Una de las fiestas más importantes de la cristiandad en nuestro país es el famoso Corpus Christi, que se realiza en la ciudad del Cusco.
De esa festividad, una de las actividades más importantes, es la famosa procesión de los santos que datan desde las épocas en las que el imperio incaico estaba en su máximo esplendor.
Justamente en estos tiempos se llevaban a cabo numerosas festividades para honrar a sus antepasados y deidades, como el tayta Inti, la diosa Killa y el Kuychi, entre otros, que tenían un gran significado para ellos.
Una de las festividades más destacadas era la celebración en honor al Inti (Sol), donde los antiguos pobladores solían realizar procesiones con las momias de sus soberanos como preludio a esta importante fiesta.
Llegó el sincretismo
Al presenciar este evento, los españoles se sorprendieron y decidieron reemplazar la procesión de las momias por la procesión de 15 santos y vírgenes en el Corpus Christi Cusqueño, con el objetivo de “evangelizar”.
Fue así como en 1572 se estableció la Festividad del Corpus Christi en Cusco bajo el mandato del Virrey Francisco de Toledo.
Desde entonces, Cusco adoptó esta costumbre de manera peculiar y diferente al resto del país. En el Corpus Christi, que se realiza en la Ciudad Imperial, salen a la luz 15 personajes importantes para la Iglesia católica. A continuación, descubriremos a los 15 santos que forman parte del Corpus Christi.
1. San Antonio
De acuerdo con la tradición, San Antonio es considerado el primer santo en llegar a la Iglesia de Santa Clara durante la festividad del Corpus Christi cusqueño. Es él quien encabeza la procesión, descendiendo desde la Parroquia de San Cristóbal. Lo acompaña un pequeño cerdito, simbolizando su triunfo sobre las tentaciones del demonio.
2. San Jerónimo
San Jerónimo, conocido como el “padre de la iglesia”, es reconocido por su notable traducción de la Biblia al latín, razón por la cual se le atribuye el título de “El Doctor”.
Durante la festividad del Corpus Christi cusqueño, San Jerónimo se une a la procesión, acompañado de un fiel compañero muy característico: un león. La procesión tiene lugar desde la iglesia que lleva su nombre, ubicada en el distrito de San Jerónimo.
Es interesante mencionar que San Jerónimo y San Sebastián participan en una especie de competencia cada año para determinar quién llega primero a la emblemática reunión de santos.
3. San Cristóbal
San Cristóbal, conocido como “El poderoso San Cris”, es famoso por su historia legendaria. Se cuenta que solía ayudar a las personas a cruzar el río Jordan. Un día, un niño se le acercó y le pidió que lo llevara al otro lado del río.
Sin embargo, a mitad del camino, San Cristóbal encontró dificultades para avanzar, ya que el niño parecía volverse cada vez más pesado. Fue entonces cuando el niño le reveló: “No solo llevas mi peso, sino también los pecados de todo el mundo”.
4. San Sebastián
Hace muchos años, en la ciudad del Cusco, una terrible plaga de viruela azotó a la población. La historia cuenta que fue San Sebastián quien, con su poder divino, logró poner fin a esta devastadora enfermedad, liberando así a la comunidad de su sufrimiento.
En reconocimiento a su valioso acto, San Sebastián fue proclamado como el Patrón Jurado de la ciudad.
Durante las festividades en honor a San Sebastián, los devotos llevan consigo la imagen del santo, atados con una soga y descalzos como muestra de humildad y devoción.
5. Santa Bárbara
La “Patrona de los agricultores”, emerge desde la iglesia del Distrito de Poroy para su festividad. Es venerada por su especial protección y cuidado hacia los agricultores y sus cosechas.
Su presencia en el Corpus Christi refleja la profunda conexión entre la comunidad y la tierra, reconociendo la importancia de las bendiciones divinas para asegurar una buena y abundante cosecha.
6. Santa Ana
Con su rostro noble y tierno, Santa Ana carga con dulzura a la Virgen María en sus brazos. Proveniente del barrio Karmenqa, su imagen refleja serenidad y emotividad.
Admirada por su papel materno y abuela en la fe católica, Santa Ana evoca devoción y esperanza en los corazones de los fieles. Su presencia en el barrio es motivo de celebración, siendo un símbolo de conexión generacional y la importancia de la familia en la tradición religiosa.
Con su rostro conmovedor, Santa Ana inspira a aquellos que la contemplan, transmitiendo amor y compasión en tan solo una mirada.
7. Santiago
A este personaje, se le reconoce como el evangelizador en España, y en América adopta el nombre de Santiago ‘El Mataindios’, un nombre que se extendió a lo largo de todo el continente, ya sea por imposición de los españoles o por elección de los habitantes locales. La procesión de Santiago tiene lugar desde la iglesia de Santiago, en Cusco.
8. San Blas
Desde el pintoresco barrio cusqueño, emerge con esplendor el santo patrón de los artesanos. Con un porte episcopal, luce una mitra, báculo y capa, y en ocasiones, un pequeño sombrero redondo.
Acompañando su presencia, se encuentran seis monaguillos, quienes asisten con devoción y cuidado los atributos iconográficos del santo.
Esta imagen, resguardada con esmero, simboliza la conexión especial entre el arte y la espiritualidad en la ciudad del Cusco.
9. San Pedro
Según la tradición católica, su nombre original era Simón, pero a lo largo de los años, por ser el fundador de la Iglesia, se le conoce como Pedro, que significa “La Roca”. Pedro fue el primer apóstol y el primer Papa.
Procede de la Iglesia de San Pedro, ubicada cerca de la Iglesia de Santa Clara, en el corazón de la ciudad de Cusco. En sus manos sostiene una llave, que simboliza la “llave del cielo” o la “llave de la iglesia”, representando su papel como guardián de las enseñanzas y la autoridad espiritual.
Pedro es venerado como una figura central en la fe católica, transmitiendo un mensaje de fortaleza y liderazgo a través de los siglos.
10. San José
El padre adoptivo de Jesús, José, es el Patrono de los casados y los carpinteros. Desde la Iglesia de Belén, emerge su imagen venerada.
Tanto José como el niño Jesús son adornados con hermosas coronas y sostienen bastones de plata. En particular, el niño Jesús recibe numerosos juguetes, simbolizando así a los niños cusqueños.
11. Virgen de la Natividad
En el Corpus Christi cusqueño, la Virgen Natividad sale en procesión desde la Iglesia de La Almudena. La imagen de la Virgen fue creada por Tuyru Tupac Inka bajo la supervisión del Obispo Mollinedo.
Su presencia es un símbolo de la rica herencia mestiza y despierta una profunda devoción entre los creyentes, quienes la honran con alegría y gratitud en esta importante celebración religiosa.
12. Virgen de los Remedios
La inclusión de esta imagen en la procesión del Corpus Christi cusqueño fue autorizada en 1980 por el Arzobispo Vallejo Santoni debido a la ferviente devoción de los habitantes. A partir de entonces, esta imagen sagrada se ha convertido en una parte integral de la celebración.
Cada año, la Virgen de los Remedios sale de la Iglesia de Santa Clara en el marco del Corpus Christi, rodeada de una multitud de fieles entusiastas.
13. Virgen Purificada
La Virgen Purificada, también conocida como “La Candelaria” en algunos lugares, es una destacada participante en el Corpus Christi cusqueño.
Durante la procesión, lleva una vela en la mano y está acompañada de dos cestas y un niño en su mano derecha. Esta imagen sagrada sale de la iglesia que lleva su mismo nombre, ubicada a pocos metros de la Iglesia de Santa Clara.
14. Virgen de Belén
“La Mamacha Belén”, también conocida como “La Virgen de Belén”, es una figura destacada en el Corpus Christi cusqueño.
Durante la procesión, luce valiosas joyas, como el prendedor de oro llamado Tupu, que perteneció a la hija del Inca Sayri Tupac, y la Cruz de esmeraldas del Obispo Mollinedo. Proviene de la iglesia que lleva su mismo nombre.
15. Virgen Inmaculada
También apodada cariñosamente como “La Linda”, la Virgen de la Inmaculada Concepción destaca por su rostro angelical y su belleza.
Como patrona del obispo y anfitriona del Corpus Christi, se le atribuye la bienvenida a todos los santos que participan en esta festividad. Su imagen reside en la Catedral, desde donde irradia su presencia sagrada.
Durante el Corpus Christi cusqueño, su papel es significativo, ya que su venerada imagen acompaña y preside las festividades, recordando la importancia de su figura en la tradición religiosa de la región.