y tamaño empresarial.
El ‘chalequeo’ implica el cobro por un servicio de seguridad, que en realidad es una protección contra amenazas realizadas por la misma organización que ofrece el servicio. Esta modalidad se ha extendido incluso a las campañas políticas, donde las organizaciones criminales brindan protección a los candidatos.
La extorsión telefónica es común y consiste en amenazas por llamadas o mensajes de texto, exigiendo depósitos en cuentas bancarias para evitar daños a la vida de las víctimas o sus familiares. Los avances en las comunicaciones han facilitado este tipo de delito, permitiendo la tercerización de actividades delictivas y reclutando a jóvenes menores de edad para cometer actos violentos.
También existe la modalidad del ‘sticker’, práctica común en las ciudades del norte del país. Las unidades de transporte que pagan la cuota extorsiva reciben una calcomanía que deben colocar en el vehículo para circular sin problemas. Esta calcomanía funciona como un símbolo que indica qué organización criminal protege el vehículo.
¿Qué hacer si eres víctima de extorsión?
Ante la creciente amenaza de la extorsión, es fundamental estar preparado y conocer las medidas de seguridad necesarias. La Policía Nacional del Perú (PNP) ofrece consejos para actuar en caso de recibir una llamada de extorsión:
1. Si recibes una llamada no te alarmes, trata de permanecer tranquilo.
2. Si no cuentas con identificador de llamadas, anota datos como el día, la hora y nombre brindado por el presunto extorsionador.
3. Si es posible, graba las llamadas de inmediato.
4. Anota las exigencias como el monto del dinero, las sucursales de banco donde depositar, entre otras.
5. Denuncia inmediatamente a la División de Secuestros y Extorsiones en la Av. España 323, Cercado de Lima o llama al teléfono 01-4249524.