Joran Van der Sloot aterrizó este viernes en Alabama (EE.UU.) ocho horas después de ser extraditado de manera temporal desde Perú para enfrentar un juicio por extorsión y estafa a la familia de Natalee Holloway, una joven desaparecida en 2005 cuyo cuerpo no ha sido encontrado hasta la fecha.
En la víspera, un equipo de agentes especiales de la Oficina Federal de Investigación (FBI) llegó a Lima desde Birmingham a bardo de un avión ejecutivo Gulfstream 550, utilizado para misiones de transferencia de custodia al extranjero.
Van der Sloot fue entregado a la custodia estadounidense y voló al sureste del país norteamericano escoltado con el equipo especial y esposado de manos y pies. Ocurre tras varias batallas legales y en medio de su condena de 28 años de cárcel por el feminicidio de la estudiante peruana Stephany Flores.
La defensa legal del homicida había presentado una petición de hábeas corpus contra su traslado. Según el abogado Máximo Altez, la transferencia debería detenerse porque no fue notificada oficialmente. Solo hace tres días el letrado confirmó que se allanaría al trasladado y que no iba a apelar la decisión judicial.
Los preparativos se iniciaron desde el amanecer. Su salida del penal de Ancón 1, la cárcel adonde fue derivado el fin de semana, se programó para las 5:00 horas. Las medidas de seguridad se reforzaron y se destinó una brigada de efectivos policiales armados de fusiles y chalecos antibalas.
A la hora prevista, el holandés dejó su celda y pasó los procedimientos legales para dejar sentada su salida del recinto penitenciario. El homicida firmó algunos documentos y pasó una revisión médica de rutina, el último paso para cumplir la resolución de Elmer Morales, el juez titular del 22° Juzgado Penal Liquidador, que aprobó la extradición.
Javier Llaque Moya, presidente del Instituto Nacional Penitenciario (INPE), informó previamente que ya estaba todo coordinado con los agentes estadounidenses para proceder con esta demanda inagotable de la familia de la víctima.
“Lo tenemos seguro, así lo vamos a tener hasta el día 8, eso lo garantizamos”, dijo el funcionario penitenciario. El fin de semana, Van der Sloot fue derivado del penal de Challapalca, en el extremo sur de Perú, a la cárcel de Ancón, en Lima. Se dejó ver envuelto en una colcha, con el cabello revuelto y la mirada desafiante. Ahora tiene 35 años, pero cuando sucedió la desaparición de Natalee Holloway era un adolescente de 17.
El 26 de mayo de 2005, los estudiantes del Mountain Brook High School, una escuela pública de Alabama, tomaron un vuelo de cinco horas a Aruba para celebrar su graduación. En ese viaje les acompañaban siete profesores, aunque no tenían la obligación de vigilarlos constantemente.
En el último día de la excursión, Natalee y sus compañeros decidieron ir al casino del hotel en el que se hospedaban. Allí conocieron a Van der Sloot, que tenía entonces 17 años, y estuvieron con él hasta la madrugada. Esa fue la última vez que la joven fue vista. Cuando el club cerró y empezó a vaciarse, ya no apareció.
En un principio, sus amigos pensaron que ambos habían ido a otro establecimiento a seguir la fiesta, pero tampoco lograron localizarla. Natalee tampoco se presentó al viaje de vuelta, pese a que su equipaje estaba listo en el hotel. Los principales sospechosos de la desaparición eran el propio Van der Sloot y sus amigos, los dos hermanos Kalpoe.
La familia voló al día siguiente a Aruba y trasladaron esta versión los agentes policiales, que se dirigieron al domicilio del joven. Aunque inicialmente negó conocerla, cambió su versión y dijo que la había dejado en el hotel, pero las cámaras de seguridad lo contradijeron. Los tres implicados fueron finalmente liberados.
En 2010, el imputado chantajeó a los padres de Natalee con la sugerencia de que les revelaría dónde estaban los restos de la joven a cambio de 250.000 dólares. El FBI inicialmente transfirió a Van der Sloot la cantidad solicitada y organizó una operación para atraparlo cuando hiciera la confesión.
Sin embargo, dijo a los investigadores que Natalee fue enterrada por su padre bajo los cimientos de la casa familiar, lo cual resultó ser mentira para causar más sufrimiento a la familia. Un juez de Alabama declaró legalmente fallecida a la joven en 2012, pero a la fecha no hay nadie acusado formalmente por su muerte.
Mientras se desarrollaba la investigación, Van der Sloot huyó al Perú y conoció a la estudiante Stephany Flores en un casino de Lima. Después de esa cita, la asesinó en su hotel para robarle 5.000 dólares que ella había ganado esa noche.
Por este feminicidio, el holandés fue condenado a 28 años de cárcel y al pago de una reparación civil, una sentencia que cumplirá hasta 2038. Inmediatamente después de ser procesado por el caso Natalee Holloway, será devuelto por EE.UU. a territorio nacional.
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