Este miércoles se cumplieron seis meses desde que Dina Boluarte asumió el poder luego de que expresidente Pedro Castillo diera un autogolpe de Estado que generó su destitución. La jefa de Estado decidió brindar un balance de las principales acciones que ha tomado su gobierno a favor del país. Durante la conferencia, la mandataria brindó peculiares frases acerca de las supuestas mejoras de la sociedad a raíz de su llegada.
Bolaurte Zegarra asumió la titularidad del Poder Ejecutivo en medio de un álgido escenario nacional. Los peruanos ya vivían un gran descontento hacia las decisiones de la clase política y tenían un alto nivel de desaprobación hacia sus autoridades. La vacancia de Castillo Terrones fue uno de los puntos de quiebre que ocasionó que los ciudadanos salgan a las calles a rechazar la fuerte crisis política que azotaba al país hace tantos años.
En la presentación de su balance, la presidenta no mencionó ningún detalle sobre la investigación que enfrenta ella y sus ministros por el presunto delito de homicidio doloso, lesiones graves y genocidio. Tampoco se refirió a la falta de acceso a la justicia que representan las tardías investigaciones sobre las muertes ocurridas durante las movilizaciones sociales en su contra en diciembre de 2022 y enero de 2023. Por el contrario, Dina Boluarte parece continuar en un estado de desconexión de la realidad peruana.
“Seguimos tendiendo la mano a todos nuestros hermanas y hermanos de todas las regiones. Sobre todo, a hermanas y hermanos de esa hermosa región altiplánica: Puno”
Al menos 12 personas fallecieron mientras se desarrollaban las movilizaciones sociales en contra de la crisis política en Puno. Algunos de ellos participaban de las protestas, otros apenas pasaban por ahí. La mayoría de ellos murió por el impacto de varios perdigones en zonas vulnerables como la cabeza y el tórax.
Las lamentables imágenes que se difundían en medios de comunicación evidenciaban los grandes niveles de violencia en la región sureña. Distintas organizaciones internacionales de derechos humanos como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Human Right Watch y Amnistía Internacional han referido que el tipo de respuesta que brindó el Estado fue violenta y revela una estrategia generalizada hacia población campesina y considerada pobre.
Pese a que la presidenta de la República es, por mandato constitucional, la jefa suprema de las Fuerzas Armadas, Dina Bolaurte no intervino en el uso de la fuerza excesiva e indiscriminada que emplearon los agentes del Estado para controlar estas manifestaciones. Por el contrario, la mandataria minimizó la represión policial y militar y afirmó que la violencia provenía de los participantes de las marchas. Ante los graves hechos denunciados, las muertes y posibles violaciones a los derechos humanos en el departamento, aseguró que “Puno no es el Perú”.
Hoy, algunos meses después, asegura que le tiende la mano a sus “hermanas y hermanos” de Puno.
“Estamos mirando al Perú con esa mirada de inclusión social, donde, en todo lo que haga el Ejecutivo, se ponga en la parte central a la persona y resolvamos su problema”
La mandataria afirmó que las acciones del Ejecutivo estarán enfocadas en los peruanos y en resolver sus problemas, no obstante, cuando fue citada en la Fiscalía para declarar por las presuntas violaciones a derechos humanos durante su gestión como presidenta de la República optó por no responder a las interrogantes de los abogados de los deudos y pidió mediante su letrado que la defensa legal de estos no estén presentes.
En esta misma línea, Joseph Campos, quien se encarga de la defensa de la jefa de Estado, ha anunciado que pedirán que se archive la denuncia en su contra por ser una investigación que “no tiene sentido”, aunque existen muchos padres de familia que aún llorn la pérdida de sus hijos, muchos de ellos aún menores de edad, y que aún no tienen justicia.
“La violencia no produce nada. La violencia produce muerte y pobreza, y eso no quiere el Perú”
Organizaciones nacionales e internaciones de derechos humanos han denunciado el uso indiscriminado de la fuerza letal de parte de autoridades del Estado. Inclusive, existen videos donde se ven a autoridades disparar en dirección al cuerpo de los manifestantes que ni siquiera estaban participando de un enfrentamiento con los policías o militares. Pese a todas las denuncias que existían en contra de las fuerzas del orden por abuso de autoridad, la jefa de Estado reafirmó su respaldo a las fuerzas del orden.
“Como presidenta de la República ratifico mi pleno respaldo a las Fuerzas Armadas y a nuestra Policía Nacional por su trabajo heroico y abnegado en favor de la integridad territorial, el orden interno y el desarrollo del país”, dijo.
“El Perú está en calma. Tan es así que ustedes de la prensa pueden trabajar, ahora están acá, y no están transmitiendo manifestaciones violentas”
La mandataria ha afirmado con mucha seguridad que su gobierno ha conseguido que el país esté en calma. Según indicó, esta “calma” proviene de la falta de movilizaciones sociales. Sin embargo, la mandataria ha hecho caso omiso a los anuncios de ciudadanos del sur que han advertido el inicio de la ‘tercera toma de Lima’ en las próximas semanas.
Además, en esta frase vuelca nuevamente la responsabilidad de la violencia de las protestas únicamente en los manifestantes, cuando existe evidencia que indica que muchos ataques indiscriminados vinieron de parte de agentes del Estado.
“Hemos concentrado la acción del Estado en la atención de las necesidades más urgentes”
La gobernante anunció que todas las medidas que está tomando el Poder Ejecutivo tienen como finalidad combatir las problemáticas más urgentes. Una de las situaciones más preocupantes que atraviesa el país es el dengue. Más de 120 personas han fallecido por esta enfermedad y cientos de pacientes padecen por la falta de recursos para atender a los contagiados. Sin embargo, el Ministerio de Salud retiró el grupo de especialistas en salud y políticas públicas contratados para fortalecer la capacidad de respuesta y frenar el avance de esta enfermedad.